—Así que tú y Gaara, ¿uh? —habló Neji segundos después de que Kurt subiera al ascensor junto con él.
La morena apretó sus ojos maldiciendo, pues esperaba que el Hyuga no supiera que había sido ella quien había abordado.
—Sigo sin entender cómo haces eso.
—¿El qué? —fingió demencia.
—No entiendo cómo sabes que soy yo. Si estuviera en tu lugar no sabría quién es quién.
El chico sonrió.
—Ya te lo he dicho. Tu aroma es peculiar. —alzó las cejas haciendo que sobresalieran de los lentes— Además de que me he tomado la libertad de memorizar el horario de tus actividades, y sé que acabas de regresar de la escuela, pero demoraste una hora más de lo normal porque Gaara te llevó por un helado. Hm, ¿tal vez una banana split?
Tenten estaba impactada ante tal acontecimiento: Neji había acertado en todo. Ciertamente Gaara le había llevado a una heladería de estilo francesa en un barrio cerca de su escuela, y terroríficamente habían compartido una banana split. ¿Acaso era un acosador o un potencial psicópata?
"Terrorífico" se repitió.
—Qué demonios... ¿cómo haces eso?
—Te diré algo pequeña Tenten: cuando eres ciego hay pocas cosas que te pueden entretener así que debes buscar algo para divertirte.
—¿Y te entretiene espiar a las personas? —interrogó de forma grosera la chica.
—Yo no lo diría de esa forma, más bien me gusta estudiar a las personas por lo que escucho de ellos.
El ascensor se detuvo en el piso de la morena, por lo que salió de este pero tomando de la muñeca a Neji.
—Continuaremos esta charla en mi departamento.
La chica sacó sus llaves y abrió el lugar. Dejó su mochila sobre un sillón y dirigió a Neji hasta la cocina para poder seguir.
—Wow, gamuza en tus sillas. Buena elección. —comentó el castaño al sentir dicho material sobre el mueble.
Tenten sirvió dos vasos de agua y se sentó frente a él.
—¿Qué has escuchado de Gaara? —soltó ignorando el comentario de él.
—Que te gusta mucho. —respondió de inmediato— Y que creías que las notas eran de él.
La chica golpeó su frente con la yema de sus dedos.
—Le dije a Ino que no dijera nada. —susurró.
—Ino es como un lindo pajarito: una vez que comienza a cantar nadie ni nada la detiene.
Por última vez Tenten suspiró y regresó a su seriedad: — ¿Es lo único que sabes de Gaara?
—También sé que es un completo imbécil y que no te merece.
—¿Disculpa? —preguntó ofendida, como sí le hubiese dicho "imbécil" a ella.
—Lo que escuchaste. Es un imbécil. —repitió con desinterés y sinceridad.
—No tienes ningún derecho a hablar de esa forma sobre Gaara. Es un gran chico.
Neji acomodó sus gafas y sonrió con desgane.
—Lo conozco más de lo que crees. El primer mejor amigo nunca se olvida, pequeña.
Tenten hizo oídos sordos ante ello y lo miró mal.
—Escucha, te gusto por alguna razón y no me molesta eso, pero a mí me gusta Gaara, y no dejaré de salir con él sólo por ti. ¿Entiendes?
Neji se levantó de la silla y tomó su bastón.
—Tranquila. Siempre he pensado que debemos equivocarnos para aprender. Es tu vida, tus errores, tus lecciones.
Tenten rodó los ojos mientras veía cómo el Hyuga se alejaba desapareciendo del departamento.
