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—Wow, ahora sí que corriste mucho, Tenten. —dijo el castaño en el momento en el que le abrió la puerta del apartamento para dejarla pasar. Escuchaba su acelerada respiración.

—Ni siquiera pude correr. Gaara me siguió hasta que logró lo que quiso.

Se detuvo tomando el respaldo de una silla y pensó muy bien en sus palabras.

—Y bien, ¿de qué querías hablar? —inquirió el Hyuga mientras caminaba de vuelta a la cocina para continuar haciendo su emparedado.

—Quiero que me platiques cómo fue tu amistad con él.

—No es importante. Ya quedó en el pasado.

—No está en el pasado, me persiguió hasta que se hartó y me amenazó con hacerme o hacernos daño. Este asuntito de Gaara está bastante presente.

La frente del chico comenzó a ser recorrida por gotitas de sudor, que resbalaban hasta la cornisa de su nariz.

—Lo arreglaré. No te preocupes.

—No. Lo arreglaremos juntos, ¿ok? Así que no seas testarudo y habla conmigo.

Neji caminó hasta lo que era el sofá y se semi recostó, llamando la atención de su novia.

—Hace 3 años que vivo en este edificio, al igual que él, ahora que lo pienso, llegamos al mismo tiempo. Ambos estudiábamos en lugares distintos, él en la que tu asistes y yo, en la universidad del sur, pero siempre nos encontrábamos en el subterráneo de regreso a casa.

—Y así comenzaron a hablar. Supongo. —interrumpió Tenten.

—Asi es. Ese momento fue el inicio de mi fin. —aclaró su garganta— Todo era maravilloso los primeros dos meses. Tal y como lo fue entre ustedes dos, pero, nosotros como amigos. Fue hasta que ambos conocimos a una chica llamada Meli. Ella y yo salimos por un tiempo y Gaara sabía que me gustaba mucho, así que..

Neji paró por un segundo para evitar desmoronarse.

La chica se sentó de lado junto a él y le tomó de las manos para brindarle apoyo.

No lo apresuró a terminar de inmediato.

—Si quieres podemos dejarlo hasta aquí. No quiero que te sientas mal.

—No. Nada de eso. —secó las pocas lágrimas que habían dejado sus ojos— Continuaré. Aunque él sabía mis sentimientos por ella, de alguna u otra forma se encargó de lavarle la cabeza y terminó acostándose con él un 14 de febrero. Ese mismo día la dejé y me alejé de Gaara, pero él no me lo haría tan fácil: insistió en hablar y en olvidar todo, continuar con la amistad que teníamos. Claro, me negué.

—¿Después? —insistió.

—Bueno, después vino su venganza. De verdad hizo que me arrepintiera. —los ojos azules pedían más información, queriendo saber lo obvio— Derramó ácido en mis ojos.

Para el chico hablar de eso ya era sumamente normal, a diferencia de su novia.

—¿Cómo? ¿Él es el culpable de que ya no veas?

—Así es. Después de su chistecito lo obligué a alejarse o levantaría una demanda. Así que no volvió a molestarme.

Hubo un amargo silencio que abrazó ese momento. Totalmente fastidioso.

Tenten notaba a kilómetros que Neji ya no podría continuar hablando de ello, y no lo obligaría.

—¿Quieres ir a buscar nuestros disfraces para la gran noche? —cambió de tema.

Day Dream 》NejitenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora