"Nota #3. ¿Puedes creer que es la tercera vez que te escribo? Yo no, apenas y te conozco, pero simplemente no lo puedo evitar :) En fin, ten lindo día"
Si, de nuevo encontré una nota deslizada por debajo de mi puerta al despertar.
A decir verdad, no tenía ni la menor idea de la identidad de la persona que me mandaba aquellas notas, en esta semana he conocido a muchas: la recepcionista Ino con quien suelo charlar antes de salir a la Universidad, Lee, el entrenador del gimnasio del edificio que corre a mi lado los sábados por la mañana, Gaara, que me invita un café los viernes por la noche y Neji, a quien me encuentro todos los días en el ascensor y hablamos de cosas sin importancia: clima, noticias, escuela, etc.
Asi que no tengo la maldita idea de quién sea, aunque debo admitir que me gusta imaginar que se trata de Gaara, es un lindo chico y con demasiada buena vibra.
—¿En qué piensas? —preguntó el Hyuga detrás de mí.
Vestía sus gafas oscuras, su bastón y su inconfundible sonrisa.
—Nada. ¿Por qué?
—Porque has estado parada frente a tu puerta por unos cinco minutos sin decir nada. En algo debes estar pensando, o solo estabas admirando mi obvia belleza.
Esbocé una sonrisa acompañada de una risa. Él hizo lo mismo.
—¿Y tú qué haces aquí? ¿Espiabas a algún vecino o tratabas de hablar conmigo, la chica más guapa del mundo? —pregunté imitando su vanidad.
Neji, como siempre, sonrió y relamió sus labios en busca de alguna excusa, la cual nunca llegó.
—Me has atrapado. Venía a ver lo bella que eres, metafóricamente porque como sabes no veo.
Ese comentario me incomodó de cierta manera, no sé cómo reaccionar ante ello, aunque a él parece no molestarle.
—Eh, bueno, yo estaba tratando de adivinar quién me deja cursis notas debajo de mi puerta.
La respuesta era claramente para evadir la incomodidad.
—Me alegra que te parezcan cursis. —comentó— Me esfuerzo al escribirlas.
—Estás bromeando, ¿no?
Él negó con la cabeza.
Un chico invidente me ha estado coqueteando, ¿eso tiene algo de coherencia? Es decir, no quiero ofenderlo, pero ¡es ciego! ¿Cómo podría yo gustarle sin siquiera saber cómo soy?
—Debo haberte dejado sin palabras. ¡Soy excelente!
"Efectivamente, amigo Neji. Me has dejado sin palabras." pensé.
Caminé a él y sonreí, aunque sabía que él no me vería.
—Debo irme. Nos vemos en un rato. —me despedí.
Asintió y siguió su camino a la habitación 9M, donde su amigo Sasuke vive; yo por mi lado, decidí tomar las escaleras en lugar del ascensor: en eso, un mensaje de texto llega a mi celular.
"¡Tenten! ¿Te animas a ir al cine ahora mismo? Tengo un boleto extra y sería fabuloso que fueras conmigo.
Atte: Gaara."
