Elliot.
(Edad: 10 años)
Me sentía muy mal, padre me dijo que no saliera de mi habitación para que no me vieran, hace mucho que me dice lo mismo, pero hoy, hoy me siento terriblemente mal, siento como si toda la fuerza que tuviera en mi cuerpo se hubiera ido.
No he podido levantarme de mi cama, no he tenido las fuerzas como para irme a bañar tan siquiera.
Las dos sirvientas que vienen siempre hace mucho que dejaron el agua con las esencias para poder darme una ducha.Doy vueltas en mi cama y veo como estoy dejando una capa de sudor, me regañaron luego de esto.
De un momento a otro, siento dolor en todo mi cuerpo, y como de forma drástica mi fiebre aumenta, y es ahí cuando recuerdo algo y entiendo que me pasa.Me estoy presentando y no sé en qué forma.
Lo único que puedo pensar es, necesito ayuda urgente y no se a quien pedírsela, porque no puedo salir, no tengo fuerzas y no se en quien puedo confiar.
El dolor aumenta, con ello el calor, y me siento tan débil y tan mal, que solo se que empiezo a ver negro, y dejó de tener el control total sobre mi cuerpo.
…
Cuando despierto, lo único que veo es a padre con mis dos hermanas, él tiene una mirada de decepción en su rostro.
- ¿Qué ha pasado? - preguntó con la voz un poco ronca.
Carraspeo un poco después de hablar, y es ahí cuando padre me mira, y sólo dice.
- Eres una escoria Omega.