Capítulo 18: "Reinicio"

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AL DÍA SIGUIENTE...






















NARRA ADDY:

AÚN NOS QUEDABA UN DÍA
DE ESTANCIA EN BERGEN ANTES DE VOLVER a New York por eso mismo hoy 30 de Julio Gwen y yo estábamos comprando más cosas que mejor que ropa.

Según ella había echo todo un itinerario completo para pasar tiempo juntas sin preocuparnos
por el trabajo y cosas de esas.

Realmente creo que toda la
ropa que me había obligado a comprar no cabría en mis pobres maletas pero lo hacía para mantenerla feliz después de todo lo merecía. Luego de ir como a dos tiendas departamentales de ropa llegamos a una donde todo
era ropa de bebé. ¿El por qué? Gwen tenía un bebé de dos años.

Mientras ella compraba y compraba todo lo que veía que
le quedaba a su Evan yo veía por la ventana la nieve caer. Ahora mismo quisiera estar en casa de Alan abrazandonos pero aquí estaba en esta tienda aburrida.

Como estaba aburrida decidí dejar que los ánimos de Gwen me envolvieran. No supe el porque pero estar aquí me enternecía es que ver esa diminuta ropa era lo más tierno que veía en mi vida.

Addy: ¿Bueno ya terminaste? --pregunté cruzada de brazos, Gwen salió de ese laberinto con tres enormes bolsas de ropa.

Gwen: Gracias por acompañarme, eres la mejor.

Addy: Si eso ya lo he escuchado
--mascullé entre dientes como ella había dicho el día de ayer --. Oye, ¿Qué tal si vamos a comer? Muero se hambre.

Ella asintió y luego de pagar un cuenton pudimos irnos de allí con rumbo a la primera cafetería que vimos en el camino. Algo malo de este dichoso itinerario es que mi querida mánager no planeo algo que incluyera comida y peor si no habíamos almorzado antes.

Gwen pidió huevos con beicon, café negro y de postre un pequeño cupcake con chispitas. Yo por mi parte órdene hot cakes con mucha miel y fruta y chocolate caliente.

Mientras esperaba mi orden estaba entretenida en mi móvil mensajeando con Alan. Gwen por su lado hablaba con alguien y después de minutos colgó.

Gwen: Se te van a caer los ojos --se burló y yo seguí con lo mio hasta que la mesera llegó con la comida.

Ambas le agradecimos y en silencio comenzamos a comer.

Gwen: ¿Y bien? --dijo luego
de un silencio, yo espere a que terminará de decir lo que diría
--. ¿Qué tal tu noche en casa de
TU NOVIO?

Necesite un trago de mi
chocolate después de que casi
me atragantaba con el maldito pedazo de hot cake. Gwen rápidamente se acercó a mí para palmear mi espalda. Cuando me recompuse sentía mis mejillas tan rojas como tomates y la mirada de Gwen era la de una interrogadora.

Addy: Em... fue... ¿buena? --
dije riendo nerviosa, ¿por qué quería saber eso? --. ¿A qué se debe este interrogatorio?

Gwen: ¡Aja estas nerviosa!

Addy: Si tú, ¿Por qué debería estarlo? --pregunté como si nada de lo que decía me afectará cuando si lo hacía en realidad.

Gwen: Hiciste algo malo,
conozco esa cara sonrojada --dedujó y juro que quise que la tierra de abriera y me tragara
--. ¿Acaso ustedes dos...?

Asentí rendida, mis mejillas estaban a nada de explotar.
Maldita Gwen sabelotodo.

Gwen: ¡Lo sabía, lo sabía!

LO INESPERADO | ALAN WALKER Y TU | E N  E D I C I Ó N Donde viven las historias. Descúbrelo ahora