RETORNOS INESPERADOS

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DESCONOCIDA

––¡Llevamos tres días y aún no tenemos nada! –– exclamó Asher en tono exasperado, ganándose un golpe en el hombro de mi parte. –– ¡Concéntrate en la carretera, Elizabeth!

––¡Entonces, deja de soltar gilipolleces y sé positivo! –– solté bruscamente, sin despegar mi vista de la vía. –– Aún nos queda tiempo.

––¿Qué haremos cuando los veamos? ––me cuestionó con preocupación. –– Se estipularon ciertas reglas, Beth.

––Primero lleguemos a Beacon Hills y después veremos. –– respondí un poco nerviosa por volver a verlos. –– Nunca tuvieron que provocarlo, joder.

Asher soltó una maldición y yo solté un suspiro de alivio, a pocos metros pude divisar una gasolinera, necesitaba llegar a Beacon Hills antes de que fuese demasiado tarde.

Le advertí a Asher que no saliese, no me perdonaría que le sucediese algo y mucho menos en este tiempo, debíamos salir con vida ambos para poder cumplir lo que les prometimos.

SCOTT

––Deaton dejó claro que se han manifestado varios ataques, alrededor de Beacon Hills. –– comentó Derek en tono severo.

––Bueno, puede que alguna manada esté descontenta o quieran apropiarse de este territorio, podremos con ellos Derek. –– respondí sin demasiada preocupación, mientras trataba de percibir la presencia de Malia, ella estaba lejos y eso me inquietaba.

Derek no pasó por desapercibida mis acciones, pero no tenía tiempo para darle explicaciones, pensé que el motivo de su retorno sería por algo más peligroso, ambos nos encontrábamos en el comedor y tenía asuntos mejores de los que preocuparme.

––¿Te sucede algo, Scott? –– me cuestionó en tono intrigado. –– Apestas a desesperación.

––Tuve una pesadilla y tengo que encontrar a Malia, tengo un mal presentimiento. –– confesé rápidamente y me levanté sin mucho esmero. –– Hablamos más tarde, Derek.

––Espera, Scott. –– añadió Hale con determinación.

Antes de que pudiese salir de mi hogar, noté cómo Derek se había situado rápidamente en la puerta que me permitía salir, gruñí, ante tal impedimento, por otro lado, Derek me observó perplejo.

¿Acaso no entendía que tenía que verla?

–– De verdad, necesito salir. –– espeté un poco nervioso, pero Derek hizo caso omiso. –– Joder...¡Déjame salir!

––¿Qué demonios te sucede, McCall? –– me cuestionó entrecortadamente con sus ojos cambiados de color. ––¡Contesta!

Cuando quise darme cuenta, mis garras estaban presionando de manera violenta el cuello del hombre lobo, provocando que me paralizase, lo solté rápidamente y cuando levanté mi mirada, Derek seguía sorprendido ante mi acción.

––Y-yo... No sé qué me sucedió. –– murmuré en un tono más tranquilo. –– Creo... No sé por qué actué así.

––¿Qué sucede realmente Scott? –– me preguntó con cierta preocupación.

––Perdí un poco el control. –– susurré sin mirarlo a los ojos. –– Y-yo tuve una pesadilla sobre Lia y ... Disculpa, Derek.

––¿Las cosas van bien, entre ustedes? –– inquirió cauteloso y asentí sin mucho entusiasmo. ––Me quedaré hasta que ella vuelva, no pareces estar bien.

––Solo... Lo siento, de verdad. –– susurré en tono perdido, notando como su mano se posaba en mi hombro, tratando de reconfortarme. –– No sé qué me pasó.

MADNESS (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora