RECUERDOS QUE QUEMAN

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Su mirada me agobiaba, aunque no lo mirase directamente, sabía que era él, Scott claramente notó mi preocupación, sin embargo, lo excusé bajo la multitud ebria que nos rodeaba, mi pareja asintió de manera no tan convencida.

"Él no tiene punto de comparación ni con el cobarde de Stiles, ni con el caliente-traidor de Raeken" dictaminó mi consciencia de tal manera que, me jodía aún más.

La gota que colmó el vaso en ese momento, fue cuando Stiles comenzó a bailar con Lydia en la pista de baile de forma tan obscena que Scott y yo acabamos mirándonos a los ojos con la expresión de "¿Que narices?".

No acabó allí, al parecer Lydia estaba encantada o tan borracha como Stiles que no puso ninguna pega al comenzar a liarse con él y no de una forma muy amorosa. Decidí en ese momento que tuve suficiente y decidí irme al baño.

Una vez en el lavabo, me observé en el espejo y procedí refrescarme el rostro, realmente lo necesitaba, no obstante, todo se jodió cuando sentí su presencia.

-¿No te cansas?-le cuestioné de manera cansada, negándome a ver su rostro porque sabía lo que me transmitirían sus ojos.

-Este es el único momento en el puedo conversar contigo, ya que ni tu novio, ni el imbécil de Stiles te dejarían hablar conmigo a solas.-me respondió con frialdad, escuchando cómo sus pasos se acercaban.

-¿No me vas a dejar en paz o qué, Theo? ¿No ves que jamás, volveré a confiar en ti?- esta vez mi voz salió exhausta ya de toda esta situación.

-Hubo un tiempo en el no decías lo mismo, sé que lo jodí... Pero merezco que escuches mi parte... ¿de acuerdo? – me respondió con voz suplicante.

Lo mejor era irme, por lo que comencé a dirigirme hacia la puerta, pero con un movimiento rápido acabé aplastada contra la pared del baño y con Theo aplastándome, demasiado cerca de mí.

-Esta vez me vas a escuchar Malia- me dijo mirándome directamente a los ojos – Tú me vas a escuchar.

Mi rostro empezó a adoptar un tono rojizo de esos en los que me comenzaba a cabrear y comencé a recordar , porque acabé metiéndome con él.

Cuando volvimos, Theo decidió que lo mejor era que él condujese, aunque hubo un momento en el que paro y comenzó a acercarse a mí, más concreto a mi cuello y empezó a dejar besos sobre este. Estaba agitada y sabía quien era el causante de esto, pero me limité a apartarme y pude jurar que ese acto, me dolió.

-No podemos, tengo pareja.- le dije sin mirarlo a los ojos directamente, ni Stiles me había excitado tán rápido como él.

-Puedo oler tu excitación desde aquí Malia- me susurró a escasos centímetros de mi cara. – ¿O es por Stiles?-escuché como se comenzaba a reír y no pude evitar sentirme enfurecida por incluirlo a la conversación.-Preciosa, él jamás te amó, si lo hubiese hecho ¿Por qué corre detrás de la estúpida de Lydia vez que tiene una oportunidad? ¿No te cansas de fingir que todo va bien?

No pude contradecirlo porque era verdad, él jamás me amaría como yo lo hacía y por ello, esa noche no pude negarme a sucumbir ante Theo, él sabía lo que intentaba hacer, los planes de matar a mi madre y sabía que odiaba intentar comportarme como una humana cuando realmente mis sentidos eran más animales que racionales.

En ese instante no dudé en besarlo, por la manera en la que me correspondió supe que él ya lo estaba deseando desde hace tiempo. Se separó un momento de mí y gruñí ante aquel acto, él me respondió con una suave carcajada, el muy estúpido-caliente Theo Raeken se burlaba de mí.

-Si vamos a hacer esto quiero que sepas que no hay marcha atrás.- espetó, mirándome con seriedad con las pupilas dilatadas-Y no voy a ser delicado Malia, desde este momento todo cambia y debes saberlo.- cuando acabó con tood el discurso innecesario, estampé sus labios sobre los míos y desesperada por quitarle la camisa se la acabé desgarrando, él no se quedó atrás pues sus garras hicieron lo mismo con la mi vestimenta, al final, decidió ponerse encima de mí y en preciso instante supe que esto lo cambaría todo.

-Aún lo recuerdas-no me preguntó, sino más bien afirmó en tono suave, pasando una mano por mi frente.

-Fue un error- le contesté, dándole un manotazo de manera brusca, lo que logró que la quimiera rodase sus ojos.

-Quiero que me escuches aunque sea una última vez Malia, después de esto no te buscaré más, pero necesito que me escuches.- sentí su aliento más cerca de mi rostro y supe que estaba jodida, no me quedaba otra opción.

-Mals ¿estás ahí?- intervino una Lydia muy borracha.

"No me jodas ¿ es en serio?"

-¿Por qué no la dejamos entrar? – me susurró Theo en tono burlesco y lo pegué más a mí, advirtiéndole con la mirada que no se atreviese a hacerlo. – Que sepa realmente lo que pasó entre nosotros, Malia Hale.

-¿No te cansas? – murmuré enfadada y se limitó a encogerse de hombros, estaba dispuesto a responder, pero le tapé la boca con una mano. – No quiero saberlo, solo cállate.

-Mals...¿Te ayudo? – preguntó en tono preocupado una Lydia, que se me estaba haciendo pesada por estos momentos. – ¡Qué diablos! ¡Voy a entrar, Mals!

-¡No! – exclamé con temor y Theo quise separase de mí, no obstante, lo agarré y lo estampé contra mí. - ¡Necesito un tampón, Lydia!

-¡Deberías haber empezado por ahí, Mals! –soltó con una carcajada Lydia sin entrar. – En unos diez minutos vuelvo.

Solté un suspiro y solté a Theo, esto no podía volverse a repetir. La quimiera se me quedó observando y comenzó a reírse, parecía que le hubiesen contado un chiste bastante bueno y mis ganas de noquearlo, aumentaron por cada segundo que pasaba.

-Eres una actriz espectacular, la verdad. – manifestó tras acabar de reírse, volviendo a acercarse a mí, antes de que me tocase, me alejé. - ¿Tienes miedo de qué tu novio se decepcioné de ti, al saber lo nuestro?

- Nunca hubo un lo "nuestro", Theo. – solté lo más brusca posible, tratando de dejar claro en el punto que estábamos ahora mismo. – Lo que pudo haber, tú lo acabaste jodiendo.

-Quiero arreglarlo. – confesó y por un momento, noté sinceridad en sus palabras, sin embargo, fiarme de él, no era una opción. – No me malentiendas Malia, quiero... Redimirme.

-¿Por eso, me has amenazado hace un par de segundos con contarles a todos lo que pasó entre nosotros? – demandé con ironía. –No te creo, Theo.

-Quiero a alguien. – manifestó en tono... ¿Tímido? Cuando lo menciono, noté que se pasó una mano por su cabellera, podía olisquear la incomodidad que le provocaba mencionar eso. – Por una vez, tengo... Ganas de redimirme, sé que no me lo merezco, sin embargo... Quiero hacer algo bien, lo que pueda...

-¿Hizo falta que te enamorases para darte cuenta, de todo lo que provocaste? – cuestioné estupefacta y Theo se tornó más serio a medida que le formulaba la cuestión. – Esa persona no te corresponde...¿Cierto?

-Debes estar contenta, pues no soy su tipo. – escupió con una risa amargada y por un mísero segundo, sentí un poco de pena por él. – Ni se te ocurra Malia, no quiero ese jodido sentimiento y mucho menos, por parte de ti. Puedo olisquear lo que te estoy provocando ahora mismo, solo quiero... Pedir perdón por lo que te hice, esto es nuevo para mí.

MADNESS (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora