El despertador ya llevaba rato sonando pero lo que me despertó definitivamente fue ver la escena de Jack erizado tratando de atacarlo, solté una carcajada.
-Cállate, maldita máquina de matar -dije en broma y lo apagué, levantándome para ir a la escuela. Dejé a Jack en la casa y me fui en bicicleta. Era viernes y con ello, mi cumpleaños.
El día en el colegio transcurrió normal con una excepción, Astrid no me hablaba, lo que me obligó a vagar solo por todo el colegio y dibujar. No es que tenga muchos amigos dentro del colegio... ni fuera. Esta bien, suena depresivo pero no tenía más amigos que Astrid.
En fin, mi extraña obsesión siempre ha sido modificar todo lo que pasa a mi alrededor mediante dibujos, incluyendo a los personajes. Por ejemplo, al señor Norte del almacén de la esquina lo hice como Santa Claus. Dibujé al tío Bunny con mucho pelo y con su típico aire rudo, con cola de conejo y una orejas, reí al verlo con esa apariencia, seguramente se molestaba si lo viera. A su hermana, la tía tooth, la dibujé con plumas, muchos colores y alas. Con unas mini-haditas a su alrededor que representan mis futuras primas trillizas que vienen en camino. A Astrid la dibujé como una vikinga, muy ruda, al igual que mi papá. Mi protectora de matones. A mi tío Sandy lo dibujé con trajes dorados al igual que su pelo en una pequeña nube de polvo, le quedaba bien el color, tal vez por eso siempre lo usaba. A Pitch, el bravucón que siempre me molesta, lo dibuje como un monstruo de arena negra.
Me senté debajo de un árbol y me dispuse a dibujar. Primero hice una cabeza, luego un cuerpo totalmente humano, pies descalzos, una chamarra azul y pantalones rotos. Pelo banco y desordenado y ojos azules, con el detalle de un cayado en sus manos. Lo hice reflejando a mi gato Jack, así que al lado escribí "Jack Frost" y dí por terminado mi dibujo.
-Dame eso- dijo Pitch quitándome mi libreta, no me había dado cuenta de que él y sus amigos estaban al frente mío - ¿Jack frost? ¿Quién es, tu novio? - Rieron y yo me quedé callado- Eres patético, Hipo -Tiró mi libreta al suelo y se fueron riendo.
Recogí mi libreta y me fui a casa, ya no tenía a Astrid para que me protegiera así que simplemente... simplemente me jodía. Siempre había sido un cobarde, tal vez porque prácticamente no tengo músculos en mi cuerpo. Me daba tanta rabia no tener fuerza ni valentía para enfrentarme a ellos.
Me jodía.
Pasé por el supermercado a comprar una caja de arena, platos y comida para gatos, y como detalle, un juguete para rascar. Llegué a mi casa y Jack me recibió maullando, seguramente tenía hambre. Al ir a la cocina y vi un pastel con velas y una nota.
"Feliz cumpleaños, hijo. Siento no estar contigo pero llegaré a las ocho y celebraremos juntos. No me preguntaste si podías quedarte con el gato! En fin, puedes. pero tú te haces cargo, No quiero andar limpiando la arena por todas partes!
Te quiero hijo, espero que hayas tenido un buen día
Tu padre"Sonreí y lleve las cosas del gato a mi habitación. Cuando ya estuvo todo listo y Jack comió como si no hubiese un mañana, se acercó y me mordió el brazo.
-¡Hey! -me quejé y Jack salió corriendo por el pasillo, me quedé agarrándome el brazo cuando volvió y me mordió otra vez y salió corriendo.
"Quiere que juegue con él"
Sonreí y salí a perseguirlo.
Así transcurrió en día, jugando con Jack hasta que llegó mi padre.
-¡Estoy en casa! -dejó dejando las llaves y el mueble que estaba al lado de la puerta.
-¡Hola papá! - dije emocionado, lo veía muy poco y cuando lo hacía aprovechábamos a conversar, ver películas o pasarla bien en casa- ¿cómo te fue en el trabajo?
-Lo que se puede, ¿y tu?
-Lo que se puede, ¿y tu? -le imité, mi papá sonrió y fue a la cocina donde encontró a Jack.
-¿Tiene nombre? -Me preguntó mientras lo tomaba en sus brazos y le acariciaba el pelaje
-Jack.
-Me gusta -lo dejó en el suelo, yo carraspee.
-¿No te olvidas de algo? -dije mirando hacia otro lado, con una sonrisa traviesa.
-Feliz cumpleaños, hijo -me abrazó con mucha fuerza, sonriendo, casi se me partieron los huesos.
-Gracias -reí y se separó entregándome un regalo.- ¡wow, gracias! -me sorprendí al ver que el paquete traía un avión a control remoto, ¡siempre he querido uno! En seguida fui al salón y lo hice andar. Jack lo perseguía, nos la pasamos jugando un buen rato hasta que mi papá me llamó a la cocina y cantamos cumpleaños feliz
-Pide un deseo, Hipo -me dijo.
Y como si fuera en cámara lenta, pensé "deseo encontrar a mi amor verdadero" y soplé las velas. Si, soy un romántico, ¿y qué?. Estaba cansado de sufrir como con Astrid, que nunca me correspondieran.
Los aplausos de papá y saltitos de Jack me sacaron de mi trance. Pensé que de todas formas, nunca se cumplían esos deseos
No sabía lo que me esperaba.
Me fui a adormir a mi habitación con mi gato. Apagué las luces del techo y prendí la pequeña del velador. Observé su dibujo "Jack Frost" sobre el escritorio y se me acosté, quedándome dormido luego de que Jack se acurrucara a mi lado.
ESTÁS LEYENDO
Pequeño Minino
FanfictionHipo encuentra un gato a las afueras de un almacén y en su cumpleaños desea con todo su corazón encontrar en amor verdadero. ¿Sabían que la magia existe?