Hipo encuentra un gato a las afueras de un almacén y en su cumpleaños desea con todo su corazón encontrar en amor verdadero.
¿Sabían que la magia existe?
Advertencia: Este capítulo contiene SMUT, SNFW, HARD, +18 o como quieran llamarlo. En resumen: Sexo. xd
Recomendación: Leer con las canciones que se colocarán en el momento (le pone su toque, perrito). Son: I Wanna Be Yours de los Arctic Monkeys y Wild Heart de los Bleachers.
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Ese día en la mañana, Tooth fue a dejar a los trillizos al departamento de Jack e Hipo, los tres no se hacían mucho problema de que sus padres trabajaran también los sábados, ¡el tiempo pasaba volando con sus primos mayores! Jack los llenaba de juegos divertidos e Hipo les mostraba libros de animales extraños que traía de sus clases universitarias, explicándoles las maravillas escondidas en cada uno de ellos.
-Este pequeño -mostró una de las páginas a los pequeños, quienes estaban sentados en forma india en la alfombra, también lo estaba Hipo frente a ellos- se llama Axolotl.
-¿Por qué tiene un nombre tan raro? -preguntó Perla, la más pequeña por segundos, cuando ella nació, tenía los ojos y el pelo negro, pero por alguna razón ambos se habían aclarado hasta llegar a marrón casi rubio.
-Porque viene de un antiguo idioma de otro país -rió Hipo, luego continuó- este pequeño vive en el mar, pero hay un problema, ¡la contaminación en el agua los pone en peligro! -los chicos jadearon con susto.
- Bueno, ¿podemos hacer algo al respecto? -preguntó Cadence levantando una de sus manos, ella definitivamente era la más práctica aún a sus cuatro años. Se notaba, era un poco más madura que sus hermanos.
-¡Claro que podemos! -saltó Chimuelo, Hipo le tenía especial apreció a él. Se parecía un poco a Jack, ambos eran impulsivos, alegres e inquietos.
Hablando de, justamente se estaba escuchado un sonido de llaves chocando y la puerta abrirse.
-¡Jack! -exclamaron los tres pequeños al unísono, levantándose apresuradamente y corrieron a recibir al recién llegado.
-¡Hey! ¿Cómo están, duendecillos? -el albino se agachó para abrazarlos a los tres de una vez con una gran sonrisa. Hipo se levantó del suelo, mirando la escena con una sonrisa enternecida- Esperen, esperen. Creo que tengo algo aquí -los miró con picardía y metió la mano en una de las bolsas que traía.
-¿Qué es? ¿Son dulces, son regalos? -los tres saltaron emocionados.
-¡Ambos! -sacó tres muñecos en miniatura, tenían en su interior bolitas de azúcar. Los niños los tomaron con impaciencia y comenzaron correr y jugar con ellos. Hipo rodó los ojos y fue donde su novio.
-Acabas de arruinar mi charla de cuidado medioambiental -le dijo, el otro simplemente lo abrazó y le besó en los labios, eso hizo al moreno reír- ¿conseguiste el puesto? -dijo mirándole, Jack suspiró.
-No lo sé. No será muy fácil que me vuelvan a llamar, están reacios a dejar entrar al equipo solo a quienes tengan un título -permanecieron en silencio. Hipo era el único que estaba estudiando y recién iba en el primer semestre de universidad a sus veintiún años, el mayor de la clases sin duda. Había trabajado desde los diecisiete para poder ayudar a su padre a pagarla, pero definitivamente Jack no tuvo ninguna oportunidad de asistir- pero no te preocupes -le besó la mejilla y revolvió su pelo- seguiré intentando.