Nuevos integrantes a la familia 👼👼👿

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-¡Despierta! ¡Despierta, dormilón! ¡Hipo, vamos, despierta! -Los saltos en la cama molestaban aún más que los gritos. Hipo no comprendía, por todos los Dioses, por qué Jack estaba haciendo semejante alboroto en la mañana.

-¿Q-Qué? ¿Jack, qué te pasa?

-¿Lo olvidaste? -preguntó tratando de sonar triste haciendo un puchero- ¡dijiste que iríamos al parque de diversiones! -pero estaba tan feliz que no podía ocultar su emoción. Desde que Estoico le había contado experiencias divertidas de Hipo, su madre y Estoico, lo único que deseaba era ir a crear nuevos momentos de felicidad con el castaño.

-Pero no tiene que ser ahora, estará abierto toda la tarde -dijo con pereza y se enroscó aún más en las sábanas.

-Oh vaaaamos, por favor -Jack se lanzó sobre él y lo con fuerza (tal vez mucha) a Hipo por sobre las sábanas- ¡por favor!

-Ugh -se quejó con pesadez- bien, vamos.

-¡Yay! -Jack brincó de la cama y se puso a dar saltitos.

-Animal- dijo en broma Hipo y Jack le besó.

Estoico simplemente suspiraba, no iba a ir con los niños pero aún así le entraba una nostalgia inmensa. Los tiempos en los que iban como familia eran preciosos, valiosos. Y cuando iban Valka y él estando apenas enamorados. Sonrió, Valka siempre sería la mujer de su vida.

-¡Adiós, papá!- se despidió su hijo, el que había formado con una maravillosa mujer y le apreciaba tanto. No lo decía, pero estaba sumamente orgulloso de ese muchacho.

-¡Adiós, Estoico!- Se despidió el extraño niño que, por lo que ha logrado ver (¡Claro que lo vio!)), es pareja de su hijo.

-¡Adiós, chicos!- sonrió y tomó un sorbo de su tasa de café.

El lugar no estaba tan repleto, era bastante temprano, pero aún así se veían chicos de todas las edades emocionados por subirse al entretenimiento de turno.

-¡Vamos a la montaña rusa!- Los ojos de Jack tintineaban de la emoción y aunque ese tipo de entretención no era precisamente su favorita, no podía negarse a Jack. Después de hacer la fila (no tan larga, gracias a la hora) subieron a los andenes de la montaña.

Es que no es que Hipo se mareara, es que le daba miedo. ¿Y si se caía? ¿Y si iba demasiado rápido y chocaba? ¿Y si los frenos fallaban? ¿Y si...? ¿Y si...?

El andén empezó a avanzar y sin anestesia dio un giro brusco hacia arriba.

-Oh, Dioses- ya estando en la cima se dejó caer sin tapujos tan fuerte como el carrusel lo permitía. Hipo rió, era realmente divertido una vez que, con la primera caída, tus miedos desaparecían. Y así comenzó la diversión. Se mojaron muchísimo en los juegos donde el agua era la principal atracción, menos mal que hacía calor, que si no vaya resfriado que se pegaban.
Las montañas rusas eran lo mejor cuando Hipo dejaba de rezar a todas las deidades existentes que por favor no les sucediera nada. La casa del terror, sinceramente, no era la gran cosa. Jack había imaginado la típica escena de "novio asustadizo" pero no fue el caso.

Espera un momento.

-Oh... -Jack empezó a jugar nerviosamente con sus manos cuando se dio cuenta, nunca le había pedido noviazgo a Hipo. Y es que con sus instintos animales solo tenía en cuenta que con darse cariño mutuo era suficiente. Pero el ya no era un animal, ahora era un humano y debía comportarse como tal.

-¿Qué pasa? -preguntó el chiquillo que tanto quería, mirándolo con sus bellos ojos verdes.

-Eh, yo...-en seguida se puso nervioso- Hipo -le miró- quieres ser mi...

Jack quiso tirarse de un edificio cuando el sonido del teléfono de Hipo interrumpió su importantísima petición.

-Espera, es papá- dijo el pequeño castaño (¡¡sin-entender-la-seriedad-de-la-situación!!)
"Tranquilo, Jack, no te frustres" se dijo.

La cara de Hipo cambió repentinamente a un pálido hoja.

-¿Qué pasa?-preguntó preocupado, pero Hipo seguía atento al teléfono, los colores estaban volviendo a la cara.

-B-Bien, va-vamos para allá -cortó, casi se le cae el teléfono de lo tembloroso que estaba- JACK - le gritó Hipo.

-¡¿QUÉ?! -respondió en el mismo tono Jack por el susto.

-¡¡AAH!! -gritó Hipo en histeria.

-¡¡AAH!!- le siguió Jack, asustado del comportamiento del castaño- ¡¿QUÉ PASA, POR DIOS?!-no dudaban en que la gente los estaban mirando raro.

-¡¡La tía Tooth va a tener a las bebés!!

-¡¿QUÉ?! ¡¿Ahora?!

-¡Sí, vamos!

Más ansiosos que nerviosos alcanzaron un transporte público y fueron hasta el hospital que Estoico les indicó. Sus corazones palpitaban tan rápido como caballo en trote, anduvieron corriendo por las escaleras. Pensando a toda velocidad, la emoción era tanta, tan rebosante... es que para Hipo, su tía era simplemente genial. Trabajadora, alegre, exitosa, buena consejera y comprensiva. Ella era una de las pocas personas que lo ayudó moralmente cuando su mamá murió.

Al llegar a la sala... se encontraron con el espectáculo. Ahí estaba ella, tan hermosa como siempre. Con su largo cabello castaño sobre sus hombros. Cansada por el parto, pero con una brillante sonrisa. Hipo se echó a llorar una vez vio las tres preciosuras que se acomodaban, de alguna manera, entre sus brazos.

-Hipo- dijo la mujer, conmovida por el comportamiento de su sobrino. Estoico estaba también presente. Jack simplemente le abrazó hasta que se tranquilizó, se acercó a Toothiana.

-¿Cómo se llaman?-le acarició la mejilla a su tía.

-Bueno... Eemei -su esposo- eligió un nombre -miró hacia la izquierda- ella se llama Perla -Luego miro a la del medio- ella se llama Cadence, yo lo elegí -había otro bebé, que a diferencia de sus hermanas, era chico- quiero que tu elijas el nombre del él.

-¿Qué?- el pequeño sin nombre fue puesto en los brazos de Hipo. Tooth había tomado esa decisión simplemente porque amaba a Hipo con toda su alma y sabía que era un gran chico. Hipo miró a la criatura, fea como todos los bebés, pero traía consigo un sentimiento tan grande que no dejaba de verse hermoso. El pequeño abrió los ojos. ¡Oh, Dioses, había abierto los ojitos! Hipo pudo admirar esos lindos ojos verdes, eran iguales a los de su tía pero tenía el pelo negro de su padre. El pequeño rió. Se veía gracioso sin dientes.

-Aún eres desdentado -rió Hipo- aún eres... -Una lámpara brilló sobre su cabeza, miró a Jack, luego a Estoico y finalmente a los nuevos padres- Chimuelo.

 -Una lámpara brilló sobre su cabeza, miró a Jack, luego a Estoico y finalmente a los nuevos padres- Chimuelo

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