Parte 5 😸

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Narra Estoico

Otro día de trabajo en la fábrica, es algo duro y hay que dedicarle mucho tiempo, pero me encanta ver a los niños jugar con lo que creo y diseño. El problema es que no puedo pasar mucho tiempo con Hipo. Él es mi vida pero si quiero que tenga un hogar y comida... tengo que sacrificar tiempos con él. Desde que murió mi esposa todo se ha hecho muy difícil...

Abrí la puerta de mi hogar y puse mis llaves en el mueble.

-Estoy en casa- anuncié como todos los días pero nadie contestó, ya era raro que mi hijo no me recibiera en la puerta- ¿Hipo? -dije de nuevo, fui a la cocina y ni rastros de una nota o del gato, luego revisé el salón y encontré algo por lo menos curioso- ¿Qué? - vi a mi hijo profundamente dormido en el sofá con un chico de cabellos blancos acurrucado sobre él. ¿Mi hijo tenía amigos? No sabía que los tenía aparte de Astrid. El chico anónimo despertó y me miró fijamente, tenía los ojos azules, pareciera como si ya los hubiera visto en alguna parte...

Moví mi mano en señal de saludo, el chico dobló un poco su cabeza hacia un lado y se estiró extrañamente, como si fuera un gato. Se sentó en sus propias piernas y llamó a mi hijo.

-Hipo, hey -mi hijo despertó, lo miró a él y luego me miró a mí saliendo de su trance.

-¡Ah! ¡Hola, papá! -dijo levantándose y viéndome con una sonrisa nerviosa.

-Hola... ¿quién es él? -pregunté señalando al chico quien seguía sentado en el sillón mirándome con los ojos muy abiertos.

-El es... - El chico siguió mirándonos, sonrió, se levantó y se acercó a nosotros.

-¡Hola! -Dijo aún con la sonrisa en el rostro- soy Jack, ¿me recuerda? -No entendí nada, ¿quién era Jack? No conocía a nadie con ese nombre y juraría no haber visto a este chico en mi vida.

-Se quedará a dormir -Mencionó Hipo interrumpiendo mis pensamientos- ¿puede?

-¿Supongo? -respondí, no conocía a ese chico, aún me falta procesar la información. A lo mejor es un amigo de la infancia o simplemente me estaba confundiendo con otra persona -bueno, ¿quieren almorzar? -pregunté animado, ¡mi hijo al fin se conseguía un amigo!

-¡Sí, estoy muerto de hambre! -exclamó Jack con entusiasmo y mi hijo rió.

-¿Qué hay de almuerzo, papá? -me preguntó.

-Pollo con papas fritas -dije sabiendo que se alegrarían. Mi hijo saltó de alegría pero el chico alvino parecía no entender- ¿lo has probado? -Pregunté y el chico negó con la cabeza- ¡pues ahora lo probarás! -dije con una sonrisa.

 Mi hijo saltó de alegría pero el chico alvino parecía no entender- ¿lo has probado? -Pregunté y el chico negó con la cabeza- ¡pues ahora lo probarás! -dije con una sonrisa

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Narra Hipo

Woah, era un milagro que mi papá no sospechara ¿pero como haría para que se quedara los demás días?

-Hipo... -susurró Jack- ¿cómo se come eso? -susurró a mi oído lo que provocó que un escalofrío recorriera todo mi cuerpo. A escondidas de mi padre saqué unos cubiertos y le enseñé a Jack como usarlos hasta que finalmente el almuerzo estuvo listo y nos sentamos en la mesa a comer.

-Y...- mi papá inició la conversación- ¿de dónde eres? Nunca te había visto por aquí.

-Bueno... sinceramente no sé -dijo Jack- mis papás me dejaron aquí hace unos días y desde entonces he rondado por la ciudad...

Vi la cara de sorpresa de mi padre, parecía no poder creérselo.

-¿Vives en la calle? -preguntó sorprendido. Yo solo rogaba por que no llamara a servicios sociales.

-Bueno... hasta ayer.

-¿Qué?

-Que no tiene donde quedarse -interrumpí antes de que Jack digiera lo que obviamente mi papá no iba a creer- y me preguntaba si... si podría quedarse con nosotros... - mi papá abrió los ojos como platos, realmente no se lo esperaba.

-Emm este... -creo que se estaba estresando con el tema- Por ahora puede quedarse unos días... pero hay que avisarle a servicios sociales...

-¡No es necesario!- Mi papá me miró impactado y yo seguí comiendo como si nada. Jack y yo nos sonreímos y después de almorzar nos fuimos a mi habitación. Dio un salto a la cama y se hizo bolita y me miró coquetamente.

-¿Qué hacemos ahora? -me pregunto con sus ojos bien abiertos.

-No lo sé...- en ese omento se me ocurrió una idea un tanto divertida. Fui a buscar un hilo a mi cajón y en la punta amarré un juguete de gato. Lo empecé a mover y Jack lo perseguía por toda la habitación.

"Adorable" pensé.

"Adorable" pensé

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