Después de todo [Jean x Mikasa]

03: El bar.

5 MESES DESPUÉS DESDE EL ULTIMO PANEL DEL MANGA

- Eres muy bonita, ¿sabías? - murmuró a mi oído un hombre casi de dos metros acercándose.

- Déjame. - le digo apresurando mi camino hasta llegar a mi hogar.

Deje las bolsas de las compras en la mesa, y comencé a sacar todos los productos para acomodarlos en su lugar. Aprendi a ignorar los comentarios de los hombres que insinúan cosas indebidas hacia mí, fue lo mejor que pude hacer: ignorarlos ya que no quiero tener que pelear cada día que pongo un pie afuera de mi casa. Este año he mejorado bastante. Aprendí a canalizar mi tristeza en otra cosa, ya sea como leer, entrenar, cocinar, limpiar, bailar, cantar. Siempre que sentía una recaída me ponía a realizar otra actividad de distracción. Después de tres años sigue siendo muy duro para mí todo lo sucedido, pero luego de que hace cinco meses se acercó un ave a acomodarme la bufanda todo cambió.

Se que puede sonar loco y completamente descabellado pero cuando visite la tumba de Eren, un ave se acercó a colocarme mi bufanda. Tal como él me había dicho. Se que fue él, no lo puedo explicar como lo se. Simplemente era Eren. Él me está mirando, y tengo que seguir adelante tal como intento cada día. Por eso mismo, hoy saldré con los chicos a un bar. Llegaron el día de ayer a la isla nuevamente, siempre andan de un lado al otro pero pudimos organizarnos. La última vez que salí a una bar, hace como unos nueve meses fue una experiencia desastrosa; me emborrache y llore toda la noche. Fue completamente vergonzoso y aún recuerdo a Jean sosteniendome el pelo mientras vomitaba.

Las horas pasaban rápidamente hasta que finalmente se hizo el horario acordado en el cual los chicos iban a venir a mi casa. Estuve toda la tarde limpiando y acomodando los muebles así se encuentra todo en perfecto estado. El ruido del timbre no tardo en llegar, al abrir la puerta me encontré las caras de todo el escuadrón.

- ¡Que linda casa! - exclamó Connie entrando. Es irónico que siempre lo diga cuando me visita.

- Hola Mika. - dijo Armin dejando un beso en mi mejilla, Jean y Connie repitieron lo mismo.

- Toma Mikasa, traje un vino. - me alcanzó Pieck, la miré agradecida.

Todos fueron a sentarse rápidamente al living, la comida iba a estar en unos minutos. No es por halagarme pero era una buena cocinera, esta vez decidí por hacer carne. Los chicos hablaban felizmente. Las cosas no habían cambiado mucho por aquí, todo sigue igual excepto de que Armin y Annie están comprometidos. Estoy muy feliz por ellos.

- Se me hace raro verte con pelo. - le comenté a Connie, dejo de pelarse la cabeza hace tiempo pero aún no me acostumbro a su aspecto. - Luces bien. - agregué y me sonrió ampliamente.

Mientras que todos seguían en lo suyo me dirijo a la cocina a buscar los cubiertos y platos para poner la mesa.

- ¿Necesitas ayuda? - exclamó alguien detrás mio, Jean.

- No es necesario, gracias. - le respondo llevando todos los platos, los cuales me quito de las manos y se dirigió a la mesa. - Gracias. - vuelvo a repetir.

- Deja de decirme gracias, Mika. - susurra agarrando unos vasos para luego colocarlos en la mesa.

- Me gusta tu nuevo look. - le digo sonriendole. Vi que sus mejillas se tornaban más rojizas.

- A mi el tuyo. - contestó mirando hacia otro lado así no notaba sus mejillas sonrojadas, aunque ya lo había hecho.

- A comer. - exclamo estirando la 'r'. Todos aparecieron en el comedor y tomaron asiento velozmente, Connie sin dudarlo fue el primero en servirse.