El palacio estaba de fiesta, el Rey del lugar estaba contento ya que por fin habia podido tener un descendiente o una descendiente la cual reinaría después que el muera.
Pero al escuchar a los ministros de la nación su rostro paso de ser contento al ser de tremendo horror al escuchar
“Si el Rey obtiene una hija, no podrá tomar el mando hasta que se case con un heredero varon”.
Eso fue la gota que salio del vaso medio lleno, haciendo que el Rey obtenga dos venas sobresaliendo de su cuello y su frente.
La fiesta termino en ese instante y el Rey mando a decapitar a esos ministros por faltarle el respeto, a su hijo o hija. Cual tomaria el cargo cuando el muera, no le importaba el género de su sucesor o sucesora, solo la salud y verlo crecer.
La penumbra de la noche se hizo presente haciendo que el Rey se haga presente en su habitación con su esposa la cual sostenía a esa pequeña criatura.
—Querido ¿Quieres conocerla?— cuestiono la mujer mirando a su esposo el cual asintió y se acerco a ella viendo a esa niña la cual permanecía dormida en los brazos de esa mujer con sus manitos cerca de sus mejillas.
El hombre con un dedo acaricio esa manito la cual en un momento sintió el agarre de su dedo en esa pequeña mano.
Pero esa fue la única vez que sus padres la puedan ver.
Los gritos de unos guardias sonaba en ese palacio, buscando a la heredera al trono, la dama de compañía de la reina no se encontraba por ningún lado y los reyes de ese lugar habían muerto esa noche
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—Su nombre es Emma, solo Emma. No deseo que tengas una vida llena de problemas, así que por favor crece sana y saludable —
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Habían pasado bastantes años en una casa alejada de la ciudad y del reino del lugar, Esa casa estaba llena de plantas y un campo enorme que lo rodeaba, nadie vivía ahí durante mucho pero mucho tiempo y cualquier vecino estaba a varios kilómetros lejos posible.
El sol alumbró a la habitación por una ventana.
La pelirroja comenzaba a moverse y taparse el rostro donde el sol alumbraba.
—Oye, ya es de día —Una voz se hizo presente en la puerta de la habitación
—5 minutos mas — contesto la niña acurrucandose entre las sabanas
—Bien, Le diré a Mamá que cocine lo que no te gusta porque estas indispuesta, ¿la sopa seria algo bueno?— canturreo este en tono alegre.
La pelirroja se levanto y se sentó en su cama —¿Por que eres tan malo? — cuestionó mirandolo con enojo
Ese azebache sonreía con diversión al ver la cara de dormida que tenia la pelirroja, vio como esta se levantó buscando una muda de ropa y saliendo de la habitación y dirigiéndose al baño.
Pasaron unos cuantos minutos y la pelirroja salio con el cabello mojado y con una ropa blanca puesta, se sentó en la sala mirando al azebache el cual cocinaba
—Ray ¿Y Mamá?— cuestionó esta mirando con curiosidad
—Se fue no hace mucho a la ciudad, dijo que iba a traer unas cosas que se había dejado — comentó el azebache apagando la cocina y sacando la comida de ahí y dejándola en un plato llevándoselo a la pelirroja presente
