Disfruten el capítulo.
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Una maldición es una expresión de un deseo maligno, dirigido contra una o varias personas que, en virtud del poder mágico del lenguaje, logra que ese deseo se cumpla...
Y eso no paso desapercibido de la familia de Emma. La mala suerte fue que muchos de ellos contrajeron una maldición que es y sera difícil de sacar.
Emma miraba a su madre la cual cocinaba como era de costumbre, ella estaba feliz de poder ir a clases, ya que en toda su vida hizo sus estudios en su hogar, pero ese día era diferente.
Su madre había hecho algo que quizás opacaría un poco su maldición de cambio de cuerpos pero si sucedía, lo podía disminuir con tan solo pasar unos pocos segundos
—Recuerda, no mires a nadie a los ojos pequeña traviesa —hablo su madre al darle un beso en su cabeza
—Lo se... No quiero que nos mudemos de nuevo, esta ciudad es linda —aseguro —Ademas tengo un amigo en esta ciudad alguien que ya sabe de esto...
—Pero sabes que Norman, no te podrá ayudar en esto. Recuerda que esto puede durar mas que una hora.
—Pero tu lo disminuiste —aseguro Emma al dar un bocado a la comida —Recien cumplí los 17 ¿Que problema puede haber? ¿Una estudiante de intercambio casi a fines de años causar un problema grave en una escuela nueva? no esta en mi lista además mi mirada a alguien solo puede durar 3 segundos, nunca duro mas que eso...— aseguró la chica
—Tu primera vez en cambiar de cuerpo con algún extraño no sucedió aun. —hablo su madre al verla y solo acariciar su cabeza con algo de paciencia por su hija. —Ademas esa disminución solo es por un momento si la otra persona te mira al instante, no podrás evitarlo... —Aunque el rostro de Emma se arrugaba lo entendía.
El timbre de la casa había sido tocado siendo así que la pelirroja se levantara y tomara algún trozo de pan con mermelada y se fuera —Nos vemos Mamá. — se despidió la menor rápidamente al salir de la casa
La familia Fretz; la cual era el apellido de Emma. Traía varias maldiciones en todas sus generaciones algunas mas peores que otra y la doceava generación, contraía el cambio de cuerpos con alguien mas, siendo así que pueda durar horas o días por el simple hecho de no saber como es posible de volver aun, al cuerpo normal.
—¡Norman!— la pelirroja abrazo al albino quien aceptó aquel abrazo al momento
—Es bueno verte bien, Emma —Este acaricio su espalda aceptando su abrazo —Y que tu familia te haya inscripto en nuestra escuela
—¿Nuestra? —Esta se separo y miro un momento a los ojos del albino quien rodó sus ojos y miro hacia un lado
Ella lo soltó y miro hacia el lado donde decía si amigo encontrándose con otra persona mas, mirándolos con una leve sorpresa en sus ojos
—Bien Emma él es Ray Grey, un compañero de mi clase, Ray ella es Emma...
—La chica que tanto me hablaste por todo un año casi ¿Verdad? —el azabache vio asentir a su amigo y sonreír incomodo.
Ray suspiro y movió su cabeza a los lados caminando enfrente de la chica y extendiendo su mano —Es un gusto. —
Emma miro aquella mano y luego lo miro a los ojos "1...2...3" ella bajo su vista y acepto esa mano —Igualmente —contesto al sonreír un poco. Esta soltó su mano sintiendo la vista de él en ella —¿Vamos? — cuestiono al cerrar sus ojos y sonreirle a ambos chico
—Si. Sera mejor irno, no queremos llegar tarde al primer día ¿Verdad Ray?— Norman palmeo el hombro de Ray sacándolo de sus pensamientos y haciendo que lo vea
