Ray un mago de elite estaba viendo un nuevo hechizo, el cual hizo pero por su mala suerte (o tal vez no) creo un huevo con puntos verdes, el cual no sabia lo que contenía por dentro pero lo había echó por algo.
No, no era un regalo o alguna cosa de casamiento. Ese objeto era una broma para una de las cuatro brujas que existían en ese país de magia.
Una sonrisa burlona surco su rostro haciendo que agarra el huevo y se recostara en su silla subiendo su mano hasta cerca de su frente y poso la parte baja del huevo en eso
Cerro sus ojos y conjuro una frase mágica que hizo el huevo brillar y desaparecer al instante.
—Intenta salir de esta — conjuro riendo sarcásticamente llamando la atención de uno de sus compañeros que estaba presente
Era su venganza por haberlo mandado a un bosque de duende mientras que ella tenia los objetos de sobra que el necesitaba.
Aunque después que saliera del bosque, todo echo un desastre, la bruja se había reído en su cara y le dio una sola cosa... La poción terminada.
Aunque la quería matar al instante se tuvo que resistir y no acepto esa poción, al contrario le recomendó que la bebiera y dejar que viera lo que ocurría.
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Emma se encontraba durmiendo debajo de cúmulos y cúmulos de papeles los cuales estaban en su escritorio, algunos ya alcanzaban el techo y otros prácticamente ya se habían caído desparramándose al suelo.
Una alarma comenzó a sonar haciendo que la pelinaranja se queje e intente apagarla, pero por su mala suerte esa alarma estaba protegida por un campo protector irrompible, el cual solo se podía sacar manualmente
— No te dejare entrar mas a mi habitación Gilda — murmuro levantándose de su asiento para apagar la alarma
Al hacerlo se estiro completamente y comenzó a ordenar todo los papeles que estaban en el suelo, soltó un bostezo y antes de entrar a su cuarto de baño, una cosa reboto en su cabeza y cayo en sus manos
— Un… ¿Huevo? — Miro con curiosidad a ese objeto con puntos verdes — No tiene mensaje…— Comento arrugando su cara.
La puerta de su habitación se abrió un grito unisolo de dos chicas se hizo presente en la habitación haciendo que Emma mirara con enojo a ambas niñas por tanto alboroto. Ambas se callaron al instante por la mirada de Emma la cual después de unos minutos cambio a una sonrisa divertida y adorable, haciendo que ambas niñas rieran
Asi fue como pasó el tiempo y Emma se encontraba por terminar de prepararse por el simple hecho que tenia una misión con ambas menores.
—Oye Emma…— hablo una de las niñas
—¿Dime Jemima? — cuestiono a pelirroja antes de ponerse el gorro puntiagudo
—¿Que es eso que esta florando en tu cabeza? — cuestiono la menor apuntando hacia la cabeza de ella
—¡Oh!... Eso... Es solo un huevo el cual me lo mandaron esta mañana, pero no se de quien es... — comentó Emma suspirando agotada al ver que eso seguía flotando en su cabeza
—¿Si es de Ray? —Cuestionó la pequeña rubia mirando curiosa a su hermana
—Alicia. Ray estos días esta ocupado ¿no escuchaste a Chris? — cuestiono Jemima mirando a la rubia
Emma solo las quedo viendo por un momento y puso un dedo en su mentón pensando, si eso era "bueno" o "malo" en tales casos ese huevo podría ser malo por quien lo mando, aunque si era bueno... No, definitivamente era malo.
—Si fuera así ya se hubiera roto — comento Emma tocándolo y haciendo que se mueva
La risa de ambas menores se escucharon y el crujido del huevo comenzó a sonar y una rajadura se hizo presente
