⚔️EL REY DE LOS MUERTOS

🎃CUMPLEMUERTE💀{cuenta regresiva:4}

¡¡PLAFF!!

Xuan Feng perdió el equilibrio, y cayó sobre su trasero.

Todo le daba vueltas, y la cara le quemaba. Se sintió muy cansada y sin fuerzas.

El cuerpo le pesaba, como si estuviese relleno de piedras; así que decidió quedarse sentada en donde estaba, y esperar.

Pasó un minuto, pasaron dos minutos, pasaron tres minutos.

La atmósfera era pesada y asfixiante. Un aroma a opio (1) suspendido en el aire le dificultó la respiración, y de repente sintió que se ahogaba; tragó saliva.

La cara le ardía, y las sienes le palpitaban con dolor. Frente a ella todo estaba en una densa penumbra, y solo podía ver dos puntos que aparecían y desaparecían, como si fuesen dos luciérnagas, en el medio de la noche.

De pronto, un ruido de dedos tronando sonó (trricczz), y una luz instantánea se prendió en los candelabros.
Fue así, que Xuan Feng, pudo ver que eran esos dos puntos.

Wei Wu Xian estaba sentado en una banqueta de terciopelo rojo profundo, a los pies de una majestuosa cama con dosel.

Una suave tela rojo carmesí, caía desde lo alto de la cama recortando la figura negra del hombre.

Un frío pasó rápido por la espalda de Xuan Feng

Los ojos negros del Patriarca parecían brillar con luz propia, divertidos. En una de las manos sujetaba un delgado frasco de vidrio, mientras que con las uñas levemente largas de la otra mano, daba golpecitos.
El material sonó con un tic, tac, tic, tic, tac...

Después de un rato el tintineo se apagó, y Wei Wu Xian llevó el frasco a sus labios, aspirando o bebiendo, (esto no estuvo tan claro), el contenido dentro de su boca.

Sostuvo un rato, y luego exhaló una una larga bocanada de humo blanco.

¡Niño travieso!, (cof-cof-cof) Sabes que el que manda (cof-cof) acá, soy yo.

(...)

Wei Wu Xian, esperó un poco, y luego se levantó. Sus movimientos fueron en extremo pausados, dió unos pasos hacia Xuan Feng, pero a mitad de camino se arrepintió, y en vez de continuar se detuvo.
Miró a la izquierda, luego a la derecha. Finalmente se decidió por la izquierda; giró lentamente hacia uno de los estantes que tapizaban las paredes, desde el piso hasta el techo; y caminó hacia esa dirección arrastrando los pies. Al ver como se movía, Xuan Feng no pudo evitar pensar en un anciano con dolor de ciática, y se rió en su mente.

Cuando al fin el hombre llegó a la estantería, todavía se tomó su tiempo para cerrar el frasco del que escapaba un hilillo de humo. Luego, lo dejó con extremo cuidado entre dos libros iguales de cubiertas negras, y giró la cabeza hacia Xuan Feng.

Se aclaró la garganta, y dijo con voz seca:

mmm... me parece que voy a tener que preparar más...

(...)

Mira cómo estás. ¿te duele?

Luego de decir esto, finalmente Wei Wu Xian empezó a caminar lentamente hacia su hija, que seguía en el piso.

(...)

Xuan Feng no había dicho una sola palabra, desde que entró en la habitación. Pero ahora un fuego emocional se empezó a gestar en su estómago, y en solo segundos circuló por todo su cuerpo. Trató de contenerlo, recordando el consejo de su madre: "No te dejes llevar por tus emociones, o no demuestres lo que sientes".

Pero para cuando tuvo a su padre enfrente, ese consejo ya se había perdido, como el vino que se derrama al caer la copa que lo contiene. Se levantó de golpe del piso, haciendo que su cabeza diera de lleno, en el esternón de Wei Wu Xian, y los dos se cayeron con un fuerte ruido.

Después de un rato forcejeando, su padre la tomó de los brazos y no sin esfuerzo, finalmente logró que ambos se pusieran de pie.

Ella estaba temblando con todo el cuerpo, y tenía la cara roja por las quemaduras y el enojo.
Respiró un par de respiraciones profundas, y sin dejar de mirar un punto fijo en el piso, con una voz que sonaba contenida preguntó:

¿Qué es este lugar?

(...)

pero, en vez de contestar, Wei Wu Xian se rió.

Una persona observadora, hubiese notado que esa risa sonaba tan cansada, como si hubiese salido del estómago de un anciano de doscientos años. Pero para Xuan Feng, solo fue una risa maliciosa.

Furiosa, ella movió los brazos desordenadamente, tratando de golpear.

Pero a pesar de la droga que circulaba por su sangre, papá Wei Wu Xian, fue más rápido, y la sujetó fuertemente por las muñecas. Viendo el temblor excesivo de las manos de su hija, más la sangre semi coagulada en los nudillos, dijo:

__Estás lastimado, deberías tom...

Pero en cuanto oyó esas palabras, los ojos de Xuan Feng se pusieron rojos:

__¡LASTIMADAAAA!, ¡¡ LASTIMAADAAAAAAAA!!,
¡¡¡ESTOY LASTIMAADDDAAAA!!!

¡¡¡AAAAAAAA!!!

(gritó cada vez más fuerte)

¡¡¡¡MIRAME!!!!

¿ME VES?, ¡¿QUÉ VES?!

(...)

POR
UNA
VEZ
EN
TU
VIDA

MI

RA

ME

(su voz se fue debilitando)

¿Qu...Qué ve... ves...?

Wei Wu xian abrió la boca para contestar, pero no hubo respuesta para esa niña/o, porque de pronto todo se puso negro, y por tercera vez en menos de media hora, Xuan Feng volvió a caer hacia abajo.

Por fortuna, los brazos de su padre, la sujetaron antes de que se estrellara contra el piso.

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(1) El opio es una mezcla compleja de sustancias que se extrae de las cápsulas de la adormidera (amapolas), que contiene la droga narcótica y analgésica llamada morfina y otros alcaloides.