⚔️EL REY DE LOS MUERTOS

⚔️SECRETOS {parte 2}

A la mañana siguiente, Xue Yang y Xuan Feng, reanudaron su camino. Abandonaron esa choza tan temprano, que aún estaba oscuro y con algunas estrellas brillando en el cielo.

Xuan Feng, había dormido poco, y estaba de mal humor:

__ ¿era necesario salir tan temprano?

Xue Yang contestó:

__Por supuesto. Cuanto más temprano lleguemos, más posibilidades habrá de encontrar buenos ejemplares.

Wei Xuan Feng se detuvo un momento mirando con ojos muy abiertos, solo dijo:

__Ajá.

Y Xue Yang impaciente:

__¡Vamos!, ¡Apura el paso!

__¡No puedo más rápido!, ¿Recuerdas?, ayer lastimé mi pie.

__ Bueno. ¿No esperarás que te lleve a upa no?
después de decir ésto, Xue Yang soltó una risita. (Jijijiji)

Mientras tanto a unos pasos, detrás de él, Xuan Feng estaba roja de furia. Pero de pronto recordó algo. Unas palabras que su madre le repetía cuando era una niña:

"En este mundo Hay sólo unas pocas reglas. Si las sigues tu vida será más fácil":

1-No creas en nada de lo que oigas, y en la mitad de lo que veas.
2-Mantén tus emociones bajo control.
3-Mostrar tu debilidad es dar ventaja al enemigo.
4-Tu mente es como un cuchillo; dependiendo de cómo lo uses,
puede servir para cocinar o para matar.
5-Alabanzas o insultos que vengan de terceros, no lo tomes en serio.
6-La palabra es sagrada. Una vez dicha, debes actuar en consecuencia.
7-La sangre es más espesa que el agua, pero la miel es más dulce que la sangre.
8-Hay dos palabras que debes decir a tiempo: "gracias" y
"lo siento". Si no lo haces, un día te arrepentirás.

Esta vez se concentró en la número dos, y la número tres.
Mientras pensaba así, entonces procuró calmarse, y no hablar por el resto del recorrido.

...

Dos horas más tarde ambos ya habían llegado al Pueblo de los Caballos.
Efectivamente, y haciendo honor a este nombre, lo primero que vieron al llegar a este Pueblo fue una estatua inmensa de un caballo. Esta era una réplica del famoso caballo del Emperador pasado. El caballo "sudor de sangre". Este animal, pertenecía a una raza ya extinta. Lamentablemente, ya no quedaba ni uno. Todos habían muerto en los campos de batalla.

Los Sudor de Sangre, eran caballos excepcionales, capaces de alcanzar velocidades muy superiores al equino promedio; además tenían la gran ventaja de soportar mejor las penurias de la sed y del hambre. Lo que los convertía en muy preciados, sobre todo en el campo de batalla.

La leyenda, decía que cuando sudaban, no era agua salada, sino sangre lo que temblaba en gotas traslucidas rojizas, por sobre su brillante pelaje. Aunque muchos habían desmentido esto, diciendo que en realidad se trataba de una ilusión óptica.

Xuan Feng se quedó un rato con la cabeza levantada, mirando la cabeza de piedra en la altura; observó atenta al detalle de los ojos, los ollares dilatados, la boca abierta y la dentadura. Era innegable, que él escultor había realizado un excelente trabajo. La piedra parecía casi viva. Un caballo brioso lleno de fuego.

Así estaba contemplando, y justo cuando estaba por bajar la vista, Xue Yang pasó a su lado la tomó de la cintura y le dijo :

Vamos.

Xuan Feng, bajo su cara que ya estaba roja, pero aplicando el consejo número dos de Wei Qing, hizo de cuenta que no sentía nada y dijo:

Bien compañero, entremos.