Suspiro cuando veo nuevamente una nota pegada al parabrisas de mi carro "Renuncia al caso", no voy a mentir siempre que encuentro una nueva por mi cuerpo recorre un escalofrío. ¿Estaba dispuesta a perderlo todo por un caso? Hace varios días esa pregunta ronda en mi cabeza pero la respuesta que recibo es sí. Siempre y cuando dejen a mi hija en paz, a ella no podía tocarla nada ni nadie.
Estoy de camino a casa, lista para entrar en mi hogar cuando veo a Axel esperándome en el ascensor, no me sorprende porque las últimas dos semanas hacía lo mismo y cenábamos juntos, como una gran familia, sentí ganas de reír cuando tuve ese pensamiento porque todo salía a la perfección, muy pronto ese cariño que sentía se convertiría en amor y cuando menos lo espere estará en la cárcel alejado de todos los que ama. Tenía una sonrisa tan grande que él pensó que estaba dirigida para él, vino a mi encuentro dándome una pequeña vuelta en el aire.
-¿Qué tal tú día?- Preguntó un segundo después de despegar sus labios de los míos
-Mejora con el tiempo. ¿El tuyo? Hace varios días no te veo por el Bufete-
-Es porque yo invierto en varias empresas, cariño-
-Todo un hombre importante-
-Cómo debe ser - Su pose coqueta me hace sonreír
-Vamos, vamos a cocinar. Mi hija me espera - Empiezo a empujarlo en dirección al departamento.
Cuando abro la puerta Haley corre a mi dirección para recibirme con el abrazo más cálido que he sentido en mi vida. Le doy besitos en toda su preciosa carita hasta que enfoca su visión al ser humano que se encuentra tras de mí.
-Hola Axel- abre sus brazos para indicarme que ahora quiere pasar a los suyos.
-Hola Muñequita ¿Cómo estuvo tu día?-
-Bien, bien. Vino mi tío a cuidarme y jugamos toda la tarde, cantamos, bailamos, pintamos-
-Suena muy divertido, cariño. ¿Y las tareas?-
-Mamá - dijo con vocecita de reproche
-Sí, mamá- se burló Axel - Dejala que se divierta, pobrecita no puede hacer tareas todo el día-
-No las hace todo el día, apenas son unos minutos-
-Mamá- repitió con el mismo tono de reproche
-Hija- imite su tono exactamente - Ve, trae tu cuaderno ¿Qué te mandaron a hacer?
-A pintar- dijo con puchero
-Muy complicado, cielo, muy complicado por eso trae tus cositas y mientras cocinamos la cena hacemos la tarea ¿Va?-
-Sí, mami- dijo más animada, dando una palmadita al aire. Se separó de los brazos de Axel para corretear en dirección a su habitación.
Axel tomó mi mano admirando en silencio, me dedicó una mirada tan profunda que recorrió un temblor por mi cuerpo. Desvíe mi vista inmediatamente, me dedique a ayudar en la cocina y mantener un ojo en la tarea de mi hija. Me hallaba en una lucha interna, dónde el corazón gritaba con todas sus fuerzas que lo escucharan pero la razón intentaba a toda costa silenciarlo.
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Dulce Venganza
RomanceLa venganza, una palabra que anuncia la destrucción, la llegada de la maldad, la condena eterna. Tal vez sea cierto, pueda que todos digan la verdad al respecto, pero de la misma forma nadie me ha asegurado a mí que esta venganza no logre darme la p...