Haley se acurruca a mi lado colocando uno de sus brazos a mi alrededor, insistió en dormir conmigo.
Son las 4:00 am, mis ojos no se han cerrado más de cinco minutos.
Mi mejor amiga describió lo bonitos que resultan esos ojos verdes deslumbrantes, me describía su gran capacidad de conquista, parecía increíble que una mujer caería rendida a sus pies como lo hizo ella.
¡La alarma sonará en una hora! Debo dormir. Cierro mis ojos para caer en un profundo sueño.
Alguien salta sobre mi, un gemido escapa de mi garganta.
-Despierta mami-
-Baja Haley-
-No- dice mientras me convierte en su caballo.
-Vamos niña, tenemos que llegar a la escuela-
En tiempo récord hago el desayuno, me cambio y arreglo a Haley para salir corriendo.
Cuando estoy lo suficientemente lejos escuchó una voz profunda.
-¿Mucha prisa, Maddy? - ¿Qué demonios? Esa es indudablemente la voz de Axel. Me paralizo solo por un instante. ¿Es mi vecino?
No contesto, me limito a asentir. Obligo a Haley a caminar delante de mi, aún más rápido.
-¡Espera!-
-Uh... No tengo tiempo-
Corro lejos de su presencia haciendo que Haley pierda el equilibrio y sus rodillas toquen el suelo.
- Lo siento mucho cariño- la cargo tratando de caminar, calmar su llanto, conseguir las llaves de mi auto, no pensar en cómo me afecta que Axel viva a un piso de distancia y no llegar tarde a mi primer día de trabajo. ¡Empiezo bien mi nueva vida!
Trato de dejar a Haley en el asiento pero no quiere soltar mi cuello.
-¡Vamos Haley, no podemos llegar tarde! -
-No-
- Escucha cariño, tenemos que irnos porque si llego tarde despedirán a mamá. ¿Entiendes, cielo?- asiente limpiando con sus manitos las lágrimas y me suelta, suspiro con alivio.
Paso por la escuela de Haley, está vez no hay ningún drama. Puedo ir tranquila a mi trabajo.
Abro la puerta de mi auto. Miro maravillada una vez más al edificio que parece de cristal, elegante como sólo un gran bufete de abogados puede ser.
Saludo a tanta gente que no conozco, llevo una sonrisa en mi rostro hasta llegar al ascensor, mi felicidad se borra cuando veo a la pareja dentro de él, recupero rápidamente mi postura.
- Hola Axel-
- Hola Maddy, parece que - mira su reloj -efectivamente llegas un poco tarde.
- Claro, olvidé que eres el jefe -
- No, ese sería mi papá. Yo, soy sólo un socio-
- Un socio caliente - habla por primera vez la pelirroja a su lado.
-Gracias Clarice - Mira su reloj con arrogancia y lo apunta - pero recuerda horario de trabajo- ella rueda sus ojos.
- Claro- murmura, el ascensor se detiene y sale balanceando sus caderas.
Axel carraspea su garganta. -Bien tengo ciertas preguntas...-
-Estaría encantada de responderlas pero temo que este es mi piso-
- El mío también- me guiña un ojo
-Entonces podrías acercarte a mi oficina- Me mira con intensidad, le devuelvo la mirada antes de retirarme y caminar hacia lo que es mi lugar de trabajo.
Me siento en mi silla giratoria, reviso los papeles de los casos que ya tengo en mis manos cuando mi puerta se abre.
-¿Maddison Moore? -
-Esa soy yo-
- Y yo Jack Evans, sólo quería darte la bienvenida-
- Estoy agradecida-
-Papá yo... - Axel entra a mi oficina.
- Pasa Axel - le indica que se siente -Maddison es nuestra nueva abogada - Jack frunce el ceño - Ya sé que a ti no te gusta involucrarte en esto, pero supongo que debes saberlo -
Me desconcierto acaban de decirme que Axel es socio sin embargo no le importan los asuntos de la empresa, no lo entiendo. Mi previa investigación basada en leer el diario de mi mejor amiga al parecer no dio muchos frutos. ¡Maldita sea! Debí contratar un investigador privado.
-Papá no empieces- Jack levanta sus manos pareciendo inocente
- Yo no he dicho nada, me retiro. Puedes trabajar Maddison-
Asiento esperando que Axel se retire pero no lo hace. Me mira fijamente por varios minutos hasta que decide que es su momento de hablar.
-Vengo por mis respuestas -
-Pregunta- me encojo de hombros
-Huiste de mi - suelto una carcajada
-Estaba borracha -
- Voy a aceptar la respuesta-
-Esta mañana lo hiciste también-
-Tenía prisa -
- Estabas con una niña- Gran falla. Tenía que empezar a ser más cuidadosa.
- Es mi sobrina. ¿Puedo preguntar yo? -
- Claro, no pensé que sería entrevistado-
- Tú estás haciendo lo mismo conmigo - soltó una carcajada, y me señalo.
- Tienes un buen punto- le sonreí con dulzura.
-¿Eres abogado? -
- No, administro vagamente las finanzas - se estremece - odio lo que tenga que ver con leyes - entrecierro mis ojos.
-¡No! No me malinterpretes - Es encantador cuando sus ojos parecen tan asombrados ¡Maddison! ¡Maldita sea! ¡No viniste hasta aquí en vano! - No sería capaz de odiarte a ti, sin embargo he vivido con abogados y son unos manipuladores-
-Hermosa manera de describirnos -
-¡Vamos! No puedes tomarlo todo mal-
- Lo hago. Tengo que trabajar- simulo estar ofendida, le señalo mi puerta.
-Te invito un café, sales a las 5:00 pm- se levanta con elegancia y se retira.
- No acepté-
- Si que lo hiciste. Nos vemos, linda - Se levanta arreglándose la chaqueta, me brinda una sonrisa y se va cerrando la puerta con delicadeza.
¡Bien hecho Maddy! Podría fácilmente levantarme y hacer un baile de la victoria. Esto apenas está empezando.
Mi celular suena con un llamada entrante, la alegría desborda en mi.
-Hermanito no vas a creer lo que tengo que decir-
-Si me tratas con tanta dulzura supongo que es realmente bueno-
- Me invitó a salir -
- Excelente, esto se pone a nuestro favor -
- Un mes Brandon -
-Lo sé, estaré en primera fila para verlo todo-
Suelto una risa malévola.
- Vamos a disfrutar cada segundo -
-Sonaste como una loca -
- El plan no es tan sano que digamos-
-Cierto-
-Brandon, llama a Penny por favor. Pregunta si pasó por Haley-
-Esta bien, disfruta-
- Lo haré-
- No te amo-
- Yo peor, la palabra me produce escalofríos - se escucha su carcajada.
-Trabaja, para eso te pagan -
-Eres tan odioso- le mando un beso y cuelgo.
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Dulce Venganza
RomanceLa venganza, una palabra que anuncia la destrucción, la llegada de la maldad, la condena eterna. Tal vez sea cierto, pueda que todos digan la verdad al respecto, pero de la misma forma nadie me ha asegurado a mí que esta venganza no logre darme la p...