Nash.

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Me suena el teléfono, me acerco a la acera y cuando paro contesto.

-¿Ya has llegado? ¿Estas bien? ¿Ya estas con los chicos? ¿Cómo estas?- me ametralla con un montón de preguntas en cuanto la contesto, lo que me hace reír.

-Mamá acabo de llegar, ni siquiera he cruzado por la tercera calle- me cruzo de brazos sonriendo.

-Ah perdón, me preocupaba que te hubiera pasado algo en el camino o que cuando llegases te perdieras, Valeria dice que la ciudad había cambiado- suena muy preocupada.

-Mamá- la freno antes de que siga -Deja de morderte la uña- se perfectamente que esta haciendo porque siempre hace lo mismo cuando esta preocupada por mi, lo hacía cuando era pequeño y no ha cambiado.

-Perdón-

-Estaré bien- miro al cielo -No te preocupes tanto, te enviaré un mensaje cuando llegue a esa casa-

-Esa también es tu casa- como no... siempre dice lo mismo cuando llegados a este punto.

-Hace mucho tiempo que dejó de ser un hogar para mi, lo sabes- no tengo ganas para discutir ahora, mucho menos si se trata de esto.

-Cielo/Mamá- la corto antes de que siga -Esta bien- suspira -Llámame cuando llegues, no quiero un mensaje quiero un llamada ¿me oyes?- su forma de regañarme me saca una sonrisa.

-¿Oírte? Mamá creo que te pierdo ¿mamá?- empiezo alejar el móvil de mi oreja.

-Nash, se que me has escuchado, llámame, no juegues así con tu madre- se queja y por ello me rio -¡Te estoy escuchando reír!- me grita y me río más alto.

-Ahora enserio tengo que irme, te llamo después- cuelgo después de oír un "más te vale" por su parte.

Aparco en la entrada y sinceramente, no tengo ganas de entrar, si fuera por mi me quedaría en un apartamento cualquiera pero mamá se negó de cruces, en fin.

Me acerco a la entrada y levanto el felpudo, por lo menos algo no ha cambiado.

Cojo las llaves y entro, solo con un vistazo a la entrada puedo ver lo mucho que ha cambiado esta casa, incluso huele diferente, es un asqueroso olor a nenuco y lavanda, es una mezcla desagradable que me dan ganas de vomitar.

Voy a la cocina y abro la nevera, rebusco un poco, hay un montón de avena por todas partes.

Joder ¿es que ahora son vegetarianos?

No encuentro ni una sola cosa que no tengo la puta etiqueta de "sin aditivos ni gluten" ¿qué cojones es el gluten? O que no sea "Light/ 0% azucares añadidos" o ese tipo de cosas.

-Vaya mierda- cierro las puerta de la despensa decepcionado, ni comer puedo en esta casa.

Subo las escaleras y voy directamente a la ducha, incluso el puto baño ha cambiado, ag joder.

-¿De leche de coco?- leo el bote de champú y luego el de gel -Con vainilla y esencia de...- ni siquiera se que es eso -No puedo con esto- tiro los dos al aire antes de girarme -Que lo aguante otro- y bajo las escaleras.

-¿Nash?- me paro de golpe en cuanto le veo en la puerta -¿Cuándo has llegado?- me mira sorprendido.

-Acabo de llagar- bajo los últimos escalones -Pero ya me iba- me acerco a la puerta -Me llevo la llave de repuesto- aviso apunto de pasar por su lado.

-¿Has comido algo?- me coge de la muñeca, en cuanto le miro me suelta.

-Comeré fuera, paso de tener una indigestión por tanta mierda baja en calorías- señalo vagamente la cocina.

Soles de primavera.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora