Duncan

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–Cómeme los huevos– le hago un gesto tocándome mis joyas.

–¡Duncan!– me grita mamá desde la cocina.

–¡Perdón mamá!– levanto la voz en su dirección –Mentira, trágatelos enteros– murmuro por lo bajo.

–¿Esas canicas? No me jodas, cómeme los tú a ver si no te atragantas– me devuelve el insulto.

–Ah– me espanto y llevo todo el aire a mi pulmones con una expresión de horror –Pero que vulgar eres, mi madre no te ha criado así– le miro con asco.

–Dais asco los dos– se mete Liam saltando en el sofá.

Abro la boca para devolvérsela cuando el detector de humo empieza a pitar.

–¡Pero si lo he hecho bien!– se queja mamá –¡Frankling!– grita y él ya esta yendo.

Cojo a Liam y lo saco del sofá antes de que se haga daño o peor rompa los muelles y ya no tenga donde jugar. Vamos con cuidado a la cocina, mamá esta terminando con el extintor y Fran esta en una silla quitando el detector de humos.

–Quédate aquí– le digo a Liam y voy a abrir las ventanas.

Después de un rato cuando la cocina se ha aireado un poco mamá se deja caer en la silla rendida.

–Lo siento chicos– nos mira decaída.

–No pasa nada mamá– Liam le coje de la mano y la abraza.

–Ya sabemos que cocinar no es lo– me corta un codazo en la boca del estomago de mi hermano –Oye– le miro molesto.

–La cocina esta bien, nosotros también y no han tenido que venir los bomberos, estas mejorando estoy muy orgulloso de ti– Frank se acerca y la da un beso en la frente que la hace reír.

–¿Cómo he podido tener niños tan buenos?– me hace una señal para que me acerque, lo hago y nos da un fuerte abrazo a los tres.

Mamá es una buena madre, siempre esta en todo, es muy buena enfermera pero con respecto a la cocina... ese área se le escapa de las manos, por eso Frank se ocupa de la comida.

–¿Pero qué vamos a cenar?– murmuro con la cara aplastada.

Nos suelta y nos mira a todos, es hora de cenar y como me entre hambre voy a ponerme insoportable.

–¿Queréis cenar fuera hoy?– se me ilumina la cara –A ver– se levanta –¿Qué queréis cenar?– va a por su bolso y rebusca en el.

–Tacos– propongo.

–Hamburguesas– me contradice el enano.

–¿Mamá estas segura?– Frank se acerca a ella.

–Si, no podemos comer eso y hace mucho que no salimos todos– sonríe –Liam ve a por tus zapatos– el nombrado asiente y se va corriendo.

–No lo decía por eso– se queja.

–Deja de joder– le regaño, por una vez que podemos salir encima se queja.

–Frankling he hecho horas extras este mes, estaremos bien, solo es una noche– asiente con una sonrisa para darle confianza –Vamos, por una noche vamos a relajarnos ¿si?–

Él asiente.

–Aguafiestas– me quejo cuando mamá se va al garaje.

–Solo me preocupo por nuestra economía– se defiende.

–Lo ha propuesto ella– me encojo de hombros –Si no tuviéramos dinero no lo habría dicho, cállate y disfruta– le pego ligeramente en el brazo al pasar por su lado.

Soles de primavera.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora