Soles de primavera.

Marcus.

Hoy es un buen día, un gran día.

–Ey ¿Piensas devolverme mi coche algún día?– Jacob aparece en la puerta del baño cojeando.

–No– confieso –Cuando te recuperes pienso probártelo e irme a Tijuana a vivir la vida fácil– termino de peinarme y salgo –No te la masturbes demasiado en casa– levanto la voz mientras me alejo.

–¡Imbécil!– me grita y yo me descojono escaleras abajo.

Paso a por los chicos como siempre, dejamos a Liam en su cole antes, resulta que hoy Valeria no podía llevarle y a mi me encanta ese niño revoltoso.

–¿Y a ti que mierda te ha picado hoy?– Nash me mira todo lo raro que puede mientras conduce.

–Si, no paras de mirarte y peinarte– Cameron mete un segundo la cabeza dentro del coche para meter baza.

–Más de lo normal– a pesar de estar mirando el móvil Duncan también se mete.

–Tengo una idea– cierro el espejo y miro al frente decidido.

–Dios nos ampare– comentan Frank y Cam a la vez.

–Exagerados, solo quiere tirarse a alguien– se despreocupa Nash.

–No es eso– todos levantan la vista y me miran escépticos –¿Qué?– le miro, Nash para a un lado y se gira a mirarme del todo –Vale, no es solo eso– reconozco y vuelve a arranca.

–¿Entonces qué?– Duncan deja el móvil a un lado y me mira curioso.

–Quiero acercarme a Hope–

De golpe Nash pega un frenazo.

–¿Que cojones te pasa?– preguntamos todos.

–¿Te quieres tirar a esa idiota sonriente?– me mira como si estuviera loco.

–¿Qué? No, claro que no– le miro como si él estuviera loco.

Asiente y vuelve a lo suyo. Joder hoy nos esta costando un montón llegar a clase.

–Solo quiero acercarme a ella para llegar a Ava– confieso –Parece que es la única forma–

–Eso tiene más sentido– todos menos Nash hablan a la vez.

–¿Pero eso no cabreara a Ava? Nos a dicho que nos alejemos de ella– salta Cam curioso.

Me encojo de hombros como si nada.

–No es como si quisiera que me amara, me la quiero tirar el resto me da igual–

–Eres asqueroso– Frank el caballero de brillante armadura.

–Oh, perdone usted, no todos tenemos fama de ser el príncipe azul del cuento de su puto padre–

–No, tu prefieres el follador del año ¿verdad?– comenta su hermano.

–Si, me pega más y me la paso muy bien– asiento.

Resulta que yo doy clase con Hope de historia una oportunidad de oro sino fuera porque la vieja amargada de la profesora. Bercia Hernández.

Esa señora me odia con todo su existencia, como nadie puede mirarla sin querer vomitar que desquita con mi hermosa cara.

–Y eso es todo, nos vemos cuando nos veamos– cierra su enorme libro y soy de los primeros en levantarme.

Hope recoge como flash y se pone su bolso al hombro mientras se dirige a la puerta.

–Hola– me pongo en frente suya de golpe asustandola.

–Hola– sonríe como si nada –¿Puedo ayudarte en algo?– inclina un poco la cabeza a un lado.

Vaya que servicial, las cosas que podría hacer con ella si no me aburrieran las chicas buenas.