make room!!!! [ frerard oneshots ]

the feel of a person.

Frank estaciona el auto en la esquina en un movimiento ágil. Sale de el, cierra la puerta y pone la alarma, llevando consigo un montón de papeles en su mano izquierda.

Para enfrente del lugar y le echa un vistazo a sus notas.

"HOY a la 1:00 p.m.
Ver a GERARD para información," se lee para sí mismo, decifrando la escritura desordenada de crayón. Observa la polaroid junto con ella, pero no parece recibir respuestas más claras; hay un muchacho, aparentemente saliendo de una casa oscura, su perfil no se ve muy bien.

Frank da vuelta la foto.

"Él también ha perdido a alguien
Te ayudará por compasión"

Frank decide entrar al lugar, en busca del tal Gerard. El restaurante se ve normal, ni muy lleno ni muy vacío. Empieza a caminar por el primer pasillo, sin reconocer a ningún joven parecido al de su preciada prueba.

Hasta que alguien tira de su saco.

Frank se asusta por un momento, hasta que reconoce esa cabellera.

—Gerard.

—No me recuerdas —él dice, casi hasta haciendo una mueca.

Frank se sienta con él. —Perdón, debí haberte explicado. Tengo esta-

—Sí me explicaste, Frankie —Se le adelanta.

—Por favor, llámame Frank. Mi esposa me decía Frankie —pide con ojos cansados.

—Sí, lo sé. Me lo dijiste —Gerard alza las cejas, todavía sin mostrar sus ojos escondidos por aquellas gafas. Sus labios se levantan, levemente divertido.

—Bueno, entonces seguro te dije cuánto lo odiaba.

—Sí —responde Gerard, engreído.

Frank se le queda mirando por un segundo. —¿Te molestaría quitarte los lentes? Es difícil para mí... —reconocerte.

Gerard obedece, casi tirando los lentes en la mesa. Ahora Frank puede ver su pómulo hinchado aparte de su labio cortado.

—Gracias —Frank dice y Gerard se queda en silencio—. Así que, ¿tienes información para mí?

—¿Eso dice tu notita? —Gerard sigue engreído.

—Sí —la comisura de los labios de Frank también están levemente arriba, cortés.

—Debe ser difícil vivir la vida de acuerdo con trozos de papel. Si se te mezclan la lista de la lavandería con la de los víveres, terminarás desayunándote tu ropa interior.

Frank deja de sonreír.

—Supongo que por eso tienes esos tatuajes raros —Gerard termina, casi burlándose.

—Sí, es difícil. Casi imposible —Frank admite, siguiendo con la cortesía—. Mira, lamento no recordarte. No es nada personal.

Gerard juega con sus cubiertos mientras él habla.

Ignora lo que Frank acaba de decirle y dice—; Sí tengo información para ti —, luego aclara su garganta para seguir—. Me diste un número de matrícula —le recuerda—. Mi amigo en el departamento de vehículos lo investigó... Adivina que nombre apareció.

Frank alza las cejas, invitándolo a seguir.

—John Edward Gammel. John G.

—¿Lo conoces?

—No... Pero su cara me pareció muy familiar, creo que... quizá habrá ido al bar una vez. Aquí hay copias de su licencia y registro, con foto y todo —Gerard lo mira a los ojos—. ¿Estás seguro de que quieres esto?