Suzy una chica de 22 años
La cual por cosas del destino un día se convierte en estilista y maquilladora.
Participas en un concurso el cual gana.
El premio es trabajar con una de las más prestigiosas agencias de Idoll
Serás la estilista exclusiva...
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Han pasado dos meses; Suzy y Ho-Seok siguen conociéndose. A pesar de que sus encuentros no son frecuentes, están en contacto por medio de llamadas y mensajes de texto. La relación con Seok-Jin es distante y fría; se limita en hacer tu trabajo sin ningún tipo de interacción; cada vez que el antes mencionado trata de entablar conversación lo deja con las palabras en la boca.
Llega temprano; —Suzy no está.
Habla para sí mismo. —¿Qué se está creyendo?— Mira su reloj.
Lilly entra al camerino: —Hola hijo, buenos días.
—Para mí no son muy buenos. Ella aún no llega, hay mucho trabajo que hacer.
—Vengo hablar al respecto. No vendrá estos días; pidió la semana.
—¿Cómo se atreve a dejar el trabajo tirado?
—Las razones son fuertes; su madre falleció esta madrugada.
Al escuchar lo dicho, Seok-Jin queda helado; no puede hablar. — ¿¡Cómo dices? ¿Estas segura?
—Sí, llamo para informarme. Necesita ausentarse por unos días. El funeral es mañana. Voy a asistir para acompañarla. Algunas estilistas irán.
Respira profundo—Ok, si es todo, gracias por tu información. Que pena, tiene que estar pasando mal.
Fui un cretino con ella aquel día. Perdió a su madre, pobrecita; es el dolor más grande que un hijo puede experimentar.
Lilly se marcha, Seok-Jin se deja caer en el sillón, con la cabeza enterrada.
Empieza a sentirse mal. . . .
Mientras tanto,
Ho-Seok acompaña a Suzy, quien está destrozada por la muerte de su madre. —¿Qué voy a hacer sin ella? Es lo único que tengo en la vida, mi razón para seguir adelante. Se ha ido para siempre.
—Estoy contigo; no voy a dejarte sola.
—Me duele el alma, se fue una parte de mí. . .
Al día siguiente
En el cementerio la acompaña. Ho-Seok, la hermana de este, Yoon-Gi y Lilly, algunas chicas, compañeras en la agencia. Ho-seok la abraza mientras le da último adiós a su madre. Seok-Jin llega al cementerio; observa a lejos. . .
Han pasado cinco días…
Seok-Jin llega al restaurante de la empresa; se sienta a comer con sus amigos. —¿Y ella, como sigue?
—Está un poco mejor, tratando de asimilar la muerte la perdida. ¿Por qué no fuiste al funeral?
—Si estuve, pero no me acerqué, no me gustan los cementerios. Note que la tenías abrazada. ¿Son novios?
—Aún no, pero estamos saliendo. Pienso pedírselo cuando sea el momento adecuado. Suzy me gusta mucho.
Seok-Jin levanta la ceja y aprieta el puño debajo de la mesa. — Pienso que no es el momento, teniendo en cuenta que recién falleció su madre.
—No estoy diciendo que será ahora.
—Pobrecita, tiene que estar pasando mal, qué pena no haberla acompañado.
—Sí, su madre era lo único que tenía.
Después de comer, Seok-Jin regresa al camerino, se encuentra con Suzy. —¿Qué haces aquí? Deberías estar en tu casa.
—Prefierí venir a trabajar; no soporto estar en mi casa.
—Siento mucho la pérdida de tu madre; entiendo cómo te sientes.
Ríe con ironía —¿Sentir? Eres el ser más insensible que conozco.
—Aunque no lo creas, lo siento mucho. También pasé por lo que estás viviendo.
—De todas maneras, gracias —hay un silencio incómodo— ¿Qué pendientes tienes?
—Necesito que vengas conmigo. En la tarde tengo una sección de fotos en un parque de diversiones. . . .
En la tarde llegan al lugar; únicamente están Suzy y Seok-Jin, el equipo aún no llega.
Habla por celular. — Acaba de llamar mi manager, van a tardar un poco.
—Está bien —mira el carrusel, se llena de un profundo sentimiento. Las lágrimas escurren por sus mejillas.
—Lo siento mucho, entiendo cómo te sientes.
—Recuerdo la última vez que estuve aquí con mi madre; era mi cumpleaños. Di tantas vueltas en el carrusel, hasta vomitar—ríe con nostalgia, rompe en llanto. — La extraño tanto. No puedo creer que no esté; quería hacer tantas cosas con ella.
Seok-Jin la abraza. —Llora, te ayuda a sanar. Mi padre murió; realmente no me afectó como la muerte de mamá. Ella me duele todos los días; cada vez que la recuerdo, vuelve el dolor.
—¿Tu padre murió?
—Sí, fue el motivo por el cuál me ausenté.
—Lo siento. ¿Por qué llegaste con esa actitud, si venías de pasar un momento doloroso?
—Mis hermanos volvieron a pisotearme. Fue en la lectura del testamento. No sé si lo hizo por remordimiento, pero me dejó la mitad de sus bienes, el resto para ellos.
Me golpearon como cuando era niño, dijeron que iba a arrepentirme toda la vida, e incluso me amenazaron de muerte; fueron crueles. Regrese lleno de odio.
— Es cruel.
—Lo siento, siento mucho haberte tratado mal, descargar mi ira y frustración contigo; fui estúpido. Te pido por favor que me perdones.
Suzy baja la cabeza. —Lo hecho, hecho está. ¿Qué piensas hacer?
—Nada, no quiero nada que venga de mi padre. Si creyó que con eso va a pagar el daño que me hizo, lo que le hizo a mi madre, está equivocado. Y ellos, que no crean que voy a devolver ese dinero. Aunque no haga nada con él, prefiero montarme en un helicóptero y tirarlo.
—Siento lo que estás pasando.
—Tranquila, lo siento más por ti, es triste y duro. La pérdida de una madre es un dolor grande. —Mira el reloj— Están demorando, voy a llamar—regresa. — El equipo no ha terminado de trabajar. Vamos a tener que dejar la sección para mañana.
— Está bien, no hay problema.
—¿Quiere subir a los juegos? No hacemos el viaje en vano.
—No lo sé, no estoy de ánimo.
—Vamos —Le toma la mano. —Inténtalo, por favor. —Hace pucheros.
Lo piensa —Está bien.
Suben a la montaña rusa y otras atracciones. A pesar del esfuerzo de Seok-Jin, su ánimo no mejora.
Juega tiro al blanco y gana un gigantesco oso de peluche. —Es para ti.
—Gracias, es lindo.
—¿Te sientes mejor?
—No, en realidad no se me pasará, de todos modos, gracias.
—Una vez más, perdona la forma en la que te trate. Llegué envenenado, lo siento mucho.
—No te preocupes, con lo que me contaste has pasado mal. —Mira su reloj. —Es hora de irnos.
—¿Quieres comer antes? Conozco un sitio cerca; la comida es deliciosa.
Lo piensa por un momento. —Está bien.
Llegan al restaurante.
—¿Estás saliendo con Hohok?
—Sí, salimos ¿Quién te lo dijo?
—El día del funeral de tu madre vi que estaban abrazados.
—¿Fuiste al funeral? No te vi
—No me gustan los cementerios, estuve a lo lejos.
—Gracias de todos modos.
—¿Qué piensas hacer ahora?
—Seguir adelante, es lo que mi madre hubiese deseado. Estudiar y esperar que termine este contrato con ustedes para dedicarme a mi carrera.
Quiero ir a Europa.
—¿Quieres irte? ¿Por qué?
—A mi carrera le va mejor en esos países.
—No te vayas, aquí también puede irte bien, puedo ayudarte —le toma la mano.
—No lo sé, aún falta; por lo pronto, tengo que graduarme. Estoy saliendo rápido de las materias atrasadas para sacar la carrera en menos de un año.
—¿Estabas con tu madre cuando murió?
—No, me llamaron a las cuatro de la mañana. Mi mundo se detuvo en ese momento; no supe qué hacer, me sentí perdida. Media hora después, Ho-Seok llegó a mi casa. Había dejado sus datos en el hospital, le avisaron. Él y su hermana han sido de gran apoyo estos días.
—¿Te gusta?
—Sí, me gusta.
Terminan de comer; Seok-Jin la lleva a su casa. Recibes una llamada de Ho-seok.— Hola, ¡¿cómo estás?!
《Hola bonita. Estoy en la puerta de tu casa.
—Estoy llegando, Seok-Jin me lleva.
《Dale, te espero》
Frena el auto; piensa lo que va a decir: —Lo que te dije una vez.
—¿Qué?
—Qué me gusta. No estaba bromeando.
Hay un silencio incómodo —no vuelvas a decirlo.
—Me gustas, lo estoy diciendo en serio. —Le toma el rostro—Me gustas, no sé qué voy a hacer para demostrárlo, pero quiero que lo sepas.
Suzy traga saliba. —No tengo una respuesta a tus bromitas. No estoy de genio para tus juegos estúpidos.
—No es broma, estoy notificando que me gustas.
—No quiero ser grosera. No creo nada que salga de tu boca; la última vez lo dejaste claro.
Llega a casa.
Ho-seok, la espera —Hola Bonita, hola Seok-Jin.
— ¿Estabas esperando hace mucho?
—Cuando te llamé acababa de llegar.
Seok-Jin no quiere hacer mal tercio; se siente incómodo. — Me voy, los dejo. —Mira a Suzy —Espero que tengas en cuenta lo que dije.
Lo mira con frialdad— Adiós—Le habla a Ho-seok —¿Quieres chocolate caliente?
—Sí, me encanta—Entran a la casa—¿Qué hacías con Seok-Jin? ¿Y ese peluche?
—Fuimos a una sección de fotos al parque de diversiones. El equipo demoró. Lo dejamos para mañana. Montamos en los juegos, ganó ese peluche tirando al blanco.
Siente celos—Mmm… ok ¿Te has sentido mejor?
—Sí, estoy un poco mejor. Quiero mudarme, duele estar aquí, ver las cosas de mamá, todo me la recuerda.
Ho-seok la abraza. —Tranquila, voy a ayudarte —le toma la barbilla. —Vamos a buscar otro apartamento. Si quieres, puedes quedarte en el mío. Mañana salgo de viaje, puedes quedarte.
Recoge lo necesario, ven conmigo.
—No quiero abusar, has hecho mucho.
—No es nada, voy a sentirme tranquilo.
Baja la cabeza —Está bien.
Recoge algunas cosas; esa noche va a casa de Ho-seok.
