01

987 92 23
                                    

'Mutuo'

—Lunes, martes, miércoles, jueves... ¿el viernes tienes algo?

—No. Es mi día libre.

—Está bien. Entonces ya terminé tu agenda del mes. Mira, donde están los stickers de gatitos de colores son tus eventos importantes y dónde están los grises los no tan importantes.– sonrió tiernamente.

El joven tomó la hoja que le era entregada mientras llenaba un formulario, la alzó y examinó, notando lo colorida que era.
Demasiado para su gusto.

Hizo una mueca y revoleó al suelo el papel, importandole poco su destino. Siguió con lo que estaba y el chico enfrente suyo lo miró ofendido, se había esforzado mucho en aquello.

—Ey! Me empeñé en hacer eso!

—Ajá.– contestó seco, mirando la pantalla de su teléfono último modelo, fruto de todo su éxito según él decía.

—Te vas a quedar solo Kim Namjoon. De verdad que si consigues pareja será porque ésa persona está demasiado ciega.

—Cállate.

—Bien, necesitarás mi bullo. Adiós.

Tomó sus cosas y se retiró por la puerta, justo como todas las personas con las que hablaba o estaba.

Era un caso perdido.

__

—¿Tienes todo? Creo que nos faltó traer yogurt, rayos. De todos modos a Taehyung no le gusta...

—Es él...

—¿Eh? ¿Es quién?– Jimin preguntó frunciendo el ceño mirando donde la mirada de Seokjin estaba dirigida.

—Ugh, Kim Namjoon. El presidente del consejo estudiantil que se cree la gran cosa por ése estúpido título y porque "todos le tienen miedo".– hizo comillas con los dedos frustrado, el rubio giró y miró al aludido chico.

—Ah él. Si, no sé porqué algunos lo catalogan de agradable.

—Jim, nadie dice eso.

Jimin soltó una risa apretada de labios cerrados.—Exacto.

—Hola chicos!– Taehyung llegó con ellos, recibiendo sonrisas cómo saludo correspondiendo a la suya.

—Bien, podemos entrar supongo, mi clase de Álgebra avanzada para idiotas que no saben ni qué sigue después de 10, es en cinco minutos, andando.

—No sé que quisiste decir pero los sigo.– sonrió el menor de los tres, colgándose de los hombros de sus ambos amigos.

Avanzaron hasta la puerta de cada salón, a los menores les tocaba en la misma pero Seokjin se dirigió al salón contiguo, en clase de Inglés.

Al entrar, sonrió a un par de personas allí pero aquella luminosidad de su parte se desvaneció al ver que alguien ocupaba su lugar al fondo, sumido en libros y papeles inentendibles.
Puta madre, se supone que él debería estar en el estúpido salón de su estúpido consejo estudiantil, no sentado donde Él debería.

ciao, adiós © namjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora