ciao, adiós © namjin

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'Error, te amo'

Dos cuerpos tranquilos estaban tirados sobre la gran cama, sobre las sábanas algo desparramadas, sus ropas estaban puestas y no pensaban aún en quitarlas. Miraban al techo como si fuera la cosa más interesante que existiera. Tampoco decían nada, con la presencia ajena bastaba.

—Namjoon.– susurró después de rato Seokjin, a su lado.

—¿Qué ocurre cariño?

—¿Sabes lo que es amar?

Él parpadeó repetidas veces un momento, más no apartó la vista de arriba.

—Um... sé de eso.

—¿Cómo?

—Bueno, te tengo a tí.

Ambos voltearon al mismo tiempo a mirarse quedando acostados de lado, y en cuanto lo hicieron se sonrieron como si jamás lo hubieran hecho, amplio y precioso.

—Muchas veces... llegué a pensar que jamás terminaría así con alguien. Es decir, amando, queriendo. Pero tú cambiaste todo a mi alrededor Joon. Puedo llamarte hijo de puta aún pero realmente me encantas.

Namjoon sonrió y acercó una mano a su rostro acariciando de a poco su mejilla.—Es cierto, siempre me llamas así.–borró un poco su sonrisa, y fijó su vista en sus labios. Susurró en voz baja.– Jin... déjame ser el hijo de puta que te haga feliz. ¿Podría?

El corazón del pelinegro dió un vuelco, el significado de aquellas palabras habían impactado en su ser y se sentía extasiado de la gratitud de haber escuchado eso. Namjoon quería hacerlo feliz, pero no podía ser más feliz ahora mismo con él a su lado.

—Joonie en este instante ya soy plenamente feliz. Si quieres quedarte toda una vida haciéndolo, realmente te lo agradecería, pero si quieres hacerlo ahora mismo no tendrás que esforzarte mucho más.

Kim relamió sus labios mirando nuevamente los contrarios, luego observó sus ojos brillosos y cargados de sentimiento, que miraban sus belfos.

Lo besó tranquilamente acercándose todavía más hasta que la distancia entre sus pechos no existió, sólo estaban pegados uno contra otro sin segundas intenciones, besándose perezosa pero cariñosamente.

—Acompáñame arriba.– susurró Jin sobre sus labios al separarse de un chasquido. Se levantó y rodeó la cama para echarse sobre el cuerpo recostado del castaño y besarlo una vez más siendo correspondido al instante mientras Namjoon se paraba estirándose. Levantó a ambos del cómodo colchón rodeando al más bajo por la cintura alzándolo, y cuando sus labios se despegaron le sonrió y tomó su mano para dirigirlo hasta la ventana por dónde saldrían.

Entre ambos se ayudaron a subir y cuando ya estaban arriba pisando el techo, el castaño abrió mucho los ojos por toda la preparación planeada. Una manta roja estaba acomodada en la superficie y una conservadora pequeña portátil abierta con muchos hielos y entre ellos dos latas de alcohol nuevas y frescas.

Miró al chico y éste sonrió para irse a echar sobre el mantel y tomar dos latas extendiéndole una insitandolo más a acercarse.

La luna alumbraba algunas calles vacías y otras llenas, totalmente brillante y preciosa. El alcohol helado en su mano le congelaba ésta última, pero la risa del chico a su lado apaciguaba cualquier dolor ahora mismo para él.