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'Kiss her'

Besar no es una acción que todos hacen.

No obstante, entra en el ranking de las acciones más realizadas por las personas en la actualidad, justo después de saludar.

Seokjin había besado, muchas veces, a muchas personas; su primer beso fue a los 14, temprana edad, con una compañera unos meses menor que quería algo con él. Fué algo nada del otro mundo para él, y había durado muy poco, así que jamás fué un 'wow' para él.

Su peor beso fue con uno de los novios que había tenido. Y dios, si que había sido malo. El chico no sabía besar y sus labios habían terminado sangrando porque entrometió sus dientes totalmente inexperto.

Claro que terminó con él enseguida ése día.

Pero ahora él había sido besado diferente.

Namjoon lo había besado -más de una vez- y había sido tan diferente a cualquier otro beso que había recibido.

Él lo besaba rudo, feroz, con hambre, pasión, y no sabía cómo controlar todo aquello en su propio ser.

Y ahora no sabía qué hacer con sus pensamientos y emociones, estaba solamente hechado mirando el techo de su habitación preguntándose cómo estaría él, qué habría sentido, pero luego se odió por ello. ¿A él qué demonios le importaba cómo estaba Namjoon?

Pero le importaba, lo hacía, y no pudo comprender una vez más todo lo que el chico ése hacía en su interior.

Jimin reía con Taehyung en la cafetería ése día, cuando de repente recordó algo enseguida y se giró a Seokjin algo apresurado.—Bebé, ¿mañana podrías acompañarme al con-

—¡No!

—¿Eh?– Jimin lo miró confundido por su respuesta adelantada y gritada.

—Digo... no puedo ninguna salida hoy, tengo... otros asuntos.

—De acuerdo... ¿Tae tú quieres acomp-

—¡No!– volvió Jin a exclamar.

—Otra vez, ¿y ahora qué?– Park dejó su cuchara sobre la mesa fuerte y volteó a verlo fijo esperando una explicación.

—Lo siento yo... me estoy volviendo loco, necesito aire.– se levantó de su asiento y salió a pasos rápidos fuera de la cafetería, dejando a los otros dos totalmente confundidos y desconcertados entre la comida.

Caminó por los pasillos solitarios, tirando de sus cabellos exasperado y sin saber qué hacer con todo lo que cruzaba su cabeza. Tal vez debería ver a un terapeuta.

—Acabaste con tu apetito, ¿huh?

Para rematar, ahí estaba ahora esa voz que tanto odiaba, apoyado detrás suyo a unos metros en los casilleros jugando con las llaves de su auto, tan jodidamente bueno desde ese ángulo dónde su camisa se pegaba a su torso por la inclinación y sus jeans oscuros resaltaban sus muslos. Lo odiaba.

—No. Sólo quise tomar algo de aire, es todo. Es abrumador el lío ahí dentro a veces si tu mente no está bien.– rió de labios apretados sin voltear hacia él, sin moverse y sólo permitiéndole vista a su ancha espalda.

—Entiendo...– hizo una pausa, y antes de que Seokjin pueda salir corriendo de allí, volvió a hablar.– Tú... ¿crees que eso estuvo bien?

—¿A qué te refieres?

—Lo sabes, no seas más idiota.

Seokjin se percató de la cercanía del otro cuerpo, ahora estaba justo detrás suyo a menos metros, a punto de rozar su pecho con su espalda.

—No... no significó nada, y no se debe volver a repetir. Eso es lo único que espero haya quedado claro.– volteó ésta vez, y lo miró fijo a los ojos. Namjoon lo miraba con lujuria contenida en sus orbes y con la típica expresión de que nada le importaba más que su propio ser superior.

—Bien... no se volverá a repetir.

—Si.

Pero si decían que no se repetiría de nuevo, ¿por qué sus labios decían otra cosa? ¿Por qué sus corazones bombeaban adoloridos por aquello? ¿Por qué se estaban acercando cada vez más?

¿Por qué justo ahora habían pegado sus labios de nuevo, contradiciendo malditamente a sus palabras antes pronunciadas?

No lo sabían, no lo entendían, no se entendían; pero si sabían algo muy profundo: aquello no era completamente bueno. Y lo ignoraban.

Namjoon lo besó otra vez tomándolo de la mejilla y jalando su cabello luego para inclinarlo a un costado y profundizarlo tomando sus labios y abriendo su boca hasta juntarla con la del pelinegro tan ardientemente.

El oxígeno faltó luego, y no se miraron a los ojos, pero no hacía mucha falta. Sus respiraciones eran aceleradas y sus bocas aún seguían abiertas jadeando y respirando erráticamente muy juntas.

—Bien... a partir de ahora, no te volveré a besar.

—Claro.

Segundos pasaron, y sólo bastó abrir sus ojos y mirarse para que volvieran a unir sus labios.

Oh, detestaban aquello, pero los labios contrarios eran tan adictivos...

Una vez más se despegaron del otro, y la escena se repitió, sólo jadeando bajo y respirando irregular.

No obstante, antes de que pudieran iniciar un nuevo beso que estaban seguros no terminarían ahí, escucharon una voz. Una voz chillona y totalmente femenina que le erizó los bellos a Namjoon y le hizo fruncir el entrecejo a Seokjin.

—¡Namjoon! ¿Vendrás a seguir comiendo conmigo cariño? ¿O mejor prefieres comer otra cosa?

—Namjoon...

—Espérame aquí.

Se despegó de él mirándolo preocupado, y se acercó a la muchacha a unos metros tras suyo. Seokjin gruñó.

Pero entonces Namjoon la tomó de la cintura, sonrió ante ella siendo correspondido con el mismo gesto, luego se acercó despacio y con rudeza, cada vez más.

Y la besó.









Editado✓

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ciao, adiós © namjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora