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'Fighting and hate'

—¡Fondo, fondo, fondo!– la gente gritaba ante un chico que Jimin desconocía totalmente, pero que igualmente alentaba porque estaba tan ebrio que el haberse besado con él hacía rato y ahora gritarle felizmente por que se tome todos esos vasos, no le importaba.

Terminó el último trago de alcohol y cuando lo plantó en la mesa y extendió los brazos al fin triunfador, todos festejaron y sus amigos se tiraban encima suyo para felicitarlo.

El chico sonrió y se acercó a Park mientras ahora una chica jugaba a beber todos esos vasos en menor cantidad de tiempo tratando de superarlo.—¿Y? ¿Impresionante para tí, ricitos de oro?

—Umm ciertamente. Pero ¿y si me muestras algo más impresionante que puedas hacer?– rodeó el cuello del chico y se acercó para besarlo poco a poco cerrando ambos sus ojos, pero ninguno llegó a sentir aquél beso ya que el rubio fué jalado lejos de allí desde el cuello de su camiseta.– Hey! ¿Quién me está secuestrando?

—No interesa, necesito que ajustes un par de tornillos y me digas exactamente dónde se metió Taehyu-

—Diablos todos me piden ubicaciones hoy, ¿tengo cara de GPS? Estoy borracho cariño, no sé ni dónde están mis pies, busca por tí mismo.– rodó los ojos y volteó, pero fue detenido, otra vez.

—No, espera! Ugh, escuché que se fué a besar con un tal Hoseok pero preciso saber concretamente.

—No lo sé hermano, lo que Taehyung haga o no haga ebrio no es mi responsabilidad ni saber. Puedes buscarlo, ésta casa es grande pero tampoco estamos en el desierto.

Se retiró yendo por el anterior chico con el que se besaba, del que nisiquiera sabía nombre, y dejó al confundido chico que rascaba su cabello con cierto desespero mientras la gente lo chocaba sin percatarse de él.

—Hey Jungkook, ¿nos acompañas a beber en el techo o seguirás buscando a tu noviecito?– le gritaron desde unos metros, y él suspiró rendido.

—Ugh ya qué, vamos.

—N-Namjoon espera...

—¿Qué?– paró sus besos sobre el cuello del más bajo quién colocó sus manos en el pecho fuerte y se apartó con la mirada baja.

—No podemos hacer esto.

—¿Por qué no?

—Estoy seguro de que te arrepentirás luego, y si hay algo que odio son los arrepentimientos.

Namjoon lo miró confundido, y estaba por decir algo cuando el picaporte de la puerta fué movido como si alguien quisiera entrar con desespero. Imaginaron que sería alguna pareja queriendo privacidad así que Seokjin se despegó de ella y la abrió saliendo y alejando a la pareja de un empujón yéndose sin importarle lo que pasara, de todos modos sus estúpidos padres podrían costearle una habitación nueva con todo el dinero que ganaban fuera sin prestarle atención.

—¡Seokjin espera! Ugh ustedes váyanse, no cojan aquí.– cerró la puerta con fuerza y alejó a la confundida pareja calenturienta que ahora lo miraba mal mientras él se alejaba a pasos rápidos tratando de seguir al pelinegro idiota, a su pelinegro idiota.

ciao, adiós © namjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora