05

472 83 27
                                    

'Wow'

—¿No estarán? Supongo que entonces mi cumpleaños será en tu casa.– sonrió tomando una papa frita de la bandeja del rubio a su lado quién no se inmutó ante esto ya que era algo que pasaba bastante a menudo para su desgracia.

—Ni lo sueñes, tal vez Seokjin quiera relajarse el fin de semana y concentrarse en las clases y exám-

—Oh para nada, hagan lo que quieran.– respondió sin ganas ni apartando la vista de los demás en la cafetería, sin mirar a nadie específico y comiendo también de las papas fritas de Park.

—Genial! ¡Oigan todos, mi cumpleaños en casa de Seokjin éste sábado!– gritó ante todo el alumnado del comedor y todos gritaron celebrando. Ya era obvio que la casa se llenaría enseguida y Jin sólo agradecía que sus padres trabajaran tanto y sean ricos para costear una casa como la que tenía, porque no eran pocas personas las que ya estaban murmurando sobre ir, y sin contar los cientos de colados que seguramente habría.

—Wow, se llenó rápido ésto. Hasta hay un DJ, ¿en qué momento contratamos un DJ? Y... ¿un stripper bombero?

—¡Qué importa, sólo disfruten mi cumpleaños!– Taehyung les pasó a ambos una botella pequeña de cerveza y enseguida los dos bebieron un trago tratando de disipar esos problemas que los corrompían. Kim estaba borracho, eso era todo un hecho, y lo demás de la fiesta estaba tan alocada en sólo dos horas, quizás era un récord.

De repente el cumpleañero había desaparecido, seguramente habría ido a bailar, y cuando Seokjin se dió cuenta, Jimin tampoco estaba a su lado. Bufó y buscó un lugar dónde dejar la botella casi vacía que se fué acabando mientras avanzaba entre toda la gente amontonada en toda la casa.

Ahora sonaba una canción movida que según sus conocimientos por sus amigos, era de alguna artista estadounidense bastante reconocida de la que ambos eran fans y siempre estaban escuchando.

Pero no interesaba, lo único que ahora le interesaba, era ésa chica rubia que restregaba su mejilla en el brazo fuerte del moreno alto castaño apoyado en la mesada, quién no se veía muy a gusto pero tampoco apartaba a la chica de su lado.

Gruñó y su impulso lo hizo irse acercando, nisiquiera sabía qué haría cuando esté frente a ellos, porque él y Namjoon no eran nada, pero sentía irremediables deseos de sacar a la tipa de su lado tirandola de sus mechones y colocarse él.

Cuando ya estuvo cerca, recobró sentido de lo que hacía abriendo los ojos y sintiéndose idiota; aún así, cuando quiso huir ya había sido visto por el moreno, y ahora Namjoon buscaría salir de las garras de la chiquilla a su lado con su ayuda.

—Seokjin!

Diablos. ¿Todo mal le saldría?

Apretó los labios aún ambos mirándose y antes de seguirlo pensando, simplemente volteó y escapó a pasos rápidos a la parte de arriba de la casa dejando caer la botella en algún lugar que no le importó.

Iría a su cuarto, el único lugar seguro que por poco olvidaba, ya que apenas estaba cuerdo como para recordar que estaba en su propia casa.

No le importó las personas que desordenaban todo, rompían algunas cosas, se besaban en todos lados y hasta tenían relaciones por ahí, sólo subió las también pobladas escaleras e ignoró a las personas en la pequeña sala una vez arriba; agradeció  internamente con todo su ser la idea de Jimin de cerrar con llave todos los cuartos y entró al suyo sin ser visto. O eso creía.

—¡Beso, beso, beso!

—Jimin, ya bésame.

—Iugh, hueles a alcohol.– rió el rubio, totalmente desorientado mientras se acercaba a los labios del que era su mejor amigo hacía años.

La gente siguió alentando y ellos sólo unieron sus labios en un beso esquimal rápido que hizo a todo mundo gritar.

—Sabes feo, pero ¡fue increíble!– gritó Taehyung alzando su vaso medio vacío y todos siguieron festejando a su compás.– De verdad es el mejor cumpleaños Chim.– se apoyó en el hombro del bajito y terminó las pocas gotas imperceptibles para su paladar, de un sólo sorbo.

—Si Taehyungie. Aún que no recordarás nada.– rió tonto y se sirvió el ponche detrás suyo con el cucharón para beber la mitad del vaso con ganas.– Oye, ¿y Seokjinnie?

—No lo sé, quizás coje con alguien por ahí.

—Huh no creo, no es así él.

—El alcohol enloquece a las personas. Y por eso, ahora voy a ir a bailar al mesón de la sala con Nicki Minaj de fondo, ¡nos vemos!– sonrió y salió corriendo a la dirección opuesta a la que debería, Park rió, y entonces su teléfono comenzó a sonar en su bolsillo trasero.

—Habla Jimin Park.

¿Sabes dónde está Seokjin?

No, no sé quién es Funjin.

Claro, estás mega borracho.– chasqueó la lengua del otro lado y preguntó luego– ¿Dónde están tus amigos?

Taehyung se fué a hacerle twerk a desconocidos y Seokjin folla con alguien arriba o no lo sé bien.– rió de nuevo tontamente.

¿Seokjin fué con alguien a follar arriba?

Eso creo, nisiquiera sé que hora es. Oh mira! Son apenas las dos. Bueno, colgaré porque iré a buscar alcohol, mi cuerpo lo necesita.

Ya bebiste mucho! ¡Espera! No cuelg-

Acosadores.– suspiró y se metió entre la montonera de gente perdiéndose un buen rato.

—Mierda, ¿cómo lo encuentro ahora?– apretó su puño derecho y guardó su teléfono en su bolsillo trasero que sostenía en su zurda. Se separó de la chica que aún lo sostenía mirando su teléfono y como estaba tan desconcentrada con éste, no notó cuándo él se soltó sino hasta que casi cayó de bruces al suelo. Se incorporó y gritó llamándolo pero Namjoon hizo oídos sordos, realmente no le importó ella, lo único que había querido desde que llegó era beber y olvidar sus problemas, apenas sabía que era cumpleaños de Taehyung pero él fiesta que veía, fiesta que entraba sin interesarle nada.

Y muy en el fondo, también había venido por cierto pelinegro irritante.

Avanzó por las escaleras entre toda la gente que le pasaba tragos que él no aceptaba por su apuro hasta que llegó al principio de las escaleras dónde ya había sólo un poco menos de gente.

Miró la sala en un vistazo rápido y antes de que pudiera ver el pasillo de habitaciones, fué tomado del brazo y jalado hasta dentro de una.

Unos labios se acercaron a los suyos, rozaron levemente, y juró que aquello lo volvió completamente loco y terminó por agotar su cordura.

—¿Quieres... hacer esto?

—No es tanta cuestión de querer, Seok.– llevó una mano a la barbilla del pelinegro más bajo y la alzó hasta que lo hizo mirarlo plenamente a los oscuros ojos que poseía.– También tiene que ver con la necesidad. Es una fina línea entre ambas, y una... que sin duda me encantaría romper contigo.












Editado✓

- ꨄ︎

ciao, adiós © namjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora