Epílogo: Hello

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'Hello'

Pasado.

—¡Corre, se nos hará tarde!

—Ya voy Jimin... mis piernas no... resisten... más. Uff.

—Qué flojo, yo vengo corriendo desde mi casa que queda mucho más lejos.– rió y levantó al chico casi en el suelo para incorporarlo y por fin entrar en la gran institución.– Wow, es más grande que el año pasado. ¿Tú crees que tendremos nuevos compañeros? Sinceramente lo dudo, me parece que no hay más cupos pero tampoco sabemos si alguien se retiró y dejó espacio y- carajo... ¡Fíjate por dónde vas maldito idiota!

—Jimin, calma.– Jin habló bajo a su lado, el tipo con el que Park había chocado se veía de los matones, no era conveniente siquiera hablarle.

—No! Él venía distraído, yo estaba mirando bien el camino.

—Y si mirabas bien el camino, ¿por qué no me esquivaste?– gruñó él.

—Um... quizás porque ¿apareciste de la nada?– habló obvio alzando una ceja, Seokjin temió por la vida de ambos.

—Chim, vayamos a clase, déjalo.– tomó el brazo de su amigo quién seguía mirándose mal con el chico mayor.

—Si, huye con tu bonito amigo nomás, ricitos de oro.

—¿Cómo nos llamaste?– Park detuvo el caminar y se volvió hacia él, la mirada del alto estaba posada en su acompañante como si quisiera devorarlo, algo que hizo que Jin se cohibiera disimuladamente pero sin borrar su expresión seria y harta.

—Está claro que tu amigo es bonito pero ¿tú? ¿Dónde teñiste ése cabello?

—Ugh, ya basta.– Seokjin frenó antes de que la bomba de Jimin explote frente a todos.– Tú– señaló al alto– deja de molestar a mi amigo o no tomaré en serio ese "bonito".– lo señaló demandante de cerca y éste, aún que por dentro tembló por la intimidación, enrojeció por la cercanía y maldijo por haberla cagado, bufó y se dió la vuelta restándole importancia. Aún que en su interior se golpeaba por haberla cagado con el lindo pelinegro sólo por molestar a su rubiecito amigo.– Y tú Jiminie, no te metas en líos con imbéciles y vamos a clase.– arrastró al rubio con él rápidamente, sonrojado evadiendo la mirada del tipo que sabía que aún seguía en él.

.

—Y así es como resolvemos equis. Ahora, para el siguiente ejercicio voy a tomar...

—Namjoon, ya deja de molestarme.

—No.

—Kim.

—Cállate.

—Namjoon deja de tocar mi cabello.– gruñó bajo.

—No.

—¡Namj-

—Señores Kim, a la oficina del director.– el profesor exclamó, la clase giró a verlos riendo o desinteresados y los dos se miraron mal antes de levantarse y salir frustrados.

Jin caminó delante suyo a pasos firmes y furiosos, Namjoon iba tranquilo tras suyo observando con una sonrisa cómo los glúteos se movían por sus pasos constantes de arriba a abajo.

ciao, adiós © namjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora