ciao, adiós © namjin

08

'Whole I or the difficult'

—¿Mañana tenemos exámen verdad?– preguntó sacando los libros de su casillero mientras el rubio imitaba su acción a su lado.

—Si. Ugh, el profesor Han quiere que estudiemos los cincuenta y cinco libros de constitución de derecha a izquierda, de revés, de atrás a adelante y de adelante a atrás. Aparte dijo-

—Veme en los baños después del receso...– susurró bajo leyendo algo, Jimin a su lado lo miró confundido.

—¿Eh?

—Es una nota.– Park se acercó a él extrañado y, asomándose, leyó la nota pegada en el libro que el pelinegro tenía entre manos luego de sacarlo de su casillero.

—¿No hay firma?

—Nop. Supongo que tendré que preparar mis puños...

–

Seokjin entró con cuidado cruzando la puerta del baño, no se encontraba nadie y estaba todo oscuro, algo que lo hizo estremecerse.

Estaba por abrir una por una las puertas de los cubículos para que quien le jodiera la broma apareciera tras uno, cuando un aliento chocó en su nuca y luego fué volteado, estampado contra la más cercana pared fría y luego besado sorpresivamente por aquellos labios carnosos que no podía olvidar.

—N-Nam...joon... Ugh espera.– habló entre el beso fogoso que le era dado, su manos fueron apresadas a cada costado de su cabeza entrelazandose los dedos de cada una con los contrarios.

—¿Qué?– habló jadeante

—¿Por qué me citaste?

—No podía estar otro segundo más sin volver a sentir tus labios.– habló muy cerca de éstos con su aliento chocandoles y enviándole un ligero escalofrío.

—Huh, directo.

Una risita coqueta escapó de sus labios, erizando sus bellos.—Te encanta.–sonrió y se acercó más a él, rozando de nuevo sus labios.– Bésame.

Y así Seokjin lo hizo, cediendo ante el deseo contrario y propio mientras jadeaba cada que tomaban aire en los mínimos segundos de separación de sus labios. El sudor comenzaba a caer en gotas finas por su rostro desde su frente y el calor abrumaba sus cuerpos retóricamente. Sus labios se unían en besos esquimales desordenados, sus lenguas de entrelazaban y sus calientes manos recorrían todo el cuerpo contrario con fervor.

—Oh mierda, eres perfecto.

—Eso es, tus manos ahí.– jadeó bajo al sentir las calientes manos adentrarse bajo su camiseta sedosa acariciando cada porción de piel incluyendo sus rectos pezones rosados, mientras besos mojados eran dejados en su cuello y clavículas.

—Sin duda eres el cielo en el infierno, Kim.– sonrió y siguió besando la piel pasando por su barbilla dónde siguió dejando besos pequeños hasta llegar nuevamente a sus labios dónde los pegó fuerte y conciso moviendolos con cierto cariño indistinguible por la lujuria y el deseo que lo inundaban como mareas chocando contra su pecho.

—Eres... un hijo de puta Namjoon...

—Si. Pero quiero ser el hijo de puta que te haga delirar.

Seokjin comprobó el compromiso de aquellas palabras en cuanto fué tomado por los muslos estampandolo más contra los fríos azulejos detrás, y haciéndolo enredar sus piernas en la cadera contraria para luego sentir como una embestida de un duro bulto arremetía contra él haciéndolo gemir entre su necesitado beso.

—J-Joon...

—¿Qué quieres huh? Dime.

—Sólo a tí.

Aquello cortó su cordura, y lo hizo dar una nueva falsa embestida contra el culo apetecible que llevaba todo el día viendo por los ajustados pantalones que llevaba el chico aquél día. Sonrió al sentir otro gemido que incrementó el dolor en su bulto, el cuál suplicaba por atención y liberación inmediata.

—¿Quieres que pase mi lengua por eso?

—¿Q-qué?– preguntó aún besando y acariciando más la piel lechosa y caliente bajo sus manos y labios agitado.

—Se vé que necesitas ayuda ahí abajo, ¿es demasiado para tí? Ya estás muy duro.

—Mierda.– maldijo entre dientes al sentir punzadas fuertes en su pene luego de aquellas palabras contra su oído, y la mordida y lamida calientes en su lóbulo.

—Seré tuyo si dejas de ser un hijo de puta conmigo, Joon.– ésta vez movió él mismo sus caderas chocando su erección creciente y trasero contra el bulto cada vez más duro que hacía a Kim gemir ronco.– ¿Aceptas?

—Jodida mierda, si.– accedió casi sin pensar mientras su cabeza era echada hacia atrás por el estímulo al fin que su miembro dolido recibía.–Pero... no será la única vez que nos veamos así.

—Mamá y papá no estáran por tres meses...– susurró parando sus movimientos para bajar y empujarlo dentro un cubículo plenamente vacío, sentarlo en la tapa del retrete y luego montarse sobre sus muslos volviendo con sus infernales movimientos de cadera sobre el bulto bajo él, mordiendo su labio.

—Pues hagamos que mamá y papá se arrepientan de dejarte solo tanto tiempo.

–

—Seokjin debería haber llegado.

—Supongo que se quedó hablando con un profesor, sabes que le gusta tener sus informes de notas al día.

—Jm, espero...

—Hey, ¿te hablé del chico con el que casi follé en mi cumpleaños? Oh olvidaría al tonto presidente del consejo por él. Es más, creo que ya no quiero absolutamente nada con él, parece no querer nada con nadie, dudo que consiga pareja en bastante tiempo.– rió ligero en un suspiro mientras llevaba un bocado de ensalada a su boca.– En realidad, nisiquiera creo que vaya a besar a alguien en muuucho tiempo, lo veo imposible.

Jimin analizó las palabras dichas y sonrió con su lapicera entre sus dientes viendo algún punto perdido del comedor, mientras se balanceaba en su asiento y mentalmente se entregaba un premio a sí mismo por científicamente lograr que el problema de Taehyung con el estúpido de Namjoon cesara.

Ya era uno menos, ahora debía ocuparse de la erótica burbuja de amor que había entre ése y Seokjin. Y éso sería mucho más difícil.

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