Capítulo 08

752 94 13
                                    

Aquel pelinegreo era su perdición, la transtornaba y confundía a la vez, sin embargo, no podía hacer nada al respecto, el chupasangre la tenía inmovilizada y para su mala suerte comenzó a repartir lentos besos por su cuello, así mismo no evitaba o...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Aquel pelinegreo era su perdición, la transtornaba y confundía a la vez, sin embargo, no podía hacer nada al respecto, el chupasangre la tenía inmovilizada y para su mala suerte comenzó a repartir lentos besos por su cuello, así mismo no evitaba olfatearla y conseguir un extasis en la acción, le agradaba el aroma que desprendía, semejante a los cerezos con los que alguna vez se había topado en su niñez.
Se aparto un poco para mirarla, con sus mejillas carmesí, ponerla en esa situación. Con su dedo índice palpó cada ápice de su labios descendiendo hacia abajo —Las ropas, estorban—mencionó casi en un susurro
—Quítatelas—ordenó sin más.

Sakura, no quería hacerlo frente a un ser como él, pero, ¿y si no lo hacía? Pensó en mil maneras de evadirlo, los recuerdos de su hermano invadieron sin aviso sus pensamientos, llegó a la conclusión de que no podría afrontar la dura realidad, ese vampiro odioso tenía en sus manos la vida de Satoru, con todos queriendo masacrarla hasta la muerte, no tendría más opción.

Comenzó a retirarse sus ropas, trepidando al hacerlo, le costaba desabrochar sus botones pues el titiritero no sesaba. A sus espaldas el Uchiha la miraba divertido por sus actos en ese instante, se acercó a su cuello y dijo —¿Hasta cuándo piensas hacerme esperar?
Cuando miró su rostro, su regodeo no tardó en desvanecerse, de aquellos ojos jade comenzaban a brotar lágrimas que hicieron causar una incomodidad en su interior, una sonrisa de satisfacción brotó en su facia del vampiro.

—Olvídalo, esta vez tómalo como un pequeño castigo— mencionó tomándola entre sus brazos y aprisionandola contra su pecho
—Pero si la próxima vez te atreves a ir provocando a otro hombre, espera a ver como te sancionaré...

Sakura epalidecio al escuchar temibles aseveraciones, el calor de sus manos la abandonó, trato de calmar los temblores que su cuerpo emitía fallando en el intento .Aún cuando el chupasangres abandonó la habitación dejándola en completa oscuridad, su mirada jade se cristalizó y lágrimas salieron sin aviso oportuno.

~•~

Hasta el día siguiente, la pelirrosa se mantuvo hundida calivando sobre lo acontecido la noche anterior atormentandola y apoderándose en cada espacio de su ser la ingominia. "¡Que horrible humillación!"
Paró en seco por el repentino silencio de sus compañeros, abriéndose casi en multitud ante sus pasos, murmurando.
"Estas personas lucen demasiado extrañas, ¿qué está pasando?"
Esta hecho, no hizo más que desconcertar a la ojijade, acelerando el paso y restando mayor importancia al asunto. "¿Será debido a Sasuke?"

Llegando a la esquina del extenso corredor, se topó frente a frente con el individuo con quien menos se esperaba encontrar. —¡Sakura!
La chica simplemente paso de largo ignorando al castaño y bajando la mirada al suelo, siendo bruscamente tomada del brazo por parte del chico.
—¡No te vayas! Lo siento mucho, ayer solo miré y permití que Sasuke-sama te llevara con él, ¿¡no te hizo nada cierto!?—desgañito el chico.

Dulces Mordidas | Adaptación SasuSakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora