"El amor es confinamiento y posesión, pero dedicación y libertad es la poderosa sangre de los bellos humanos.
Enamorarse de la dulce sangre de la sirvienta, implica morderla gentilmente y convertirla en tu propiedad."
-Primera temporada de la saga...
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El pelinegro, capto la incomodidad de la pelirosa yacente en su pecho, percatándose de la tensión en el ambiente. Sakura se horrorizo ante el hecho de estar rodeada por vampiros si con dificultad convivía con uno, la sola idea la lleno de náuseas. "¿¡Fiesta de vampiros?!" —Lo siento, estoy algo indispuesta—respondió con honestidad—Me retiro.
Agregó para salir con un paso más que acelerado, desconcertado al azabache. —¡Oye!
Fue entonces que entre las sombras salio su colega rubio, mirándolo con diversión en su facia. —Ella sin más, escapó. El pelinegro volteo la mirada a la lejanía del balcón. —Veo que constantemente conspiras contra ella, Sasuke—añadió el ojiazul—Recuerdo que antes solías participar por la administración de tu familia, pero, ¿esta vez quieres llevarla?
Dijo curioso el pelirubio, quien después de una breves segundos de silencio el pelingro respondió.
—Tiene que entrar en la boca del tigre para que entienda que en éste mundo, el único hombre que puede protegerla sólo soy yo.
Naruto sonrió con mofa —Wuhaaa, que horrible eres, veo que ese chico de disciplina te ha estimulado bastante—dijo con un carcajeo.
—¡Suficiente!—demandó Sasuke con vergüenza retirándose con prisa.
—¿Eh?, ¿a dónde vas?—cuestinó confundido.
—A enseñarle modales. Naruto rió con fuerza por los comportamientos de su amigo.
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Por otra estancia, Sakura no supo a donde sus pies la guiaron, sólo que llegó a una fuente de mármol muy bella. "¿¡Él quiere que vaya a una fiesta repleta de vampiros?!" Se dijo a sí misma hundida en sus pensamientos "¿Por qué?, todas sus acciones hasta ahora no las puedo comprender"
La pelirrosa cayó en cuenta de todos los momentos que él había visto por ella, donde la había ayudado y hasta cierto punto reconfortado, ¡maldición!, hasta la había alimentado con ternura. "¿Esto acaso también es domesticar?, entonces ésta vez, ¿qué querrá ahora?"
La chica indagaba buscando una explicación a las acciones del pelinegro, era un ser tan extraño. Hasta que fue interrumpida por una voz más grave y una loción distinta a la de Sasuke.
—¿Qué haces aquí?—preguntó
"¿Sasuke?" La ojijade giro sobre sus talones topandose con un vampiro, no hacia falta razonar tanto como para saber que era de sangre pura y que vibraba autoridad. De cabellos largos como la noche atados en una coleta baja y tez alba.
