I ᴘʀᴏᴍɪsᴇ ʟᴏᴠᴇ ʏᴏᴜ ғᴏʀᴇᴠᴇʀ.(+18)®️

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POV's Hiccup Haddock
"Luego de media noche"

Observaba a mi alrededor con curiosidad, pasando mi mirada de cada una de las personas presentes. A un lado de mí se encontraban Punzie y Flynn bailando bastante apegado del uno al otro, ignorando por completo el ritmo de la música que había de fondo, moviéndose a su propio ritmo mientras sus cuerpos se unían de vez en cuando.

Al otro lado, Elsa estaba bailando y riendo junto a Tadashi, mientras que el asiático la hacía girar en su lugar, soltando algunos comentarios burlones y algo juguetones. A tan solo unos metros de ellos, justo en medio de los cuatro, aquella cabellera pelirroja resaltaba junto a las llamas del fuego. Movía su cabeza de lado a lado, mientras acariciaba su cuerpo con extrema sensualidad, cerrando sus ojos y dejándose llevar por el ritmo de la música que sonaba a través de los parlantes que los chicos habían traído consigo, junto a algunas botellas de alcohol.

Habían pasado alrededor de dos horas desde que los chicos se fueron y regresaron con todo lo que pedimos, y más. Decidieron traer un pequeño parlante con una alta capacidad de volumen, para poder conectar música y ambientar el lugar. Luego, a pedido de Flynn, Tadashi apareció cargando unas cuantas botellas de vodka y licor de chocolate, dos cosas que no se debieron juntar en absoluto luego de las primeras copas.

Dejamos las ramas dentro de la fogata, y las que sobraron las usamos para comer los malvaviscos, juntando estos con chocolate y unas galletas que los hermanos de Mérida intercambiaron por algo de dinero. Algo usual en ellos desde que aprendieron a contar hasta diez.

Ahora mismo, con mucho alcohol en el cuerpo de la mayoría de los presentes a mi alrededor, con restos de malvaviscos tirados en el suelo a nuestro alrededor, y con las botellas de alcohol tiradas alrededor de los troncos en los que hace una hora estábamos todos sentados riendo.

Diría que que soy el único con la capacidad de distinguir las figuras de los arboles que nos rodean pues la mayoría, si no es que todos, habían hecho una extraña combinación entre vodka y licor de Chocolate. Pero Mérida tampoco había bebido demasiado, y aunque Elsa estaba extremadamente risueña, estaba lo suficientemente consciente para correr a la casa por si Nicolas necesitaba algo. Quizás para algunos aquello fuese irresponsable, pero el ver como cada quince minutos monitoreaba con su móvil al pequeño infante, el cual se hallaba durmiendo en el cuarto de la hermana de la pelirroja, era una de las cosas más adorables que había visto en toda la noche. Y eso que Flynn le había recitado un poema a Punzie luego de su cuarto trago.

-. ¡Oh por dios, esa es mi canción favorita!.- Chilló Tadashi, mientras se acercaba al móvil de Punzie, que era el que estaba conectado con la bocina, subiendo el volumen sin importarle si había alguna casa a unos kilómetros de donde estábamos.

Pronto reconocí la canción como Sex, la cual era cantada por un tal EDEN. Al instante dirigí mi mirada hacia donde se encontraba Mérida, viendo con lujo de detalle cada movimiento que hacía, mientras bailaba con tranquilidad y de vez en cuando se unía a Tadashi o Rapunzel. Lucía hermosa con aquellos mechones de su cabello pegado alrededor de su cuerpos, mientras que el color rojizo de la fogata resaltaba aquellos hermosos ojos azules junto a sus rizos perfectamente formados.

Casi de forma inconsciente me enderecé de donde me hallaba sentado, y caminé con tranquilidad hasta donde ella estaba, alcanzándola en el coro de la canción, posicionando mis manos en su cintura, y comenzando a bailar al ritmo de la canción junto con ella.

-. ¡Al fin te levantas de ese asiento! Pensé que tendría que ir a obligarte.- Murmuró cerca de mi oído, para que de esa forma pudiese oírla con claridad. Sonreí ampliamente, apegándola más hacia mí, tan solo para que luego ella se zafara y diese una pequeña vuelta.