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Raquel busco a Sergio entre las sábanas y despertó al no sentirlo cerca de ella pero supo que él seguía allí, el perfume que emanaba la habitación lo delataba.

-Buenos días mi amor- Dijo Sergio entrando a la habitación, se veía tan guapo en aquel traje aunque sin él, también se veía guapo. -¿Cómo amaneció lo más bello de mi vida?- Raquel sonrió.

-Muy bien-

-Cielo, tal vez hoy me retrase un poco y llegue tarde a casa-

-¿Mucho trabajo?- Se había acostumbrado a que solo ella fuera el centro de atención, a ser solo para Sergio Marquina.

-Algo- Mintió, no tenía mucho que hacer en la oficina pero sabía que tenía que redactar un buen mensaje para Ana. -Pero estaré al pendiente de la mujer del universo y sus galaxias- Le dedico una sonrisa y ella, se estremeció.

-Eres un adorado- Le guiño el ojo.

-Ya debo irme- Se acerco a ella y la beso. -Te amo-

-Y yo a ti, que te vaya muy bien- Sergio asintió con la cabeza, le sonrió y salió de la habitación.

Raquel suspiró y acarició su vientre abultado, sonrió al recordar lo que su amiga Isabella le había y sí, definitivamente tenía razón como siempre. Se dio media vuelta decidida a dormir un poco más y así fue.

***

¿Por dónde comenzar? Años anteriores aquella tarea de escribir para su difunta esposa era algo sencillo pero ahora, no lo era. Todo el sufrimiento proporcionado por la pérdida de su mujer y de su hijo se había ido, no sentía dolor, no sentía nada.

Respiró profundamente decidido a escribir algo.

Para quién fue, es y será especial. Para quién siempre iluminó nuestras vidas. Para quién lleno uno a uno nuestros vacíos. Para quién se fue pero sigue viva entre nosotros. Te amamos y te extrañaremos hoy y siempre

Ana Martinez, 1989 - 2017.

No era lo que esperaba pero eso era suficiente, cerró el documento y se perdió en sus pensamientos, vagando en su mente.

Una vez más era esclavo de sus pensamientos.

***

¿Cuánto tiempo había estado alejado de lo que más quería? No lo sabía, lo que si sabía era cuando volver, el asesino siempre vuelve al lugar del crimen.

-Estamos destinados a estar juntos Raquel, siempre estaremos juntos- Estaba observando frente al espejo cuando dijo aquello, Alejandro se notó un poco más delgado y demacrado pero a la mierda todo, lo que más deseaba no lo tenía pero esperaba con todas las ansias del mundo que ese día llegará.

Fue hasta una de las habitaciones y de un gran baúl saco un álbum de fotos, era blanco, tenía plasmado un pequeño mensaje Raquel y Alejandro, una historia imposible de olvidar y venía acompañado de una foto, eran ellos en su boda, Raquel se veía tan feliz y tan enamorada que eso lo hizo sentir estúpido, dejo ir a quién amo como nunca pero iba a recuperarla lo intentaría aunque eso, acabará con su vida.

Al abrir el álbum se hicieron visibles los buenos deseos de sus amigos y familiares.

Que su vida siempre este llena de bendiciones

¡Felicidades a los tortolitos!

Que sean felices siempre

Hacen una bella pareja, tanto amor me empalaga

-Tanto amor acabo conmigo- Dijo pasando con mucha brusquedad las páginas, eran unas cinco o seis llenas de mensajes, mensajes que quedaron sepultados en las grietas del olvido.

Amor asesino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora