Ginger boy (Fred Weasley y tú)

Familia. 16

Al siguiente día me desperté tirada en el suelo de la habitación de Blaise.
El estaba sobre su cama y Theo estaba tirado a mi lado.

No recordaba nada de lo sucedido la noche anterior, solo una cosa, Fred.

Sentí una fuerte punzada en mi cabeza y me levante para ir al baño, al entrar pude ver mi cuello todo marcado, chupones.

No tenía la menor idea de que había pasado, pero parecía haber estado bueno.

Primero pensé en Fred, pero era demasiado bueno para ser real.

-Blaise, Blaise.- susurré en el oído del moreno.

-Hmmm.-

-Despierta joder necesito tu ayuda.-

-No jodas, pídele a Theo.-

-Zabini si no te levantas ahora te juro que te lanzo un Crucio.-

-Eres insoportable Riddle.- finalmente se levantó.

Al abrir los ojos yo estaba frente a él, tenía puesta una camisa blanca de Theo y unos bóxer de Blaise, pero estábamos acostumbrados a vernos así, él solo estaba en bóxer.

Me recorrió con la mirada y se fijo en mi cuello, abrió los ojos exaltado.

-Joder T/N, tuviste problemas con una aspiradora!?- pregunto.

-Tenía la esperanza de que tú supieras que pasó ayer.-

-Se que me coji a una Ravenclaw pero no tengo idea con que carajos te metiste tú, ¿quizás Fred?- sonrió pícaramente.

-Lo mismo pensé, pero sería demasiada suerte no crees.-

-Creo que deberías hablar con él.- dijo desde atrás Theo quién se había despertado recién.

-Ah, claro Nott, voy y le digo "oh ola Weasley, sabes tengo el cuello todo chupeteado y no se quién fue, ¿habrás sido tú?" muy normal Theo.-

-Sonaría como una perra que se acuesta con todos.- dijo Blaise.

-Gracias Zabini, a ver cuando te toca a ti follarte a esta perra.- dije un tanto molesta.

-Habla con él T/N- insistió Theo.

-Bien, hablaré con él.-

Me fui a bañar y al salir me fui a mu habitación a arreglarme, hablaría con Fred en el desayuno.

Era sábado por lo tanto podría ponerme lo que quisiera, me puse un top negro que tenia un corazón roto al medio en color rojo, unos vaqueros negros con rajaduras en las rodillas y unos zapatos negros de lo más normales.

Me solté el cabello para tapar las marcas de mi cuello y salí.

Al entrar al GC lo primero que hice fue fijarme en las mesas de Gryffindor, vi a Ron y a Hermione, Ron tenía una cara de estar con la resaca más grande de su vida, mientras que Hermione lo regañaba por algo.

Sentí unas manos en mi cintura y me giré, Harry.

Me miraba con una sonrisa y sus mejillas un tanto sonrojadas. Yo sabía que lo que había pasado entre nosotros a él le había ilusionado, pero yo no quería nada más que una amistad.

-Potter.-

-Hola T/N, me preguntaba si quieres ir a desayunar conmigo y Hermione y Ron.-

-Oh si, me encantaría.-

Harry me soltó y fuimos juntos hacía la mesa, Hermione inmediatamente dirigió su mirada a nosotros.

-Oh, hola T/N.-