3. Te hablé

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Yoongi sabía bien cuál era el siguiente paso más sabio después de darle a Jin su número. Las opciones se barajaban en su cabeza mientras jugaba con el celular en su mano después de recibir el mensaje del mayor. Podía seguir mintiendo o desvelar la verdad, aunque eso era como escoger entre una opción mala y otra peor. Por supuesto, Yoongi sabía en el fondo que la mejor entre las dos era la segunda, pero por alguna razón no podía lograr hacer lo correcto.

Antes de guardar a Jin, borró la información personal en el servicio de mensajería y cambió su foto de perfil por una donde aparecieran él y Hoseok para que no pudiera identificarlo.

Jin

Hola, soy Jin

Espero poder hablar contigo mientras tengas este número.

Enviado a las 14:40

Después de eso Yoongi había tomado la sencilla decisión de dejar de contestar. Se le había iluminado el bombillo después de haber ignorado el mensaje de Jin por accidente después de que algún compañero de su clase le pidiera ayuda con algunos arreglos de la escuela.

«Si lo ignoro, entonces captará el mensaje, dejara de escribir, Hoseok no se enojara conmigo, y todos seremos felices»

Sin embargo, había un pequeño problema con su plan. El plan implicaba que Yoongi debía tener el corazón y la fuerza de voluntad para ignorar a Jin. Y quizá era una mejor idea bloquear su número y seguir con su vida, pero Yoongi no pudo evitar empezar a imaginar a un Jin deprimido, como el de los primeros días. Lo visualizó aislado e incluso llevó su imaginación tan lejos como para verlo pidiéndole al profesor que lo cambiara de lugar para no ver la cara de Yoongi pues le recordaba al amor que lo rechazó.

Yoongi se consideraba una persona fuerte, pero si había algo que no podía soportar era el pensamiento de ver a Jin con el corazón roto y lastimado otra vez.

Después de terminar de ayudar a su compañero se dirigió a hablar con su mejor amigo a un lugar donde sabía que lo encontraría. Entró a la biblioteca y se dirigió a la sección de libros académicos y encontró a su mejor amigo durmiendo en la misma mesa en la que siempre estaba.

—Hoseok. Pss. Hoseok. Hoseok. — Yoongi sacudió el hombro de su amigo y lo escuchó gruñir mientras tenía la cabeza hundida entre sus brazos.

—Mmmm—pronunció mientras sacudía su hombro para sacarse a Yoongi de encima y volteaba la cabeza hacia el lado contrario con los ojos aún cerrados.

—¿Podemos hablar?

Aquello hizo que su amigo levantara la cabeza casi de inmediato y lo mirara con ojos abiertos como si estuviera viendo a una aparición.

—¿Y tú quién eres?—dijo con los ojos adormilados, mientras estiraba los brazos con los puños cerrados y se recostaba en el espaldar.

—Yoongi—respondió mientras observaba a su amigo rascarse los ojos con las manos.

—¿Y quién es Yoongi?—Rodó los ojos al entender el tono de la pregunta, pero le siguió el juego.

—Tu mejor amigo.

—¿Mi mejor amigo?—Hoseok frunció el ceño e inclinó la cabeza hacia un lado—. Ah, te refieres a ese que está dispuesto a irrespetar mis deseos solo con tal de acercarse a su enamorado.

—Hoseok...—empezó Yoongi, pero fue interrumpido por una mano en su boca. Hoseok lo miró con expresión seria, aunque Yoongi vio rastros de diversión en su mirada

—No quiero hablar contigo a menos de que sean disculpas—sentenció mientras levantaba la barbilla con expresión digna y Yoongi lo miró de vuelta con las cejas fruncidas y los ojos entrecerrados.

Todos los pasos que tomé hacia ti | ksj + mygDonde viven las historias. Descúbrelo ahora