Todos los pasos que tomé hacia ti | ksj + myg

5. Te extrañé

Yoongi caminaba al lado de Hoseok por el andén mientras la luz de la calle y las tiendas iluminaban la noche. El frío hacía que su nariz doliera, pero lograba distraerlo de los pensamientos que lo agobiaban desde su conversación con Jin. Llevaban en silencio unos cuantos minutos, después de que Hoseok lo regañara por demorarse demasiado, y Yoongi sentía que el silencio se volvía más y más incómodo para él a medida que los segundos pasaban.

— ¿Cómo te fue con el trabajo con Jin? —preguntó Hoseok luego de un rato, rompiendo el silencio.

Yoongi miró a su amigo, quien llevaba las manos en los bolsillos mientras tiritaba de frío ya que había olvidado su abrigo en casa, y le dedicó una sonrisa leve antes de contestar.

—Bien, logramos terminarlo hoy, ¿y tú?

Hoseok soltó un suspiro, sin mirarlo aún y movió su cuello de un lado a otro, como si la sola mención del tema fuera suficiente para estresarlo.

—Terminé haciéndolo yo solo, como siempre. —Soltó una risa corta mientras se rascaba la mejilla—. Tanto que me quejo de ti, pero siento que extraño cuando los tres estábamos en un grupo.

—¿Tan mal estuvo?

—Ni siquiera compartimos números, ¿sabes?—Suspiró con lentitud e hizo una pausa antes de seguir—. Solo los encontré a la salida ese mismo día, me dijeron que estaban muy ocupados estudiando, que les enviará lo que tenían que decir y que me compensarían con algo después de la exposición.

—¿No te da miedo que te bajen la nota si lo hacen mal?

—Nah, ellos no son tontos, solo perezosos y egoístas. Lo cual no me sorprende mucho, la verdad.

— Quiero decir, es normal, es difícil reunirse con alguien en estos días. Agradezco en parte que la profesora nos haya dado más plazo para hacer la presentación.

—¿Por qué? ¿Así puedes pasar más tiempo con Jin?

Yoongi le dio un golpe leve en el brazo y su amigo sonrío ante su reacción.

—Cállate. — Yoongi hizo una pausa y recordó una pregunta que le podía ayudar a seguir con la conversación—. Por cierto, ¿cómo te fue con tu regalo?

—Ah, amé el ramen, aunque... —Yoongi pudo ver un atisbo de duda en el gesto de su amigo y lo miró con curiosidad—. No me sentí bien comiéndolo.

—¿Oh? —Yoongi giró su cabeza y miró a su amigo con una ceja levantada—. ¿Por qué?

Hoseok suspiró y se mantuvo en silencio durante unos segundos, como sopesando lo que iba a decir.

—No pude quitarme de la cabeza que el regalo no era para mí—dijo al fin, y Yoongi bufó con fuerza.

—Qué tontería.

—No lo es. Piénsalo por un segundo ¿no eres tú el que ha estado hablando con él todo este tiempo?

A Yoongi empezaba a molestarle como todas sus conversaciones siempre se desviaban hacia el mismo tema, hacia el mismo punto, por lo que no pudo evitar soltar un suspiro exhausto.

—Sí, pero a mí no me gusta el ramen—respondió, como si aquello fuera respuesta suficiente, aunque sabía que no lo era.

—Ese no es el punto. —Hoseok lo miró exasperado y Yoongi le devolvió una expresión similar.

—¿Qué quieres que te diga? Los compró pensando en ti.

— No, los compró pensando en una imagen de mí que no existe, o que existe, pero no soy yo, ¿entiendes?