Valerie LeFrand fue abandonada por sus padres a una muy temprana edad.
Yuuma Nosaka fue dejado a una corta edad bajo la instrucción de La Balanza de Ares.
Los dos eran vecinos. Pero a los siete se separaron. El destino quiso juntarlos de nuevo. Per...
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-Volveré a las siete. -dijo la joven mientras salía de la mansión. Con el móvil en mano, junto a sus auriculares puestos, Valerie se dispuso a pasear por la ciudad. Las clases habían empezado hace unas semanas y deseaba relajarse un poco. Sin saber el rumbo que tomaba, sus pies la condujeron hacia un pequeño estadio. Al darse cuenta, la chica supo que estaba a las afueras de la sala de entrenamiento del equipo de su mejor amigo. En donde era el capitán. Encogiéndose de hombros, entró a ducha sala y se sentó en unas gradas mientras observaba a su amigo. Este, sin notarla, siguió con el entrenamiento. Valerie sonrió cuando marcó gol, sin utilizar ninguna supertécnica, al portero del equipo: Seiya Nishikage. Se levantó cuando el equipo salió del campo para beber agua e irse. La chica bajó hacia el campo sigilosamente y pasando desapercibida. De mientras, miró su reloj. Eran las 16h aún. Tenía tres horas. Se quitó los auriculares y guardó el móvil. Finalmente, llegó al campo. La mayoría ya se había ido. Valerie se había topado con algunos del equipo y los había saludado para después retomar su camino. Sonrió al ver a Nosaka entrenar aún junto a Nishikage. Vio un balón en el suelo y, con un toque de pies, lo elevó y chutó hacia su mejor amigo con fuerza. Sabiendo de que lo pararía, Valerie no se preocupó demasiado. Y en efecto, tal y como había imaginado la chica, el joven al escuchar el sonido de un balón acercándose a él a una gran velocidad, se giró rápidamente y detuvo el objeto. Con el ceño fruncido, observó el balón y luego miró a la persona que se lo había mandado. Su ceño se disipó al ver que era Valerie y se permitió esbozar una pequeña sonrisa mientras la chica se acercaba a ellos. Escuchó atrás suyo como su compañero bufaba en la portería mientras dejaba su posición y se iba fuera del campo dejándolos a solas. Con un asentamiento de cabeza, Valerie y Nosaka se despidieron de Nishikage. -¿Jugamos? -preguntó Valerie al llegar al lado del pelirrosa. -Claro.
Con eso, el chico intento regatear Velerie. Esta, sabiendo sus intenciones, lo detuvo y le robó el balón. Nosaka, sin inmutarse, se lo volvió a quitar. Y así pasaron quince minutos sin que ninguno pudiera quitarle el balón al otro para poder marcar gol. Finalmente, tras cansarse, Valerie utilizó unas de sus técnicas preferidas: Pista de Hielo. La cual consistía en congelar toda la zona del campo en la que estaba y robarle el balón de un movimiento rápido y preciso mientras el oponente estaba ocupado intentando no resbalar. Con aquel movimiento, Valerie le arrebató el balón a Nosaka y chutó rápidamente hacia la portería. El chico, intentando no caerse, no pudo evitar el gol y la derrota. Aunque hubiese perdido, el joven sonrió amistosamente. Le encantaba batirse en duelo con su mejor amiga.
Tras beber algo de agua, los dos salieron del entrenamiento para ir a pasear un rato. Les quedaban dos horas y algo. Les daba tiempo de sobras para tomar algo. Nosaka, aficionado a la comida, la llevó a una heladería. Tras pedir su helado de fresa, su sabor favorito, la joven esperó a que su amigo también lo hiciese. Hizo una pequeña mueca al escuchar el sabor del joven. Chocolate. No le agradaba, era demasiado amargo para su gusto.
-He oído de que hay un nuevo equipo en el Raimon. -comentó Valerie mientras comía de su helado. -Mmm... Es cierto. Han ganado las primeras preliminares. -dijo el chico desinteresado. -Entonces deben ser mínimamente buenos. -No cantaría victoria tan pronto. -Bueno, estoy segura de que llegaran a las eliminares. -No se yo... -Por cierto, tu media sigue siendo 9,7? -preguntó la chica para cambiar de tema. -Ajá. -al ver la sonrisa de Valerie, abrió los ojos -no me digas que... -murmuró impactado. -Pues si. Tengo un 9,9. -No puede ser... Como te ha subido 0,4 puntos? -Digamos que matemáticas y física sube bastante la media. -Nosaka rio alegremente ante lo dicho por la chica. -Solo tú, Valerie. Solo tú serías capaz de decir eso. -Bueno, Emperador Táctico, cual será tu estrategia para volver a subir al trono? -preguntó con sorna. -¿Enserio lo preguntas? -rio levemente el joven -es obvio. Te mataré a cosquillas en secreto. -respondió impasible. Para segundos después soltar una carcajada. -Pero primero habrás de pillarme. Y créeme mi querido emperador, que no soy fácil de pillar. -Ya lo veremos. -los dos se quedaron mirando, desafiándose. Finalmente, el móvil de la chica vibró dejando ver que tenía un mensaje. Valerie miró el objeto con el ceño fruncido. Interrumpir un momento como aquel... justo cuando estaba por ganarle la partida de miradas contra su amigo. Nosaka la miraba silencioso. Cuando abrió el móvil, su ceño se disipó. Tenia un mensaje de su padre adoptivo. Este le decía que se preparase para una cena formal aquella noche. Con un bufido, Valerie tecleó una confirmación. -Voy a tener que asistir a una cena formal esta noche. -Que miedo... -¡Oye! No te pases... -Anda, ve a prepararte. -Esta bien. -con un bufido, la chica se levantó mientras se terminaba el helado. Cogió sus cosas y se despidió del chico. Este, diez minutos después, también se marchaba.