-Necesito que vayas a las empresas Kira y le entregues el paquete al padre de Hiroto.
-Está bien. -contestó Valerie a su padre mientras observaba el paquete perfectamente envuelto y precintado.
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-De nada, señor. Si le parece bien, iré a dar una vuelta por las instalaciones.
-Sin problema. -sonriendo levemente, la chica cerró la puerta y se fue hacia el área en donde sabía que los jugadores de Eisei Gakuen, el equipo patrocinado por Alien Koku, estarían jugando.
No se equivocó y en el campo de fútbol interior de la gran empresa se encontraban los chicos jugando. Valerie estaba por bajar cuando vio como Tatsuya salía apresurado del campo. Al no ver a Hiroto en ningún lado, la chica suspiró y supuso que el pelirroja iba en busca de su mejor amigo. Sin entretenerse pensando, la joven bajó y siguió a Tatsuya.
Tras seguir al chico silenciosamente por varios pasillos, finalmente este se paro y abrió una puerta. Valerie supuso que Hiroto estaría allí dentro. No se equivocó.
-Hiroto, compórtate de una vez.
-No te me acerques.
-¿Por qué no viniste al entrenamiento? Debemos tomarnos el Torneo Frontier en serio.
-¿Y qué? Si vamos a ganar.
-Nuestro próximo rival, Raimon, son muy fuertes. Necesitamos tu ayuda para derrotarlos.
-¡Ja! Eso no parece algo que la estrella Kiyama Tatsuya diría. -el tono con que lo dijo, hizo fruncir el ceño de Valerie. Entendía el porque Hiroto "odiaba" a Tatsuya. Pero tampoco hacia falta que utilizase ese tono tan venenoso.
Cuando Valerie iba a catarle las cuarenta al chico, vio como aparecían los demás integrantes del equipo.
-Hiroto, préstanos tu fuerza. -dijo Tatsuya cuando los recién llegados acabaron de hablar sobre los sueños de Ohisama En
-No me gustan tus ojos. Me menosprecian.
-¿¡Pero que dices!? -preguntó Ryuji Midorikawa sorprendido e indignado. -¡Es por tu extraña forma de pensar que dices eso!
-Nadie te menosprecia, Hiroto. ¿Es que no lo entiendes? -con eso, Valerie tuvo suficiente. Con cinco pasos, ya estaba en el marco de la puerta siendo tapada por los jugadores de Eisei. Estops ni la notaron hasta que habló.
-Déjalo, Tatsuya. -todos se giraron hacia ella a la velocidad del rayo. Hiroto abrió los ojos sorprendido, igual que Tatsuya.
-¿Eh? ¿Valerie? ¿Qué haces aquí?
-Venía a entregar un paquete y veros. Pero en menudo lío me he metido ahora.
-Bueno, yo me largo. -dijo yéndose su amigo. Valerie lo fulminó con la mirada. Este ni se inmutó. Cuando se fue, la chica se giró de nuevo hacia los chicos. -Ya me encargo yo de cantarle las cuarenta. Vosotros id a entrenar. Ya os lo traeré en media hora. No me culpéis si lo hago atado y amordazado.
-No hace falta, Val. Pero gracias. ¿Podrías hablar con él?
-Claro. Nos vemos. -se despidió ella con una sonrisa y se fue trotando.
-¡Hiroto! ¡No me ignores! ¡HIROTO KIRA! -gritó finalmente alcanzandolo.
-¿Qué? -preguntó arisco. La chica se detuvo delante suyo y se cruzó de brazos.
-Cuidadito con el tono. Y ahora, ¡¿a que ha venido lo de antes?! Entiendo que estés molesto con tu padre, y con el mundo en general, pero no creo que sea razón para ignorarme.
-Solo estoy frustrado, ¿vale?
-Ya. Pero tampoco hace falta que descargues tu ira con la gente. Si tan mal te sientes, coge un balón o tu almohada y dale ostias.
-Menudo remedio. -rodó los ojos él. -¿Te quedas a cenar y dormir?
-Menudo bipolar que eres. -dijo con una pequeña sonrisa mientras negaba con la cabeza. -Está bien. Mi padre no está en casa por lo que no habrá problema. -con eso, cogió su móvil y se encaminaron hacia el exterior. Tras llamar a su casa y avisar que no volvería y que no hacía alta que hiciesen la cena, llegaron afuera en donde un coche los esperaba para llevarlos a la mansion Kira. Antes de subirse, Valerie mandó un mensaje a Tatsuya diciéndole que Hiroto se había calmado pero que no iba a asistir al entrenamiento, también le dijo que necesitaría una cuerda si lo querían . Una cuerda que no tenía en aquel momento.
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𝗩𝗔𝗟𝗘𝗥𝗜𝗘 [IE ARES/ ORION] ʸᵘᵘᵐᵃ ⁿᵒˢᵃᵏᵃ
FanfictionValerie LeFrand fue abandonada por sus padres a una muy temprana edad. Yuuma Nosaka fue dejado a una corta edad bajo la instrucción de La Balanza de Ares. Los dos eran vecinos. Pero a los siete se separaron. El destino quiso juntarlos de nuevo. Per...