𝗩𝗔𝗟𝗘𝗥𝗜𝗘 [IE ARES/ ORION] ʸᵘᵘᵐᵃ ⁿᵒˢᵃᵏᵃ

3

Era lunes cuando Valerie estaba comprando, le llegaron los resultados de la competencia. La chica expiró de alegría cuando vio la máxima puntuación. Negando levemente con la cabeza, sin creerlo, no comprendía cómo. Estaba segura que había hecho diversos errores. O eso era lo que ella creía pues a los ojos de los jueces, el espectáculo que Valerie había dado era perfecto, sin ningún error.

Estaba tan concentrada en sus pensamientos que no se dio cuenta de que había alguien delante hasta que chocó con él.
-Lo siento, iba distraída. -se disculpó con un pequeña reverencia.
-Oh, no pasa nada. Yo también iba algo metido en mis pensamientos. -este le dedicó una gran sonrisa. Cuando Valerie le dirigío la mirada, se tensó levemente y su boca estuvo a punto de abrirse.

Se había chocado con el antiguo capitán del Raimon: Mamoru Endo. El mejor portero del país.
Los dos se sumieron en un pequeño silencio. Finalmente, fue Valerie la que lo rompió.
-Esto... Debo irme, con permiso. -tras eso, intentó escabullirse.
-¡Claro! Por cierto, ¿te he visto alguna vez? Tu cara me suena...
-Creo que no. -dijo la chica antes de desaparecer entre la gente y dejar al chico pensativo.

Al salir del establecimiento, la joven expulsó el aliento que inconscientemente había contenido. Tras eso, sujetó la bolsa con más fuerza y se fue de allí hacia su casa.

Dejando la compra en la encimera de la cocina, Valerie se tiró al sofá con el móvil en una mano y los auriculares en otra. Tras poner su playlist de Spotify, la chica cogió el libro que estaba al lado y se sumió en su lectura. Según calculaba, tenía una hora para leer.

Página tras página, Valerie fue leyendo el libro. Pero justo cuando iba por donde el protagonista socorria a su mejor amigo, la música se detuvo y el sonido de una llamada entrante invadió sus oídos. Con un pequeño gruñido de enojo y frustración por dejarla en el mejor momento, cogió su móvil y vio quien era.

Valerie frunció el ceño al ver quién era. Tras calcular rápidamente la hora en Russia, la chica acepto la llamada. Antes de poderle reprochar nada, la voz de su primo llenó sus oídos.
-Valerie... Un pajarito me ha dicho que has ganado la competición... No sé porqué me sorprende... - canturreó la joven voz de su primo con burla.
-¿Qué quieres? Estaba en el mejor momento del libro, Froy.