Secreto Fraternal (yaoi)

V. Tim da lecciones increíbles

Narra Theodore:

Una vez Tim se aseguró de que mantendría el secreto, se levantó del sofá, y se retiró el suéter junto a su playera, dejando ver así su torso desnudo; lo había visto miles de veces sin ropa, pero en dos años había cambiado un poco, se veía más masculino, sus hombros anchos me hipnotizaban. Lo siguiente en irse fueron los pantalones, y con ellos mi poca serenidad; su ropa interior era blanca e impoluta, era una de las cosas que me gustaban de mi hermano... me gustaban como persona, por supuesto.

— Quítate también la ropa... — Dijo el castaño, me sentí cohibido, no creía ser capaz de hacer algo así. Respiré hondo, tratando de no pensar demasiado las cosas y concentrándome en por qué hacía esto: No podía seguir siendo un bebé.

Mi suéter voló al suelo junto a mi camiseta sin mangas, solía usar una debajo de cada prenda para que no me causen picazón. Estaba por bajar mi pantalón de elástico, cuando las grandes y frías manos de Tim me  ayudaron a terminar de desvestirme; mi pene rebotó hacia fuera, el aire frío de la noche hacía que se quiera contraer, pero yo estaba tan excitado al verme desnudo frente a Tim que mi falo solo se ponía cada vez más y más duro. Tenía sus manos puestas en mis caderas, marcando mi blanca piel, volteé para verle el rostro, ya que estaba detrás mío; tenía tanta pena que solo miraba al piso, grave error, al voltear lo primero que vi fue su polla dura y moviéndose como si tuviera vida propia, tragué saliva con dificultad.

 — Ven, siéntate. — Tim volvió a tomar asiento en el sofá, yo me senté a lado suyo; temblaba de frío y de nervios. — Primero, masturbarse... es algo así...

Escupió su mano, y empezó a jalarse el falo, era extraño verlo hacer eso; como su mano tocaba aquella enorme polla que superaba a la mía por varios centímetros. 

 — Ahora hazlo tú. — Estiró su brazo en el respaldar del sofá, abrazándome y atrayéndome hacia él, mientras seguía manipulando su propio miembro; estiré mi mano con recelo y en lugar de escupir mi mano, simplemente empecé a jalármela. Me daba asco eso de los escupitajos.

Mi pene chorreaba un líquido transparente, esto hacía que me sea más fácil mover mi mano a través del tronco; la sensación era muchísimo mejor que cuando solo nos rozamos, mi mano se sentía como un abrazo cálido que me incitaba a querer correrme, aunque sentía que todavía faltaba, no sentía la presión que sentí poco antes de correrme por primera vez. Estaba bastante perdido en el placer, pero de repente, Timothy me detuvo.

— También masturbarse puede sentirse un poco mejor, solo debes dejar que otro lo haga por ti... — Mi miembro no dejaba de escurrir ese líquido, Tim me dijo que era pre-seminal; su manó tomó mi pene, y empezó a jalarlo con mucha más destreza de la que yo tenía.

Un gemido escapó de mi boca, su mano estaba algo fría, el tacto de otra persona era definitivamente mucho más placentero; empezaba a preguntarme que otros niveles de placer existirían, si de momento solo estábamos en masturbación. El castaño tomó mi mano y la dirigió a su polla, entonces ambos nos comenzamos a masturbar mutuamente; estaba en éxtasis, mirando de soslayo a Tim y luego volviendo la vista a como me masturbaba. Mi hermano mayor, tocándome la polla, y yo tocándosela a él, era algo demasiado lascivo, pero me encantaba, ¡me encantaba!

— Creo... creo que otra vez voy a... Lo siento, estoy llegando a mi límite... Haaa — Tim empezó a masturbarme con mayor rapidez, la forma en la que apretaba mi miembro... no podía soportarlo, soltaba gemidos muy audibles,  su mano era increíble, mis caderas no paraban de moverse contra ella. Yo también lo estuve masturbando, aunque el no mencionó nada sobre si también estaba llegando a su límite o no.

Finalmente lo sentí, mi miembro soltando chorros de semen tibio que acabaron cayendo sobre mí y sobre Timothy. Fui seguido por Tim, que votó igual cantidad en chorros más potentes, por poco y entra en mi boca. Caí exhausto en su pecho, mientras me reincorporaba. Esa sensación era adictiva.