"Sentimientos mezclados."

140 27 2
                                    

Habían pasado dos días desde que la repentina idea de besar a Lisa apareció en mi mente, después de aquello me había asegurado de mantener la distancia con ella, por lo menos hasta averiguar que es lo que sentía hacia su persona. Mi mente y corazón eran un caos total, sobre todo porque al ser mi dama de compañía y al haber sido yo quién la escogió no podía simplemente decirle que regresará a sus antiguas labores, por lo que a pesar de mis esfuerzos por mantenerme apartada siempre la tenía prácticamente a unos metros de distancia.

Hasta el momento me había asegurado de no estar a solas con ella, todas las clases que le daba las recibía en la sala siempre acompañadas de Alessia o a la vista de todos, también había hecho que la habitación de la castaña estuviera lo más lejos de la mía y me había puesto una barrera imaginaria para tratarla simplemente como una alumna. Todo esto para poder solucionar el remolino de sentimientos y pensamientos que me abrumaban acerca de ella. Sobre todo por los sentimientos que me invadieron al casi besar a Lisa, estos eran demasiado fuertes e intensos para poder soportarlos o averiguar de que se trataban, era simplemente demasiado abrumador para mí persona y más cuando se mezclaban con el hecho de que estaba casada y no menos importante el que Lisa fuera una mujer.

Mantener la barrera no era tan difícil de hacer puesto que la misma Lisa se encargaba de mantener su fría manera de ser estando al rededor mío, lo difícil venía cuando Lisa bajaba la guardia y aquella fría faceta se transformaba en una tierna y hermosa niña que no sabía o comprendía nada, era demasiado difícil para mí el no observarla de más cuando se concentraba y fruncía el ceño cuando no entendía algo o cuando algo le salía bien y sus ojos mostraban aquel brillo de alegría y emoción al mostrarme sus resultados, también lo hacía difícil el atrapar la mirada de Lisa puesta en mi entre ratos cuando le explicaba algo o el simple sentimiento de malestar que sentía en mi estómago acompañado con la idea de llevarme a Lisa al ver cómo se comportaba alrededor de Alessia.

-Listo señorita Jennie.

Hablo Lisa sacándome de mis pensamientos pasándome la hoja de papel en donde estaba aprendiendo caligrafía, observe las letras sobre el papel escritas de manera torpe asintiendo hacia ella con aprobación para pasarle otra hoja en limpio, debía admitir que Lisa me sorprendía con lo rápido que avanzaba en las clases. A pesar de haber comenzado apenas hace tres días la caligrafía de Lisa iba mejorando cada día que pasaba y era muy buena memorizando las palabras y aprendiendo el idioma.

"Simplemente brillante."

La hora de la comida se acercaba por lo que Alessia no se encontraba con nosotras lo cual me parecía muy bien, por qué el estar aquí significaría menos atención de la castaña hacia mí persona y pese a mis esfuerzos por evitar sentir molestia hacia Alessia no podía evitarlo, era una sensación demasiado amarga como para describirla.

-Señorita Jennie...

Asentí hacia Lisa esperando que me entregara su hoja sin embargo, esta seguía en la mesa con Lisa escribiendo todavía en ella.

-¿Que sucede Lisa?

-Estoy agradecida por todo lo que me ha estado enseñando.

Sonreí al escucharla fijando mi vista en ella, aquella mañana había decidido ponerse el pantalón con la camisa de tirantes que tan bien le quedaba, por lo que sus marcadas clavículas se encontraban expuestas viéndose condenadamente guapa en aquella posición mientras escribía. Alce la mirada encontrándome con sus ojos fijos en mi provocando que entrara en pánico al ser atrapada viéndola de más y apartará la mirada rápidamente de la suya.

-¿Se encuentra bien señorita Jennie?

Pregunto dejando la pluma en el tintero, asentí nerviosa por su inesperada pregunta empezando a acomodar las hojas de papel regadas por la mesa.

DONCELLA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora