DONCELLA.

"La Carta."

-Lo lamento mucho Jen.

Musito Jisoo por décima vez aquella mañana, negué con mi cabeza sonriendo levemente ante sus disculpas.

-No te preocupes Jisoo, entiendo a la perfección el que tengas que marcharte tan pronto.

Espete suavemente, Jisoo me miro con tristeza y pena en sus ojos antes de caminar con rapidez hacia uno de los mozos que se encontraba subiendo sus pertenencias al automóvil.

Suspire por lo bajo sintiendo una pequeña molestia en el estómago al ver a mi mejor amiga marcharse; aquella mañana había recibido una carta urgente proveniente de una de las plantas de plumas y al parecer debía de atender con urgencia aquel problema.

-Bueno, debería marcharme.

Anuncio Jisoo, hice un pequeño mohín con mis labios hacia la pelinegra al sentir el peso de la despedida inundar mi corazón. Abrí mis brazos hacia mi mejor amiga quien en seguida se acercó a estos cerrando el espacio que nos separaba con un fuerte abrazo.

-Te extrañare Jisoo.

-Yo también a ti Jen, espero que esta vez no te desaparezcas tanto.

Bromeo separándose unos centímetros de mí, apenas logre sonreír negando con la cabeza. Jisoo volvió a cerrar el espacio entre las dos apretando fuertemente mi cuerpo entre sus brazos por unos cuantos minutos para después separarse completamente de mí. Segundos después me despedí de Rosé quien se aferró fuertemente al brazo de la pelinegra con los ojos brillosos por las lágrimas retenidas, Lisa por su parte realizo una inclinación hacia la pareja en manera de despedida.

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Tras despedir a Jisoo y a Rosé, Lisa y yo regresamos a la mansión, habíamos planeado todo el día de hoy, empezando con el desayuno para después ir un rato a nadar en la laguna y regresar a la hora del almuerzo, sin embargo, todos los planes se habían ido a la borda mucho antes de poder llevarlos a cabo; un triste suspiro escapo de mis labios llamando la atención de la castaña situada a mi lado.

- ¿Te sientes bien Jen?

Susurro Lisa, asentí levemente observando a la castaña frente a mí, Lisa me dedico una suave sonrisa regalándome un ligero apretón en la mano.

-Realmente deseaba que Jisoo se quedara más tiempo.

Musite haciendo un pequeño mohín con mis labios.

-Volverán señorita Jennie.

Aseguro Lisa esta vez en voz alta, sonreí conectando nuestras miradas perdiéndome por unos cuantos segundos en aquella mirada chocolate, fue inevitable para mi persona el sonreír abiertamente al sentir la calma y la seguridad apoderarse de mi cuerpo al encontrarme cautivada por mi acompañante.

"Eres maravillosa Lisa."

Lisa me devolvió la sonrisa, la felicidad creciendo en la profundidad de sus ojos me indicaba que tanto ella como yo, nos sumergíamos en nuestra propia burbuja en donde el mundo exterior desaparecía por completo y lo único que importaba éramos nosotras dos y este maravilloso sentimiento que nos abrazaba el corazón.

-Vamos a nuestro lugar Lis.

Susurré inclinándome levemente hacia ella, igual que un niño a punto de recibir un premio Lisa se levantó al instante asintiendo efusivamente, reí por lo bajo al ver su entusiasmo para después ponerme de pie entrelazando nuestros brazos automáticamente.

- ¿Por qué tanto entusiasmo Lili?

Pregunte en un susurro sonriendo abiertamente al observar un pequeño rubor apoderarse de sus mejillas.