No aguantó, Taehyung se dejó caer detrás de su cama, temblando mientras esperaba que se fuera, que quien tocaba su timbre le dejara en paz de una buena vez. Repetía en titubeos que se largara, que se fuera, que le dejara volver a su hogar. No quería llamar su atención, que entrara a su hogar y empezara a empujar la puerta de su cuarto, eso terminaría por enloquecerle.
Taehyung quiso escapar, no encontrarse encerrado en su casa que ya no se sentía en absoluto segura.
Se fijó en la puerta de su armario, temiendo y sospechando que en cualquier momento sería abierta y ahí estaría ese horrible hombre, sonriéndole y burlándose de que ya no tendría a dónde correr, le tomaría mucho tiempo levantarse y empujar la puerta para escapar.
Quedaría atrapado dentro de su propio cuarto con ese hombre... no, no podía ser un humano, algo más allá de su entendimiento estaba disfrutando de causarle tanto pánico y terror a él y a su familia.
Pero el tiempo pasó, tan tortuosamente lento y silencioso, TaeHyung esperó que ocurriera algo, sin embargo su espera parecía ser en vano. Como si estuviera observando una gota formarse, aguardando porque cayera, pero jamás lo hizo, solamente aumentó su tensión hasta agotarle.
Su silenciado teléfono celular le indicó que al menos una hora había trascurrido, con él moviéndose por su cuarto, cambiando de escondites, eso hasta que se decidió por empujar lentamente su cama tratando de hacer el menor ruido posible, entonces, se asomó cuidadosamente al abrir ligeramente la puerta. Vio el pasillo, completamente solo, luego se asomó para mirar a los lados, tampoco visualizando algo por lo que debiera preocuparse. Llenándose de valor, se atrevió a fijarse en la ventana, dejando ir el aire que no era consciente que retenía al momento que notó que no había nadie.
Ningún rostro horrible le observaba con una mueca.
Se convenció de que tenía que salir de ahí, incluso si se encontrara con ese hombre fuera de su casa, tendría más probabilidades de huir en la calle, que quedándose encerrado en un cuarto. Necesitaba salir de casa.
Se deslizó silenciosamente por el pasillo, hasta el cuarto de sus padres donde estaba una gran ventana que daba a un costado de la casa, el izquierdo, planeó salir por ahí y correr. Tanto como sus piernas lo soportaran.
Cerró la puerta de la alcoba de sus padres apenas entró, luego la atravesó en dirección a la ventana que tuvo que empujar, todo tan cuidadosamente para hacer el menor ruido posible. No había ruido alrededor, nadie tocando la puerta o pasos acercándose, lo que animó a Taehyung a moverse rápido, estando a nada de salirse cuando vio en la mesilla de noche de su padre la taza donde guardaba sus llaves. Las del carro, ahí estaban, pudo verlas incluso a pasos de distancia.
No perdió más tiempo, se las llevó consigo al exterior de su hogar.
Corrió por el costado de su hogar, corrió pasando la acera sin fijarse en la puerta de su hogar, corrió hasta la puerta del vehículo de su padre la cuál batalló por sus prisas en abrirla, pero apenas lo logró se montó sin dudar. Un rápido vistazo a los asientos traseros, y a su casa, no vio nada extraño o a alguien, así que cerró la puerta y recordando sus clases de manejo, encendió el vehículo y arrancó.
No tenía licencia aún, según su padre y HoSeok le faltaban todavía varias lecciones para alcanzar el permiso, mientras practicaba cada tanto tiempo. Se ponía nervioso a veces, pero en ese momento, conduciendo por calles vacías, no se sentía preocupado en absoluto por tener algún accidente, su angustia se hallaba enfocada en si alguien le seguía o no.
Se fijó en el espejo una que otra vez, volteó incluso hacia atrás arriesgadamente, pero como en todas y cada una de esas veces no vio nada, se permitió centrarse meramente en el camino delante suyo, las calles que pasaron a ser avenidas, completamente solas.
TaeHyung ni siquiera respetó las líneas divisorias de la avenida separando los carriles, el muchacho se quedó lo más derecho que pudo en el centro mientras intentaba guardar la mayor cantidad de distancia entre él y su hogar. Pensó de repente, que podría llegar muy lejos, encontrar ayuda, o salir de ese extraño mundo en el que estaba atrapado.
El acelerador fue pisado hasta el fondo, de momentos lo soltó y dejó al carro andar a la misma gran velocidad, luego volvió a pisarlo sin piedad. Hizo eso por algunos kilómetros observando como el cielo despejado y la vía delante de él, libre, le dieron ese mismo sentimiento, pura libertad que necesitaba tanto experimentar.
Se siente como si pronto fuera a estrellarse contra la delgada pared de una burbuja que se tronara, junto a ella, toda esa pesadilla que ha vivido llevándolo de vuelta a la realidad.
Sólo tenía que seguir, se convencía, seguir derecho hasta salir de la ciudad. Se sentía como si tuviera la cajuela abierta y cada que avanzara se cayera su preocupación y miedo, porque cada vez se atrevía más a relajarse contra el mismo asiento. Incluso se vio tentado a soltar el volante como había soñado hacer por mucho tiempo, siempre deteniéndose porque reconocía que no podía actuar tan irresponsablemente sin causar un accidente. Pero en ese momento, ¿A quién podría chocar o atropellar?
Pisó el freno hasta el fondo, provocando que las ruedas se quemaran en el asfalto y que su cuerpo se chocara contra el volante dolorosamente, pero no le importó, no cuando sus ojos y su atención estaban centradas en hallarle forma a eso que estaba muy adelante.
No podía ser otra figura mas que la de un cuerpo humano, la figura de un hombre parado en medio de la carretera mirando hacia su dirección, o eso imaginó TaeHyung, horrorizándose a cada segundo más. No podía ser, no había escape.
Verle ahí, imperturbable, le hizo saber que no era un humano cualquiera, ni siquiera le pareció buena idea acelerar e intentar atropellarle. Por un momento de verdad no supo qué hacer. Sólo se le quedó viendo fijamente, casi a la espera de algo mientras temblaba completamente en su asiento, hasta las manos sobre el volante.
En un rápido movimiento, movió la palanca y luego pisó el acelerador, retrocediendo de golpe y con bastante fuerza, ya no quería ver a esa horrible figura a la distancia. Aprovechando el gran espacio disponible y sin obstáculos, TaeHyung fue capaz de darle una muy violenta vuelta al automóvil, poniéndolo en sentido contrario y acelerando para alejarse de ese punto.
No pudo reprimirlo ni un segundo más. TaeHyung gritó al frente, enojado, sintiéndose ahogado de impotencia y de desesperación. Casi tentado a gritar hasta que el carro se estrellase con una pared. Tal vez así volvería a su hogar. Y lo intentó, dirigía con el volante al vehículo en dirección a alguna pared, árbol o incluso poste, determinado a chocar pero siempre frenaba con gran distancia, o cambiaba el rumbo. No fue hasta que perdió el control del volante que creyó que llegaba a su fin.
Sobre sí mismo el carro giró en un círculo, marcando el suelo y el silencio también con un poderoso chirrido, TaeHyung se tensó antes de estrellarse con la ventana sin causarse verdadero daño, solo un zumbido aturdidor, y un fuerte dolor de cabeza. No pudo contenerse de nuevo, se soltó a llorar ahí, sintiéndose ahogar.
"Por favor, que se acabe ya."

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[edis rehto]
Horrorrevlov a emadúyA Historia VOPE de terror Leer junto a "[one side]"