THGIE

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     El sol se filtró por cada ventana del hogar luego de varias horas después del amanecer, casi a medio día. La iluminación era cálida, mientras parpadeaba despertándose recordó aquellos días soleados en los que sus hermanos salían a jugar, la puerta estaría abierta todo el día dejando a Soonshim entrar y salir desde el jardín. La imaginó acercándose y lamiendo su rostro para despertarle. Casi creyó escuchar a su padre haciendo una fresca bebida, llegando y preguntando si quería mientras los hielos sonaban dentro del vaso de cristal.

Todo era una bonita fantasía.

Al despertar seguía en el mismo lugar, tirado en el suelo de la sala al lado de la televisión, su cuerpo sintiéndose entumido y adolorido, hasta los músculos, como si hubiera tenido una ardua sesión de ejercicio el día anterior. Mientras se sentaba lentamente, notó que el mayor dolor era en su abdomen, y que junto a esa horrible sensación se sumaba una sensación de vacío. Pero no era de hambre, determinó mientras estaba sentado mirando a un punto fijo perdido en la sala, pues de solo pensar en algún tipo de alimento sentía que iba a vomitar.

—Tal vez me estoy muriendo... —y no sonaba tan mal. Para ese momento no le importaba tanto, sólo quería descansar.

Le tomó solo un momento ponerse de pie y buscar con la vista su teléfono celular, al desbloquearlo notó que no había llamada o mensaje alguno recibido, pero eso no le sorprendió, sino la hora que marcaba. Ya pasaba de medio día. Lentamente fue al baño donde talló su cara con agua hasta casi lastimarse, solamente porque quería sentirse más despierto.

Su reflejo solo mostraba una pequeña parte de lo agotado que se sentía, con los ojos decaídos, las ojeras y los labios pálidos » ¿Qué voy a hacer?...

Pensó en su familia, en el momento que compartió con ellos hacia menos de 24 horas, lo que le hizo pensar en una idea. Tal vez podía comunicarse con ellos de nuevo, no por mensajes, no por una llamada.

Con su debida lentitud cerró la puerta del baño con él dentro, su atención en el silencio que existía en la casa entera hasta que con sus puños dio débiles golpes en la madera, primero 2 seguidos con apenas un poco de fuerza, luego trató de hacer otro más fuerte con los nudillos. Entonces esperó.

Quería oír susurros, tal vez otro golpecito de vuelta, escuchar la voz de sus seres queridos pero los segundos pasaron y solo identificó el silencio reinar en su hogar. No le bastó con unos minutos y un par de intentos, la desesperación le empujó a dar un fuerte manotazo a la madera, luego un puñetazo, exigiendo a quien fuera una respuesta » ¡Ya sáquenme de aquí! ¡Hoseok, dijiste que ya lo iban a hacer! —gritó sin contenerse a par otro golpe, llorando recargando su peso en la puerta.

Poco a poco dentro de él se iba desarrollando el sentimiento de traición, se sintió enojado pensando en que su familia no estaba haciendo lo suficiente. Los imaginó descansando, desayunando tranquilos en la mesa de la cocina sin detenerse a pensar ni siquiera por un momento lo que sería experimentar lo que vivía TaeHyung. Sin realmente quererlo, de verdad imaginó a sus hermanos tranquilos jugando, a HoSeok entretenido con su teléfono esperando paciente a que le dijeran qué debía hacer, a JiMin en su casa mensajeando cada tanto a HoSeok para saber si había noticias nuevas mientras seguía con su vida en casa, también visualizó a sus padres continuando con sus actividades diarias.

"Ya volverá".

Pudo imaginarles decir eso restando importancia mientras aguardaban, solamente llorando o mostrando tristeza cuando lograba comunicarse con ellos, recordándoles de su existencia.

» Se van a olvidar de mí... me van a dejar aquí pasa siempre. —susurró para sí mismo.

Cansado por todo, incluidos los pensamientos negativos, salió del baño para encaminarse a su habitación, caminó directamente hasta su cama en la que se tiró y observó el techo con un rostro que no expresaba más que hartazgo, sus ojos mostrando también señales de desprecio. Deseó quedarse tan congelado como las figuras en los retratos de la sala, viendo fijamente un punto en específico esperando que en algún momento alguien le moviera y le hiciera ver otra cosa, hasta que llegara el momento en el que le sacaran de ahí. Mientras, estaba dispuesto a esperar helado en un lugar, en una misma pose, en una sola expresión que perduraría lo que tuviese que ser.

[edis rehto]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora