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El alfa fué reprochandole al niño el tiempo que iban tarde al restaurant , haciendo que el pequeño Louis se encogiera en su asiento de manera triste.

-bueno.- finalizó Harry el regaño bajando del auto y rodenadolo para abrirle la puerta a su omega.; -llegamos bebé-.

Rodeó la cintura de su niño con el brazo y se adentraron al precioso y fino restaurant , abrió la silla para  Louis  y tomó asiento a su lado  y sostuvo su mano por encima de la mesa de manera cariñosa y protectora.

-¿qué pasa chiquito?- preguntó mirando la mirada triste de su omega.

-lamento que hayamos llegado tarde alfa, no era mi intención, me distraje viendo caricaturas- habló el pequeño en voz baja mirando al suelo con un puchero en su carita

-no cariño , tranquilo, ya estamos aquí, vamos a comer- respondió inclinándose sobre la mesa para besar los dulces labios de su niño.

Ordenaron su comida ; para el alfa un delicioso corte de salmón con ensalada acompañado con un costoso vino blanco, y para su nene,  un plato de pasta fetucini  a la italiana con una pequeña copa de vino tinto.

Comieron tranquilos mientras hablaban bajo, pues a sus ojos sólo existía el otro, mientras reían alegres , el Alfa se insinuaba discretamente a su omega haciéndolo sonrojar.

-Harry basta, van a escucharte- rió de manera tímida el niño sonrojandose más ocultando su carita mientras bebía del vino.

-¿Harry? , ¿acaso ya no soy tu papi mi amor?- respondió coqueto el alfa acariciando el muslo de su omega, -¿o buscas hacerme molestar para que te castigue?- continuó en un susurro cerca del oído de su niño provocandole un escalofrío.

Louis rió nervioso y continuó comiendo mientras le daba pequeños bocados a su alfa de la pasta.

-te amo chiquito- susurró el alfa comenzando a besar el cuello del niño de manera cariñosa.

Mi pequeño omegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora