14.- Masculinidad (Gay/Homosexual)

Explosiones (17)

Entonces Paul si tendría que seguir soportando vivir su vida como la estaba viviendo y como seguramente acabaría: Fingiendo ser un tío feliz, casarse con una mujer, tener un trabajo digno y con poder, llevar la casa, tener hijos, y... morir siendo uno más.

Morir arrepintiéndose de no haber tomado el camino que le haría feliz.

Un camino junto a Luis.

Tal vez no tendría hijos si seguía ese camino, pero sí le daría felicidad.

Fin de curso

Los meses habían pasado sorprendentemente rápido. El baile de fin de curso, junto con la fiesta de graduación estaban preparadas. Nico sería el DJ aunque no a muchos les hiciera gracia que se repitiera lo que ya pasó el año pasado. Volvería a quedar la anécdota curiosa de que dos hombres habían sido verdaderamente felices al tener su momento juntos cuando tenían la oportunidad de tenerlo.

Tampoco hicieron nada malo.

La fiesta entera se la pasaron juntos, uno con la mesa de mezclas y el otro sentado a su lado en una silla y sin molestarlo o despistarlo más que con una conversación, únicamente se levantaba para llevarle una bebida al chico, y seguían hablando, seguían riendo, seguían estando juntos.

Luis estaba allí.

Comentaba de vez en cuando.

Se sentía apagado.

Algo le faltaba y él sabía que era lo que no tenía y necesitaba con tantas ganas. Los tres sabían lo que le hacía falta al pelinegro, pero nadie hablaba del tema. Era un tabú. Paul era un tabú. Podría considerarse como si fuera un tema tabú. Un tema que no se tocaba para no poner sensible al de flequillo teñido.

Paul nunca iba a la fiesta de final de curso, ya se había vuelto una costumbre, por ello se perdió la exclusiva del año pasado, la noticia de ver a Emir y Nico en un vals en medio de una practicamente vacía pista de baile; aquella no había sido una excepción aunque fuese de graduación. Lo sabían porque Paul no se encontraba en ningún lugar del gimnasio. Estaría en casa, tirado en su cama, durmiendo apacible.

Sin que nada le importase...

Cuando el maestro pidió que bajara poco a poco la música que iba a iniciar la graduación, fue cuando todo se volvió un auténtico calvario para el chico de hebras negras. Los orbes castaños de Nico lo buscaron y le dieron un golpecito indoloro en el hombro, un apoyo, lo que necesitase. Incluso un abrazo si fuera totalmente necesario antes de que se derrumbase entre lágrimas de desolación.

No fue necesario.

Estaba bien.

Eso aparentaba.

O al menos lo estaba intentando aparentar aunque no le saliera muy bien, no era un buen actor y se notaba a cien leguas que todo aquello le estaba doliendo mil infiernos.

Cada maestro dijo unas palabras en honor de los alumnos y el delegado de clase dijo unas palabras para agradecer la enseñanza a los profesores, fue un intercambio de palabras hipócritas y por cortesía, todos los alumnos odiaban a sus maestros, menos algunos frikis de la primera fila. Finalmente el director hizo entrega de los diplomas, dio unas últimas palabras; en ese entonces, la verdadera fiesta empezó para ellos. Nico volvió a la mesa de mesa de mezclas y todo empezó verdaderamente.

Todos estaban con ánimos.

Él no.

Él quería desaparecer ya.

Sentía un vacío en su pecho. Salió del gimnasio con la excusa de que iba al baño, se quedó apoyado en la pared, con una mano en el pecho, los ojos cristalizados, se limpió las lágrimas que amenazaban con escaparse. Ahogó un hipido y aspiró por la nariz en un intento de relajarse y no verse como si hubiera soltado las cataratas del Niágara por sus ojos.

Si tan solo Paul estuviera allí.

Todo sería relativamente distinto, tendría con quién hablar libremente, tendría con quién sacar una sonrisa, tendría con quién expresarse libremente. Aunque ya se expresaba con Nico y Emir, necesitaba a ese amigo de confianza al que le puedes contar todo sin miedo a que todo el colegio se entere.

- Luis.

- Uh?- levantó la cabeza.

Su mente traicionera estaba jugando con él en su momento de debilidad; estaba viendo a Paul delante de él, cuando sabía perfectamente que Paul estaba en su casa durmiendo o jugando con la Game boy.

- ¿Qué haces fuera?

- Dentro me aburro.

- ¿Aquí no?

- También.

- ¿Entonces, qué estás haciendo aquí si puedes irte a casa?

- Es de mala educación irse de la fiesta antes de que acabe.

Se movió un poco, se acercó.

- ¿Quieres que nos vayamos?

- ¿Qué sentido tiene hacerle caso a una ilusión?

- ¿Soy una ilusión?- alzó una ceja.

- Sé perfectamente que mi mente está jugando con mis ilusiones.

- Entonces puedo hacer esto y no me pasaría nada, ¿No? Si técnicamente soy una ilusión nadie me puede decir nada.

- ¿Cómo?- levantó la cabeza extrañado por aquella respuesta.

Sintió una explosión. No. Muchas. Muchas explosiones. Sus oídos sordos eran incapaces de escuchar la música en el fondo, solo un zumbido lejano, ¿Tal vez hubieran bajado el volumen? No lo sabía. Solo sentía zumbidos lejanos, gritos y voces lejanas, eran meras interferencias que no podía escuchar. No sentía nada más que explosiones en sus oídos, un ritmo cardíaco que se sentía como explosiones que no cesaban, sino que incrementaron. Una, otra, y otra, y otra, cada segundo sentía. . . No. Cada segundo era capaz de escuchar dos o tres explosiones. Una repentina pérdida de equilibrio. Cerró los ojos por inercia y se agarró tan fuerte como pudo por tal de no caer. El suelo se había desprendido, no estaba tocando el suelo, sus pies se habían entumecido, no tenía suelo bajo sus pies, por ello hizo más fuerza para no caerse al vacío. Se sentía todo terriblemente íntimo, ¿Acaso alguien estaba cerca? No. Estaban solos donde sea que estuvieran. Un paraíso infinito y silencioso. No quería escuchar nada más que sus latidos. Sentía todo distorsionado. Solo no quería soltarse. No quería caerse.

Por nada del mundo iba a separar sus labios de los contrarios.

¿Eran esas las explosiones que se sentían? ¿Era esa la sensación de subidón que le explicó Nico? ¿Era ese su ritmo cardíaco? ¿Cómo no le había dado un paro todavía? ¿Cómo seguía con vida?

Diablos. ¿Por qué se sentía así?

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AHORA SI.

AHORA SI QUE SI.

Que wen beso, papus.

Ahora si, ya pueden gritar de felicidad como en el video de los shinos gei

Ese video es viejo as fuck xD

Okay, ya paro <:

Aquí las opiniones ------------------>

Si, sé que soy mala por dejarlo en este momento de "éxtasis" pero weno <:

Ya mañana verán como sigue ese beso ewe

Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo capítulo

Bye~

By Ecchisforlife

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