𝙆𝙖𝙡𝙤𝙥𝙨𝙞𝙖 | Palabra proveniente del griego. Trata sobre la ilusión de creer que algo es más bonito de lo que realmente es.
𝘌𝘭 𝘧𝘶𝘦 𝘮𝘪 𝘬𝘢𝘭𝘰𝘱𝘴𝘪𝘢.
¡Todos los créditos a WANDAVISION!
Año de publicación: 2021
Año de edición: 2024
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El auto muggle pasaba por una extensa calle, adentrándose a un tranquilo y sereno pueblo pequeño donde reside la felicidad sobre los habitantes. Ella, con su cabello pelirrojo bien peinado, miraba felizmente por la ventanilla del auto junto al conductor del vehículo, quien parecía no importarle cuán despeinado lucía su cabello. Ambos recién casados. Ella luciendo un bello vestido blanco ajustado a la cintura con caída suave y él con un bonito traje negro que podría hacer suspirar a cualquier muchacha que lo viera.
Saludaron a todo vecino que veían alegremente. Ella observó con atención las calles hasta que finalmente el auto se estacionó en el garaje correspondiente a su nueva casa. Él la detuvo antes de que pudiera siquiera tocar la puerta del vehículo, salió con rapidez y dio unos pequeños pasos hasta poder abrirle la puerta él mismo. Le extendió su mano con una enorme sonrisa curvando sus labios. Victoria sonrió con ternura y aceptó su ayuda.
Sus ojos recayeron en el cartel frente a la casa.
En venta.
Con un pequeño movimiento de dedos, el cartel de madera fue tapado por otro más arriba.
Vendido.
Ella ahogó un grito al sentir un repentino agarre bajo sus piernas cubiertas hasta ser levantada en brazos, rápidamente se aferró al cuello del muchacho con una mueca de terror. Él besó su cabello, tomándola con fuerza contra su cuerpo hasta poder darle un sentimiento de seguridad.
—¿Mi vida? —él la llamó suavemente.
—¿Sí? —ella pestañeó admirando sus llamativos ojos avellanas.
—Me olvidé la llave de la puerta —James sonrió nervioso mientras sus gafas se resbalaban sobre el puente de su nariz.
Victoria acomodó sus marcos redondos con suavidad y sonrió. No necesito más que un pequeño movimiento de mano para que la puerta frente a ellos se abriera. James sonrió emocionado y con ella entre sus brazos, entró sintiendo la felicidad provocando el salto de su corazón. Cerró la puerta detrás suyo bajando la con cuidado. James fijó sus ojos en ella, la calidez inunda su pecho sin poder creer que una muchacha tan hermosa como ella pudiera estar con él, tenía unas enormes ganas de saltar por toda la casa sintiéndose el hombre más afortunado del mundo. James tomó su cintura con cuidado, agarrando suavemente la mano de Victoria sin dejar de mirar sus ojos, por un momento creyó que su corazón iba a romper su caja torácica por la fuerza de los latidos. Comenzaron a balancearse mientras ambas miradas continuaban conectadas con hermosas sonrisas brillando en sus rostros
