𝑬𝒕𝒆𝒓𝒏𝒂𝒍 𝒍𝒐𝒗𝒆 | James Potter

6

— CHAPER SIX —
the babies

📍 ???

—ASÍ QUE, DESPUÉS DE UN RATO, AYUDABA AL SEÑOR Moody a pararse de manos junto al dispensador. Porque, bueno, pensé que bebiendo agua de cabeza le quitaría ese hipo, ¿verdad? —rió Geraldine mientras seguía parloteando.

Victoria intentó disimular las nuevas contracciones con muecas extrañas. Remus tomó su mano y la entrelazó con la de él, incitandola a apretar el agarre.
Victoria captó el mensaje y apretó su mano lo más fuerte que pudo. El licántropo abrió los ojos como platos y se sostuvo del sillón sintiendo que estaba a punto de romperle la mano.

—¡Y no lo van a creer! En ese momento entró el cliente...

Victoria contuvo la respiración mirando fijamente a la cigüeña que caminaba disimuladamente al lado del sillón, nunca sintió tantas ganas de matar a alguien como ahora.

—Ay, no... —murmuró la bruja siguiendo con la mirada al animal, que cada vez se acercaba más a Geraldine.

—¡Ay, sí! Pero ya sabes cómo soy, la mente fría cuando estoy pensando. Así que mire los pies del cliente, y luego al señor Moody...

La cigüeña tomó la punta del pantalón de Geraldine con su pico, para empezar a tirar de él suavemente.

—... para iniciar tu día de cabeza arriba! žGeraldine se incorporó de golpe, sonriendo orgullosa.

La cigüeña castañeo asustada y se alejó del lugar.
Victoria y Remus empezaron a reír falsamente junto a Geraldine.

—Gracias... —Victoria carcajeó para no llorar.

—¡Sí! Eso es justo lo que me dijo el señor Moody. Y después me dijo que vaciara mi escritorio —gruñó Geraldine mordiendo la manzana con brusquedad.

Victoria jadeó sorprendida.

—Ay, no, Geraldine... —ella la miró preocupada, no se había esperado aquello y pareció haberla distraído de la situación a un lado.

—¿Te despidió? —Remus frunció el ceño asombrado.

—Ay, tesoros... ¡Sucedió algo mejor! —Geraldine sonrió abiertamente extendiendo los brazos.

Victoria y Remus se sobresaltaron.

—¡Ay, chicos, me dieron un ascenso! —se levantó del sillón de un salto—. Y ahora que soy una mujer corporativa, necesito insumos de la oficina. Lo que me lleva a preguntar, ¿aún tienes insumos extras en tu habitación? —comenzó a caminar directo a la habitación. Victoria se levantó de un salto y la siguió alarmada—. Porque estaba esperando que no te molestara compartir con tu buena amiga..

—¡Victoria, no hagas movimientos bruscos, idiota! —susurró Remus levantándose del sofá inmediatamente.

—¡Espera! —chilló Victoria intentando frenarla.